Texto: Edu Gascón          Sin temor a equivocarnos podemos decir que hay pocas propuestas tan creativas como la banda que nos concierne: los barceloneses Ominira. Y no por la anécdota de que hayan escogido a sus madres como portada de este su último disco (que también) sino porque ellos redefinen el concepto de música y lo unen a un ideario de conciencia realmente ecológica.

Ominira es una banda que aúna música y ecología de manera magistral. La componen Adrià Martí (trompeta y electrónica), Alexis Rossell (guitarra y coros) y Eric Segura (voz y percusión).  “Mama” es su nuevo trabajo. Un álbum de afroelectronic dub & nature beats grabado bajo el sello The Yellow Gate Records.  Un viaje musical, sensorial y experimental a través de una selva imaginaria en la que las bases de dub y afrobeat electrónico conforman el entorno físico en el que coexisten guitarras, voces, trompetas e instrumentos de percusión. Una oda a la figura materna y un reconocimiento a la sabiduría. Pero a la vez fragilidad de nuestra madre tierra. Un disco que quiere defender los valores del ecologismo y del respeto por el medio ambiente.

La mayoría de bandas insisten en profundizar en sus raíces musicales. Ellos son un grupo de músicos sin dichas raíces, “rootless musicians” o, ¿por qué no?, con unas raíces muy delgadas. Raíces con grandes nódulos en Europa del norte, América y Gran Bretaña.

Además, su originalidad no radica en la mezcla sino en qué elementos mezclan y en cómo los mezclan. Se trata de un eclecticismo mesurado. Partiendo de una base rítmica y una constancia en el ritmo que permite crear una sensación de trance o mantra sonoro. Es una música muy apta para el baile y el movimiento sentido. Profundo y caliente, como el que  transmite el reggae-dub, el house o el techno: el groove como protagonista.