Texto: Mikel Fernández  (Surimiworld)

Puntuales como una medicación, Cannibal Corpse están de vuelta tres años después de su última obra, aquel A Skeletal Domainque cimentó su posición dentro del death metal. Son ya doce años con esta formación (una de las más estables en el mundillo) y se nota el grado de compenetración que han alcanzado.

Y es que 26 años después de su debut, Cannibal Corpse se mantienen firmes dentro de su propuesta musical. Algunas pinceladas aquí y allá para no caer en la repetición de la fórmula disco tras disco, pero siempre jugando la carta del death brutal. Con los años han ido introduciendo algunos toques que le dan un puntito más técnico a su sonido, pero nada que ver con los devaneos con el progresivo de Obscura o similares. Riffs escupidos a toda velocidad con un sonido contundente, esa es la esencia del death metal y lo que entregan Cannibal Corpse.

Con un sonido atronador una vez más, en el que guitarras y bajo conforman un muro de sonido nítido a la vez que impenetrable, todo ello coronado con la voz de Corpsegrinder (que me da la sensación de que ruge algo menos que antes).

Este Red Before Black contiene 12 nuevos temas que, como ya decía antes, mantienen las señas de identidad de la banda. Es un disco sin altibajos, donde no hay un sólo tema flojo y todos tienen algo, un riff, un patrón de batería, lo que sea, que llama la atención. Destacan los dos primeros, Only One Will Die y Red Before Black, pero otros como Remaimed o Corpus Delicti también merecen la pena ser mencionados.

En resumen, un buen disco de Cannibal Corpse, sin artificios ni inventos raros, puro death metal de siempre. Cannibal Corpse son lo que son, no se complican la vida y son un seguro. ¡Los Motorhead del death metal siguen al pie del cañón!