Texto: Edu Gascón

El estadounidense Ryley Walker girará durante el mes de noviembre por nuestros escenarios para presentar su nuevo disco, “Deafman Glance”, que se publicará el 18 de mayo. Las ciudades por donde pasará su tour son las siguientes: Barcelona (19 de noviembre, Sidecar), Madrid (el 20, El Intruso), Sevilla (el 21, Sala X) y San Sebastián (el 24, Dabadaba).

“Deafman Glance” (Dead Oceans / Popstock!), su cuarto LP, producido por el propio Walker y por Leroy Bach, ha sido grabado en los Minbal Studios de Chicago. Sus canciones son el resultado de la colisión entre considerar lo que ha aportado la improvisación a la música de Ryley y el estrés de estar intentando hacer un disco de anti-folk. En palabras de su autor, se trata de un álbum “de sonido Chicago”, algo que él mismo define como “ese tren que siempre está acercándose hacia ti, pero nunca llega”. Para presentarlo en sociedad ya circula el primer single, la odisea de jazz-rock tranquilo de seis minutos y medio de duración titulada “Telluride Speed”.

Ryley Walker es un cantante y guitarrista del estado de Illinois que desde el ecuador de su veintena se ha sabido mover como pez en el agua por una senda estilística que comulga, poniéndolo al día, con el legado de nombres como Pentagle y Jackson C. Frank. Son solo un par de ejemplos, como también podría servir el del primer Van Morrison que sitúan bien sus coordenadas de partida.

Talentoso y precoz, y hasta cierto punto algo erudito en su aplicación de la ligereza de Bert Jansch, pero desde una naturalidad que es solo suya, Walker ha ido ganando seguidores a lo largo de este último lustro entre esos aficionados que saborean con igual deleite el “American Beauty” de Grateful Dead que los pasos de Hiss Golden Messenger.