Libros del Kultrum: «trataremos de mantener la velocidad de crucero fijada a razón de un libro al mes»

Texto: Carlos Molina.

Tenemos nuevo sello editorial, Libros del Kultrum, dispuesto a hacer las delicias de todos los amantes de títulos de contenido melómano… y excelso. Atención a sus dos primeros lanzamientos:  «Reacciones Psicóticas y Mierda de Carburador» y las memorias de la gran Nima Simones. Detrás de la editorial hay gente curtida y con las ideas claras. Sobre este nuevo proyecto hablamos con su editor, Julian Viñuales (fotos: Miquel González / Shooting).

¿Quién (es) y cuándo se puso en marcha la editorial, y con qué objetivo?

Dos melómanos consumados -uno de ellos músico profesional y gran contrabajista, Manuel Álvarez, afincado en la périda Albión; y el segundo, un inveterado coleccionista y amante por igual de todas las músicas, Octavi de Daniel, responsable, a su vez, de haberme contagiado, a la temprana edad de 12 años, la costumbre de pasar las tardes escuchando música- y un correveidile y aprendiz de editor -un servidor-. Tres «notaheridos», en suma, al servicio de una buena causa: seguir escudriñando en la vida y obra de los grandes creadores de la música contemporánea.

¿Cómo definirías la filosofía del sello?

Se antojaría un poco presuntuoso -y harto de pompa- hablar de filosofía del sello con un solo libro desempolvando anaqueles. Sí nos une una suerte de voyeurismo insaciable y -me atrevería a decir que- la ilusión compartida por revivir las andanzas de tantos ilustres mártires del compás… a lo largo y ancho del espectro musical.

¿Por qué os decidisteis a debutar con «Reacciones Psicóticas y Mierda de Carburador», y cómo ha sido la recepción del mismo tanto en crítica como en ventas hasta el momento?

Es la piedra angular de la crítica musical en el rock, y un tributo al visionario maestro del género que la emprendió con el obsecuente servilismo de Rolling Stone y otras revistas de la época -comandadas por los amedrentados lacayos (Jan Wenner et al.) de los potentados de la industria discográfica-. Es un documento de época único, sin más condicionantes que cuanto le dicta su incorrupto paladar; y no abundan los críticos que se hayan atrevido a esgrimir sus ideas sin temor a contravenir los intereses del Gran Capital. No tiene parangón en la historiografía roquera, pese a los muchos imitadores que han acometido la tarea sin la misma suerte.

La bienvenida dispensada por los medios están siendo asombrosamente cálida y confieso que, hasta cierto punto, abrumadora incluso. Cierto es que Lester es, además, compañero de armas de muchos de los que han reseñado su obra en estos días, y una de las grandes firmas del nuevo periodismo y sumo practicante del gonzo en el frente musical; razones por las que creo que se le reconoce, con especial cariño, la tarea realizada por este caso único en la, a la sazón, emergente crítica roquera.

¿Qué feedback estáis recibiendo por parte de medios y de lectores en estos primeros pasos como editorial?

Libreros, periodistas, críticos, lectores, amigos… están acogiendo, de muy buen grado, la propuesta; y, pese a ser un sello perfectamente desconocido, la buena nueva empieza a circular por las redes entre propios y extraños… pero hay que tomárselo con la calma debida y tratar de mantener la velocidad de crucero fijada: a razón de un libro al mes.

Planes y novedades más inmediatas para este final de 2018 y comienzos de 2019…

Sobrevivir e ir afianzando nuestra presencia en las librerías y en la memoria de nuestros lectores. Seguirán las memorias de Donald Fagen, Gil Scott-Heron, Roger Daltrey, Chris Franz… El cancionero bilingüe de George Harrison, anotado por el propio Harrison… y un largo, etc.

Algún sello que admires por su trayectoria o con el que compartáis relación…

Faber & Faber en el Reino Unido, Minimum Fax en sus inicios -y la aventura emprendida por Marco Cassini, a continuación, con Sur Edizioni-, Il Saggiatore, Da Capo Press, Seven Stories Press, muchos de los sellos estadounidenses que actualmente conforman el conglomerado de ultramar de Penguin Random House (Knopf, Pantheon, Doubleday… o la extinta Blue Rider Press).

Orpheo nació como un proyecto musical. En ese sentido, ¿qué compositor o grupo crees que podría poner banda sonora al espíritu del sello?

Martin, Medeski & Wood.

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