César Martín: «Amo el puto ‘No Me Judas’, y me encanta que exista ahora en formato libro»

Se ha hecho esperar pero, como todo lo bueno en esta vida, ha merecido mucho la pena. César Martín, responsable de la imprescindible revista Popular 1 (que bien le viene eso de Popular en la cabecera, no en vano se trata de un magazine que trasciende la música para abarcar muchos campos artísticos, quizás una de las razones de su éxito) ha aprovechado estos meses de pandemia para, por fin, publicar de manera autoeditada y fanzinera el atractivo ‘No me Judas’, compendio de historias, vidas y anécdotas de figuras fundamentales de la vida pop que está haciendo las delicias de miles de fans del Popu… y más allá. Es un lujo charlar con una enciclopedia cultural humana como es César que, además, se explaya en sus respuestas hasta dar a cada entrevista un relumbrón de lujo. La pena es que cuando termina la charla uno se queda con ganas de más. Repetiremos, si se deja, en cuanto saque el segundo volumen de este título.

César Martín en Joshua Tree, año 1997

César, lo primero es lo primero, ¿qué tal te encuentras? ¿Has sido el EXITAZO, así, con mayúsculas, del ‘No me Judas…’ el espaldarazo que necesitabas para cerrar el lamentable 2020 con una sonrisa?

Sí, desde luego, 2020 ha sido una montaña rusa de dramas y acontecimientos inesperados para todo el mundo, y no esperaba terminar el año con una experiencia feliz. No estaba previsto que yo publicase ningún libro en 2020, así que esto ha sido tan sorprendente para mí como para los lectores. Pero de pronto me vi atrapado en mi casa, rodeado de muñecos, libros, vinilos y calabazas gigantes de Halloween, y en lugar de desesperarme, preferí ser productivo. Siempre quise publicar este libro, pero nunca encontraba el momento. Y de pronto, no sólo se interrumpió la vida social para todos nosotros, ¡sino que encima estaba prohibido salir de casa! Nos vimos forzados a enfrentarnos a un arresto domiciliario en toda regla, como le pasó muchas veces a uno de mis mejores amigos, que era cleptómano y cada cierto tiempo daba con sus huesos en la celda de algún país extranjero o se le prohibía salir de su casa. Pero tú, yo y millones de personas más nos vimos privados de nuestra libertad por otro motivo, por culpa de un “dirty little virus”, como canta Iggy Pop en su nueva canción pandémica. Mi amigo aguantó mejor que nosotros sus detenciones porque sabía que había sido travieso, pero a nosotros simplemente nos cayó un virus encima. Yo afronté los primeros días del confinamiento de la manera correcta, viendo la serie “Tiger King”… como otros tantos millones de desgraciados repartidos por el mundo entero. Pero claro, la capacidad de entretenimiento de Joe Exotic tenía sus limitaciones, y cuando la serie llegó a su fin, tuve que replantearme mi situación. Joe Exotic ya no estaba allí y nos quedaba una larga travesía por el desierto, que aún no ha terminado, así que opté por meterme por fin de lleno en el libro y sacarlo adelante. Y la respuesta ha sido absolutamente desbordante. No estábamos preparados para ese volumen de pedidos y algunos lectores han tenido que esperar mucho para recibir su ejemplar, así que aprovecho esta entrevista para pedirles disculpas. Como ya sabrás, el libro sólo se puede comprar escribiendo a la dirección popular1book@gmail.com. Así es como deseaba hacerlo, sin ningún intermediario de por medio. No quería a nadie entre los lectores y yo. Como ya he dicho en otras entrevistas, esto es una operación totalmente punk rock, sin editoriales de por medio, ni librerías. El lector y yo, eso es todo. Es un libro totalmente fanzinero, y no se puede obtener por los cauces normales. Lo que no esperaba era semejante avalancha de pedidos. Pero como ya habrá comprobado cualquier lector que lo comprase, ha habido comunicación todo el tiempo. Siempre contestamos los e-mails en el plazo de unas pocas horas. Algunos libros han tardado en llegar a su destino, pero de cara al segundo volumen estaremos mucho más preparados. Uno de los problemas que tuvimos fue que el libro se agotó varias veces, pero con el segundo volumen haremos un tiraje mucho mayor de entrada. De hecho, acaba de llegar una nueva remesa enorme de ejemplares del primer volumen, porque se sigue vendiendo a diario. Yo pensaba que sólo un porcentaje discreto de lectores lo comprarían… No sé, tío, quizá sea un problema de autoestima, tendré que discutir esto con mi psicoanalista… Pero desde luego no imaginaba que tantos lectores y ex lectores querrían su ejemplar del “No Me Judas”, ni anticipé que habría tantísimos pedidos del extranjero… Y a estas alturas, el libro ya está en USA, Canada, la Patagonia, Mexico, Chile, Perú, Singapur, gran parte de Europa… Es todo muy loco. Tenemos lectores incluso en Australia, pero no hemos podido enviar el libro allí a causa de las restricciones del Covid. Por fortuna, la mayoría de lectores que han tardado en recibirlo, han entendido la situación. Y a quienes han estallado en cólera, les hemos explicado lo sucedido y les ha llegado lo antes posible. Muchos pedidos son regalos, y lo compran esposas para sus maridos, madres para sus hijos… y claro, esperan la eficiencia de Amazon, lo cual es comprensible. Pero a estas alturas ya está todo controlado. Han sido meses intensos, pero muy excitantes también, porque muchos lectores que nunca se habían comunicado conmigo, han aprovechado para contarme por primera vez su experiencia con la revista y con el No Me Judas. También he reconectado con lectores con los que no hablaba desde… 1986, 1999… o lo que sea, y eso ha sido grande.

Antes de entrar de lleno con el libro en sí, leí en una entrevista reciente que eras aprensivo, no sé si hipocondríaco, confeso… algo que tenemos en común. Yo intento combatirlo desde una vertiente humorística, vamos, que busco sobrellevarlo bromeando acerca de ello. Imagino, pues, que si estos meses han sido ya duros para cualquiera, para ti, como para mí, lo han sido un poquito más… ¿cómo has hecho para combatir la desesperanza y el miedo, especialmente en marzo, cuando estalló toda esta pesadilla?

Bueno, esto ha sido un shock monumental para todo el mundo, pero sí, inevitablemente los hipocondríacos lo hemos llevado un poco peor. Aunque yo soy un tipo esencialmente positivo y feliz, y tengo de mi parte a Van Halen y a Mötley Crüe, que no suelen fallarme nunca… Si las cosas se ponen feas, pongo “Too Fast For Love” y me siento un poco mejor… Tengo el respaldo de Silver Surfer, Billy Wilder y David Lee Roth… Con ellos a mi lado, es más fácil sobrellevar los dramas de la vida. Sé que este comentario les parecerá “friki” a algunos, ¿y sabes por qué? ¡porque no tienen a Silver Surfer, Billy Wilder y David Lee Roth de su parte!, y siento una total empatía por ellos, de verdad que me sabe mal por ellos… Mi frutero tampoco tiene el respaldo de Silver Surfer, Billy Wilder y David Lee Roth, porque ni siquiera sabe quienes son, pero en cambio el que me vende las alubias en su pequeña tienda del barrio, sí que cuenta con el apoyo de sus héroes personales. En su caso, uno de sus mayores iconos es Frank Zappa, y siempre me habla de él cuando me prepara las alubias, con una cola de ancianas detrás, que me temo que no han escuchado un disco de Frank Zappa en su vida. Así que mi frutero está jodido y quizá habrá llevado este trance peor que el caballero que me vende las alubias, tú o yo. La cultura es una gran válvula de escape en momentos así. Y en mi caso, es una bendición que la antena ni siquiera esté conectada a mi tele. Me he saltado alegremente toda la campaña del Terror orquestada por esa puta mierda de canales-basura. Su influencia en mi vida ha sido nula, amigo, y gracias a ello mi calidad de vida ha sido un poco mejor en 2020. Lo canta David Hasselhoff en su versión del tema “Open Your Eyes” de Lords of the New Church: apaga la tele, ignora las mentiras… Con un video enorme de The Hoff rodeado de televisores, por cierto. Y no soy negacionista en absoluto, que quede claro, ni discuto en público sobre este asunto, pero por Dios, un poco de sentido común… 

Para la cultura este ha sido un año desastroso. Por cultura hablo de un amplio campo, y en el sector musical de bandas, sellos, agencias de comunicación, locales de conciertos, de ensayo, técnicos, medios de comunicación… Para El Popu, sin embargo, 2020 se ha mostrado como un año, por si cabía alguna duda, de absoluta entrega por parte de vuestros lectores, que han demandado que la cabecera, aunque fuera en digital, siguiera apareciendo mes a mes y que han aprovechado ese parón en papel y en kiosko para, redes sociales mediante, mostrar su pasión por una publicación que va a alcanzar sus cincuenta años de vida, lo que es una auténtica pasada…

Tenemos los lectores más fieles del mundo. Como ya he comentado alguna vez, contamos con el apoyo de hordas de lectores que aman la revista con toda su alma. No pudimos publicar el número de abril de 2020, a causa de la pandemia, pero yo estuve en contacto con los lectores a diario a través de las redes sociales, colgando continuamente viejas fotos de nuestro archivo y charlando con ellos. Todos estábamos en lo mismo, en una situación de mierda, pero ayudó un poco poder charlar de Rock’n’Roll. El número de mayo sólo estuvo disponible en formato digital, pero en junio regresamos por fin a los kioskos. Otras revistas, como Q Magazine, no han logrado sobrevivir a la pandemia. Nosotros, por fortuna, seguimos aquí. Apreciamos mucho el apoyo de todos esos lectores. Muchos de ellos son amigos en la distancia. Piensa que tenemos lectores que han estado comprando el Popu desde… ¡1973! Y otros lo descubrieron hace un par de años, pero lo importante es que tanto los lectores más veteranos como los que lo han descubierto más recientemente, valoran lo que representa Popular 1. El público más hostil son las novias de lectores que tienen que aguantar su fanatismo durante décadas. Me ha sucedido muchas veces: se acerca un lector en un concierto y me felicita por la revista, pero seguidamente su novia me dice, con una sonrisa en los labios: “¡Estoy hasta el coño de ti y de tu revista!”, ¡y lo entiendo!, algunos seguidores del Popu son muy obsesivos. También tenemos muchas lectoras, obviamente, pero la situación que te comento sólo me ha sucedido con novias de lectores, no con novios de lectoras. Podría recordar muchas anécdotas… Novias que se acercan y, cuando su pareja no escucha, me dicen: “¡Le voy a tirar a la basura todos los putos Popus!”. Pero en el fondo me gustaría creer que también tienen un cierto cariño por la revista. 

Imagino que tienes, tenéis, que estar muy orgullosos de la fidelidad y entrega de los lectores de la revista. ¿Cómo definirías al seguidor del Popu?

Tenemos todo tipo de lectores, pero supongo que uno de los nexos de unión es su eclecticismo. En nuestra revista se habla de Rock clásico, Heavy Metal, Jazz, Punk, Hip Hop, pelis de Serie B, Pop, Soul, cine negro, Rock alternativo, etc. Aunque en ocasiones nos llevamos alguna que otra sorpresa, como la polémica que ha provocado nuestro número de enero, por el reportaje de portada dedicado a los mejores discos de la historia del Hip Hop, que ha indignado al sector de lectores más clásicos. Me cuesta entender esto por dos motivos: por un lado llevamos más de 30 años escribiendo sobre Hip Hop, concretamente desde los días en que Run-DMC y L.L. Cool J triunfaban en las listas de éxitos, así que es un poco absurdo que de repente algunos se lleven las manos a la cabeza por ver en el Popu a Public Enemy o Beastie Boys, cuando ambos aparecieron en nuestras portadas en el pasado. Y por otra parte, ¡es sólo un reportaje en un número lleno de artículos de Rock! Pero es lo que hay. Lo único que realmente importa aquí es que artistas como Ice Cube, Dr. Dre, Public Enemy y tantos otros, han hecho Historia, y nos apetecía recordar sus mejores obras, simplemente porque lo merecen. Pero así es el Popu: quien no entiende qué carajo pinta Pinhead de “Hellraiser” en nuestra portada, al mes siguiente se encuentra con Eddie Van Halen y se reconcilia con nosotros… o no. También hubo más de un lector que no entendió nuestras portadas dedicadas a The Baboon Show, Behemoth y Amyl & The Sniffers. Lo que está claro es que no somos una revista previsible en ese sentido. Nadie esperaba la mayor parte de nuestras portadas de 2020 y eso es bueno.  

No me odies por no entrar aún al libro en sí, porque aunque aquí hemos venido a hablar de tu libro -guiño a Umbral-, también descubrí en una de tus entrevistas recientes tu amor por los superhéroes, y para servidor, gran fan también de ellos y que anda metido actualmente, por ejemplo, en un grupo de facebook de lectores de la editorial Forum, querría conocer cuáles son tus personajes y obras favoritas, ese Top X que recomendarías a cualquiera que desee entrar de lleno en el noveno arte superheroico. El último libro que ha caído en mis manos es, precisamente, ‘Frank Miller: Honor y Furia’, que realiza un acercamiento a la obra, y personalidad, de este autor. Un autor, por cierto, con un espíritu muy rock´n´roll. ¿está Miller dentro de tu elenco de guionistas y dibujantes favoritos?

Yo fui un consumidor compulsivo de comic en mi niñez y adolescencia, pero llegó un momento en que tuve que dejarlo a un lado para volcarme por completo en la música, el cine y la literatura, simplemente porque el día no da más de sí. Compraba cada mes Creepy, 1984 (posteriormente Zona 84), Cimoc, Metal Hurlant y El Víbora… y comics de Marvel, DC y EC… Han pasado décadas desde entonces y no he seguido el mundo del comic, pero conservo muchos comics y tomos recopilatorios de mis favoritos, y compro viejos números ocasionalmente. A mí me gustan sobre todo los superhéroes de Marvel y DC. Mi favorito es Silver Surfer. Tengo mi casa llena de figuras Silver Surfer y conservo todos sus comics. Fue grande ver aquella vieja peli de Richard Gere titulada “Breathless”, aquí creo que la titularon “Vivir sin aliento”, en la que encarnaba a un personaje muy cool que leía comics de Silver Surfer. Al ver aquello, la complicidad fue instantánea, ¡había más seguidores de Silver Surfer en el mundo! Entre mis favoritos están The Avengers, Fantastic Four, The X-Men, Batman… Adoro a Spiderman desde niño, siempre me fascinó el Capitán América, me gustan mucho los viejos comics de Batman de distintas épocas… Y las historietas terroríficas de DC, como “Tales From the Crypt”, me vuelven loco. Pero no soy un erudito del comic en absoluto. Frank Miller es esencial, por supuesto, pero no he seguido toda su carrera. Hace poco perdimos a Richard Corben, por cierto, que era uno de mis dibujantes preferidos en mi etapa de teenager.

César Martín viendo a Motörhead… con sólo 13 años

Y ahora sí, hablemos del libro. Es una deuda pendiente que tenías para los lectores del Popu, y me da que para ti también. Ha costado ponerlo en marcha (¡lustros!) pero, oye, una vez te has puesto a la obra ha sido todo muy rápido, porque ¿cuánto tiempo has consumido entre dar la última forma a los textos y proceder a la maquetación e impresión del ‘No me judas…’?

Han sido unos pocos meses. Cuando yo me meto a fondo en algo, es como si estuviese poseído… Casi ni duermo hasta que lo termino, así que pude sacarlo adelante en unos pocos meses y me gusta mucho cómo ha quedado.  Mientras le fui dando forma al libro, no tuve que pensar en la pandemia, así que fue una buena terapia. Estoy muy satisfecho con el resultado. Quería que captase el espíritu underground de la sección y creo que está en su punto.  Incluso he podido añadir algún detalle personal importante para mí, como esa sucesión de imágenes de Sam Alexander arrancándose el rostro. El No Me Judas debe tener ese factor incómodo. Está muy bien recordar las grandes películas de Bette Davis o los discos inolvidables de Roy Orbison, pero inevitablemente después te encontrarás a una mujer trepanándose o a un fulano colgado con ganchos de un árbol. Y un detalle importante, un bonus extra a tener en cuenta, los gramos que pesa: 666. Pruébalo cuando quieras con cualquier báscula. ¡Evidentemente el “No Me Judas, Satanás!!!” no podía tener otro peso!

Repasando las RRSS, si por los lectores del Popu fuera, el libro hubiera tornado en una enciclopedia de cientos de páginas, ya que hay infinidad de ‘No me Judas…’ especiales para cada uno de ellos. A la hora de conformar este primer volumen, ¿qué te llevó a apostar por estos protagonistas?

Desde que empecé a plantearme la posibilidad de publicar un libro del No Me Judas hace muchos años, tuve claro que una serie de personajes deberían estar ahí… Errol Flynn, Lenny Bruce, Houdini, Frank Sinatra, Joan Crawford, Bette Davis, Traci Lords, Aleister Crowley, Divine, John Waters, Hank Williams, Montgomery Clift, John Mellencamp, Lon Chaney Sr… Para mí, todos ellos son la esencia de esa extraña sección… Imagínate si me siento aferrado a algunos de ellos, que les he dedicado el No Me Judas en un par de ocasiones con un montón de años de diferencia entre una y otra, ¡porque les echaba de menos! Eso sucedió con Errol y con Lenny Bruce, por ejemplo. Me quedé con ganas de incluir también a Howard Hughes, Frances Farmer, Steve McQueen, Cary Grant, Guns N’Roses, Tod Browning… Pero todos ellos aparecerán en el segundo volumen. Y de hecho, es bueno que haya sido así, porque de ese modo el segundo libro será tan potente como el primero. Howard Hughes es un personaje tan fascinante como Errol Flynn, y Cary Grant no tiene nada que envidiar de Montgomery Clift. Ahora me pillas justo en el momento en el que estoy intentando decidir qué textos inéditos escribiré para el segundo volumen, y el abanico de posibilidades es tan amplio, que es algo realmente excitante. Me encanta escribir, tío… Cuando estoy solo de noche con mis ideas en la cabeza y ningún tipo de limitación, me siento feliz. Siempre me ha gustado mucho escribir en el Popu, y la experiencia con el primer volumen del No Me Judas ha sido tan satisfactoria, que va a ser increíble preparar el segundo, y añadir cosas nuevas. Aunque te cueste creerlo, yo disfruto esto tanto como los fans de la sección. Amo el puto No Me Judas, y me encanta que exista ahora en formato libro.

Mencionaba antes lo del primer volumen porque, para nuestra alegría, habrá en un tiempo una segunda parte… ¿y quizás más?

Por ahora sólo está previsto el segundo volumen. Yo vivo el presente. No me importa ni el pasado ni el futuro. Vivo el día a día. Y mi proyecto ahora es el segundo volumen del No Me Judas. Claro que podría haber un tercer volumen algún día, pero por ahora no me lo planteo, más que nada porque tengo otros libros en mente al margen del No Me Judas. 

Imagino que bastante stress tienes ahora para dar respuesta y salida a todos los pedidos como para ponerte una fecha fija para comenzar a gestar esa segunda parte, pero… ¿será durante este mismo 2021?

¡Sí, por supuesto! Estará disponible en unos pocos meses.

Idem con esta pregunta. Creo que el ‘No me Judas…’ termina por completar un sueño que tenías por cumplir, pero lo cierto es que, por todos los textos que te he leído, creo que tu firma asociada a un título ya sería sinónimo de obra interesante. En ese sentido, ¿existe la posibilidad de, en unos años, y también quizás como autoedición, hagas un libro con un enfoque diferente (recopilando entrevistas, anécdotas, etc, especiales, quizás similar al muy atractivo también ‘Todo en el Nombre del Rock´n´Roll’ de Fernando Tanxencias)?

El libro que tengo en mente desde hace más de diez años es una recopilación de mis entrevistas con mujeres incónicas del mundo del entertainment. No es ni mucho menos un proyecto que vaya a interesar a tanta gente como los libros del No Me Judas, y me da exactamente igual, es algo que tengo que hacer para mí. Tengo alrededor de 50 entrevistas con mujeres fascinantes y deseo recopilar las mejores, y escribir nuevos textos sobre cada una de ellas. Algunas ni siquiera están ya en este mundo y llegaron a ser muy buenas amigas mías, otras siguen siendo amigas en la actualidad, también hubo casos en que la experiencia se limitó a un solo encuentro, pero no pude publicar la charla al completo… Es algo muy personal que me hará feliz. Ahí estarán Ginger Lynn, Marilyn Chambers, Brenda Lee, Sean Yseult, Liz Renay, Cynthia Plaster Caster, Vanessa del Rio, Mink Stole, Mary Woronov, Sally Kirkland, Kitten Natividad, Pamela Des Barres, Wanda Jackson, Mamie Van Doren, Jeanne Carmen, Elvira, Bunny Yeager, Seka, Caroline Munro, Nina Hartley, Dixie Evans… Hay tantas anécdotas que contar, tantas conexiones curiosas, tantas fotos inéditas… Ya tengo el título y la espectacular foto de portada, pero quizá tarde dos años en ver la luz. No tengo prisa. Será un libro muy respetuoso, nada de cotilleos chungos. Es mi homenaje a todas ellas. Y antes es muy posible que publique el libro dedicado al Correo del Popu, que ya he empezado a preparar y que va a ser una absoluta locura. Incluiré nuevas entrevistas con lectores, además de sus cartas y mis contestaciones. Ese es un proyecto que me encanta, porque amo esa sección también. Ha sido, y sigue siendo, una parte muy importante de mi vida. 

Aprovecho que te tengo aquí para como consumidor voraz de libros, pelis, etc, pedirte alguna recomendación de lectura o visionado para este comienzo de año, aunque  no sea novedad, sino de hace tiempo. Yo he flipado con el libro de Steve Gorman sobre las tribulaciones de los Black Crowes. ¿Has podido leerlo? 

¡Claro que leí el libro de Steve Gorman! ¡Me encantó! Es uno de mis libros de Rock favoritos de los últimos años.  The Black Crowes es una de las bandas de mi vida y Gorman ha hecho un gran trabajo. Evidentemente los hermanos Robinson daban muchísimo juego para un libro, pero fíjate en el caso de Bruce Dickinson, por ejemplo: su libro podría haber sido espectacular, y sin embargo desaprovechó totalmente la oportunidad, omitiendo detalles sobre su vida personal, y dejándonos muy a medias con la parte dedicada a sus primeros años al frente de Iron Maiden. Me gustó, pero ni mucho menos lo disfruté tanto como el de Gorman. ¿Recomendaciones para leer?, a ver, esto es siempre algo muy personal. A mí por ejemplo me gustan mucho los libros bélicos, pero en 2020 decidí apartarme de ellos, porque la realidad que nos estaba tocando vivir empezaba a parecerse demasiado a una guerra, así que no necesitaba pensar encima en la caída de Berlín y en Adolf maniobrando desde su búnker. Ahora vuelve a apetecerme leer sobre contiendas bélicas, y quizá retome en los próximos meses un par de libros de Antony Beevor que tengo a medias: “Stalingrad” y “Ardenas 1944. La última apuesta de Hitler”. A mí ese tipo de mierda me pone mucho. Aguanto incluso detalles tediosos como el modelo del tanque de turno y cosas similares. Es algo que siempre me atrajo. De niño coleccionaba parafernalia militar de la 2ª Guerra Mundial y de Vietnam, y siempre me gustó leer sobre ello. La guerra es horrible, evidentemente, y no fantaseo con ella, pero me interesa la Historia e indagar en períodos muy oscuros que no quedan tan lejanos en el tiempo. También me gustaría retomar un libro que me regalaron unos buenos amigos hace años, titulado “KL: Historia de los campos de concentración nazis”. Es acojonantemente denso y deprimente, y lo tuve que dejar a medias porque me estaba agobiando, pero empieza a apetecerme volver a él. ¿Qué más?… Tengo pendiente la biografía oficial de KISS, “Nothin’ To Lose”, dedicada a sus primeros años, y aunque ya me conozco toda su historia en profundidad, siempre me gusta que me cuenten más anécdotas sobre ellos. Y podría seguir y seguir citándote títulos, porque devoro libros todo el tiempo… Espero leer pronto también una biografía que compré hace poco de Whitney Houston que ha escrito su novia y que es totalmente respetuosa, quizá me decida a leer por fin la biografía de Bowie, “Starman” de Paul Trynca que compré hace un montón de años… Hace tiempo leí otro libro sobre Bowie que me encantó: “A Life” de Dylan Jones, una biografía oral muy completa. Y si hablamos de cine, la verdad es que desde que hicimos aquel Popu dedicado a Halloween en octubre de 2019, vivo un continuo revival de pelis de terror… “Hellraiser”, “Viernes 13”, “Elm Street”, “Basket Case”, “Demons”, “Posesión infernal”, “Re-Animator”, “Halloween”, “La matanza de Texas”, “Maniac Cop”, “Las colinas tienen ojos”… ¡no consigo salir de ahí! También veo mucho cine clásico de los años 30 y 40, como he hecho siempre. Este año me he propuesto recuperar los viejos musicales de Gene Kelly y Fred Astaire, para rebajar un poco el dramatismo que estamos viviendo. Y rastreo constantemente la programación de Netflix y HBO… Hay muy buena mierda ahí… El otro día volví a ver el último especial de comedia de Ricky Gervais y me encantó… Es un tipo tan brillante… Otra cosa pendiente es la última temporada de “Twin Peaks”. No la vi en su momento y acabo de comprar el pack, pero no sé cuándo diablos encontraré el momento de ponerme con ella, porque evidentemente no puedes enfrentarte a una obra como esa con prisas. Quiero degustarla con mucha calma. Adoro a David Lynch.   

Y en estos meses tan duros me ha servido de gran ayuda revisionar Senfield… ¿qué te parece esta serie, o te pareció en su momento? ¿En qué libros, y pelis, te has apoyado tú estos meses de pandemia para ‘respirar’?

Nunca fui un gran seguidor de la serie “Senfield”. Me gusta, recuerdo con cariño algunos capítulos, pero no está entre mis favoritas. Curiosamente prefiero mucho antes su actual programa “Comedians in Cars Getting Coffee”, y me hará muy feliz cuando grabe nuevos episodios, porque ya me los sé todos de memoria. Recurro a ella a menudo, cuando tengo veinte minutos libres en un viaje en tren o lo que sea. La he visto docenas de veces. Me gusta mucho el humor de Senfield en persona y su pasión por la comedia, pero no disfruto tanto la serie “Senfield” ni sus actuaciones de stand up comedy… Es algo curioso. El humor de sus shows es demasiado “clean” para mi gusto, pero en persona es un ególatra engreído maravilloso, un puto rockstar con toneladas de actitud, y eso me encanta. En estos tiempos tan insufribles con la obsesión por lo políticamente correcto, se agradece que un tío diga lo que le salga de la polla sin temor a las consecuencias. Senfield está de vuelta de todo. Es de los que piensan que se puede bromear con todo: la muerte, la enfermedad, lo que sea. Yo no lo veo necesariamente así, tengo mis temas tabú, pero me gusta alguien como él. La verdad es que a mí la comedia me fascina tanto como la música, el cine o la literatura. Combino alegremente a Slayer con Louis CK, y a Ghost con Bill Burr o con Conan O’Brien. Y Jerry Senfield está ahí.

Sobre el Autor

Carlos Molina
Coordinador de las webs ORPHEO y RockinBilbo, fiel melómano, y amante del séptimo arte (y el noveno, esto es, el comiquero). Durante 12 años fue responsable del fanzine ORPHEO, antesala de esta web, del que editó medio centenar de números, junto a especiales varios dedicados a Héroes del Silencio, Bunbury y U2.
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