Texto. Txema Mañeru.

¡No hay dos sin tres! En la antigua página de Orpheo nos hicimos ecos a primeros de 2016 y de 2017 de las dos primeras partes de esta gran trilogía de una de las mejores y más instructivas novelas gráficas históricas de la presente década. Su título “CHE. Una Vida Revolucionaria” y su editorial Sexto Piso Ilustrado. Sus autores, dos reputadísimos y cotizadísimos autores.

Los contrastados, y llenos de calidad, textos a cargo del periodista y escritor Jon Lee Anderson. Además de ser trabajador en The New Yorker tiene libros en Sexto Piso como “La Herencia Colonial y Otras Maldiciones” y también un excelente relato sobre Libia, “Crónicas de un País que ya no Existe, Libia, de Gadafi al Colapso”. Además cuando leas esta reseña estará a punto de publicarse su siguiente trabajo en la Colección Sexto Piso Realidades titulado “Guerrillas. Viaje al Mundo Insurgente”, cuya idea le ha sobrevenido haciéndose cargo, precisamente, de esta historia sobre la vida del Che. Además de Cuba, se pasea por las guerrillas zapatistas, el FMLN de El Salvador, los muyahidines de Afganistán, el Ejército de Liberación de Karen, de Birmania, el Frente Polisario o las células palestinas en Gaza.

De los expresivos y vivos dibujos el encargado es el mexicano José Hernández, un caricaturista que trabaja para varios destacados periódicos y que también tiene otra destacada obra en Sexto Piso como es “Septiembre. Zona de Desastre”.

Pues bien, ahora en la flamante nueva web de Orpheo nos hacemos eco del final de la trilogía con “El Sacrificio Necesario”. A pesar de estar “asentado” en Cuba y con una amplia “familia” en 1965 tomó la decisión de abandonar la isla. El Che consideraba que una revolución para seguir viva no podía detenerse. Su aventura y ese instinto revolucionario le llevaron al Congo y a Bolivia y esos últimos viajes es lo que nos aparece en este final de la emocionante novela gráfica de su vida. Su idea era clara, “En una revolución se triunfa o se muere, si es verdadera”. Su revolución fue verdadera y por eso murió. Él fue consecuente hasta el final y se necesitarían, hoy en día, muchos más hombres así para poder intentar arreglar la deriva a la que estamos llevando este mundo “civilizado”. Aquí se suele decir en tono serio o jocoso, según ideologías, eso de “Si Franco levantara la cabeza”. Yo entono ahora, viendo la que está cayendo y la que se nos viene encima, “Si el Che levantara la cabeza”.

Esta novela gráfica o cómic histórico es una excelente manera de conocer una biografía básica de la historia del siglo XX y de aprender su parte de valores positivos. Los trazos visuales de Hernández son geniales y rebosan vida y maestría a un tiempo. La excelente parte literaria de Anderson ahonda con buen tino en esas contradicciones del Che y de todo ser humano. Está su lado más heroico, pero también su parte más trágica. Puedes conseguir todavía las tres partes en www.sextopiso.com y de paso conocer una excelente editorial con volúmenes muy diferentes pero siempre muy cuidados en su presentación.

Aquí tenemos otras 150 apasionantes páginas que comienzan con su emotiva frase y declaración de principios. “Mi casa rodante volverá a tener dos pies y mis sueños ningún límite, al menos hasta que hablen las balas!. Luego está en las viñetas y en su historia su portada en el “Time”, su llegada al Congo vía Egipto (¡qué maravillosas viñetas de ciudades y pueblos, también!), su amor por la poesía española o su misteriosa desaparición. ¡Y hasta un aclaratorio Epílogo! ¡Historia pura e historia apasionante y perfectamente narrada y dibujada!