Goyo Jiménez: «este nuevo EEUU de Trump está pidiendo a gritos Aiguantulivinamerica 2»

Texto: Carlos Molina.

Goyo Jiménez regresa con la «precuela» de su exitoso monólogo «Aiguantulivinamerica», que estará desde este jueves 16 y hasta el 26 de agosto en el Teatro Campos Elíseos de Bilbao para representarse posteriormente en lugares como Vigo, Madrid y Barcelona. Con el simpático cómico hablamos de este show y otras muchas cosas.

Regresas con algo muy cinematográfico. Iba a decir secuela, pero me has apuntado ya que en realidad es una precuela…

Sí. La precuela se impuso en el cine, sobre todo en el comercial, porque en el porno es más difícil hacerlas (risas). Es una broma que hacemos al comienzo del espectáculo, queríamos hacer la precuela de «Aiguantulivinamerica», y no la secuela.

Los vídeos y fragmentos que se grabaron de «Aiguantulivinamerica 1» para televisión y que luego se han pasado a Internet pasan los 55 millones de visitas, lo que te puede dar idea de la responsabilidad que tenía al hacer una segunda parte, que no quería hacerla, como no quería encasillarme como el «de los americanos», aunque la gente me encasilló así. Hice varios shows para mostrarme como un creador y no sólo como el creador de una única cosa. Funcionó y cuando ya la gente ha estado relajada ha sido cuando he podido afrontar esto más. Aparte de que este nuevo EEUU de Trump lo está pidiendo a gritos, ¿no?

¿Y cómo ha sido volver a esas raíces? ¿Más complicado o sencillo de lo que pensabas?

Lo increíble es que descubres lo poco que sabes sobre ti realmente. De repente, gente que son muy fans o que han colaborado en el show, comenzando por mi mujer, te dicen: «no, esto es así», detalles que recuerdas de otra forma y luego compruebas que tienen razón. Es una cosa asombrosa cómo el cerebro modifica las cosas y las construye de otra manera.

Es algo que me pasó trabajando con Santiago Segura en Torrente. El decía, «no, esto Torrente no lo haría así», y te das cuenta que cuando eres muy fan de algo entiendes que lo que has creado no te pertenece a ti, sino a la gente, a quien lo ha visto. Está en su cabeza y lo recuerda muchas veces mejor que tú. Es algo muy flipante.

Para la gente que disfrutó del show en su primera parte, o en esos fragmentos que pululan como dices por Internet, ¿qué mensaje les dirías? ¿Que se preparen para un planteamiento similar o diferente?

Hasta ahora , en las funciones previas a la presentación oficial que hemos hecho, los comentarios de la gente han solido ser: «te has superado», o «lo has vuelto a hacer». He intentado explicar el por qué de mi obsesión americana, y de ahí que sea una precuela, y mientras que en la primera parte hablaba desde una generalidad, ahora hay una especie de construcción de tesis en torno a esto, explicar, con la broma, por qué los americanos son así y nosotros asá. Algo que desde tiempos remotos se intenta hacer, construir una especie de Arcadia idílica donde todo es estupendo, y compararlo con tu situación, como en Gulliver. Una tierra donde todo es mejor y te permite verte en ese espejo.

Está muy bien porque te permite reírte de ti mismo, y descubrir la cantidad de cosas que damos por normales o buenas de las películas o series. Tú le preguntas por ejemplo a la gente que quién asesinó a Kennedy y todo el mundo da por supuesto que fue una conspiración. Ronald Reagan tenía una frase que decía algo así como «si Hollywood vende, Estados Unidos vende», y es una gran verdad. Mientras Hollywood siga vendiéndonos su imagen, continuaremos creyendo lo que Hollywood quiera que creamos.

Si algo parece unir a los diferentes rincones de España es ese humor y reírnos… aunque a veces más en plan cabroncete y de lo que le pasa al otro que de nosotros mismos.

Fíjate que corren malos tiempos para reírse uno mismo. Ultimamente la gente se ríe de uno mismo siempre que uno mismo sea otro, ojo. Porque en cuanto se ve identificado en la broma, no sé el porcentaje, pero uno de cada x salta.

Hemos bajado el porcentaje de comprensión lectora a niveles brutales en redes sociales y los de comprensión auditiva también. Ahora vamos al titular por culpa del click, y la gente se ofende.

Están las sensibilidades muy poco proclives a la broma según qué individuos. No puedes hablar de esto, opinar de lo otro… es así, es como intentar limitar. Es como: yo me puedo reír de quien cualquiera, pero si me veo reflejado ya no me hace tanta gracia. En todas las culturas y periodos hay una especie de momento en el que parte de la sociedad pierde el sentido del humor, y se lo contagia a la otra parte.

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