Toby Keith, Ray Wylie Hubbard, Colter Wall y los Hard Working Americans: gran música Americana de raíces en Thirty Tigers / Popstock!

Texto: Txema Mañeru.

Actualmente uno de los mejores sellos de música de raíces americanas es Thirty Tigers desde Nashville. Junto a New West y Bloodshot Records quizás sean mis tres favoritos. En Thirty Tigers, que distribuye aquí la gente de Everlasting Records / Popstock!, tenemos nombres veteranos más cercanos al country más tradicional como Toby Keith o Ray Wylie Hubbard, pero también hay nombres jóvenes más renovadores como Colter Wall. No faltan tampoco propuestas más decantadas hacia el lado más rockero como la del súper-grupo Hard Working Americans. Pero tienes muchos más artistas interesantes si te pasas por www.thirtytigers.com. ¡Se merecían este amplio repaso que comienza por Toby Keith!

Toby Keith: «The Bus Songs» (Thirty Tigers /Popstock!)

Nuestro hombre de Oklahoma hace muchos años que se mudó a Nashville. Allí se ha convertido en uno de los mejores cantantes de country de su generación y también en un auténtico outlaw, amigo hasta del mismísimo Willie Nelson. Tiene ya más de 20 discos y hace poco tiempo apareció en el puesto 96 de la lista de la Rolling Stone con «The 100 Greatest Country Artists of All Time».

Este «The Bus Songs» de hippy y bonita portada viene en uno de los mejores sellos de country del momento, Thirty Tigers que es distribuido aquí por Everlasting / Popstock!). Puede parecer un disco menor, pues de sus 12 canciones tan solo dos son totalmente nuevas. Otras 5 son clásicas suyas y las ha regrabado de manera fresca. Otras 5 eran previamente conocidas tal cual y habían aparecido en algunos de sus discos con los que ha vendido más de 40 millones de copias.

Comienza con humor y muy outlaw clásico, pero también con la sabia de jóvenes del sello como Colter Wall, con reciente y estupendo disco homónimo. El título es ‘Shitty golfer’. Luego llega el primer single, ‘Wacky tobaccy’, con apología a la marihuana y en cuyo vídeo aparece el mismísimo Willie Nelson. Suena eléctrico y con el gancho de jóvenes o no tanto como Shooter Jennings, Ryan Bingham o Dwight Yoakam. Suena a country más clásico y veloz con violín, steel guitar y buenas voces en un fantástico y divertido estribillo en ‘Call a marine’. ‘Hell no’ es un precioso lento estilo Nashville pero con corazón real. y en ‘The size I wear’ se vuelve a electrificar en plan rock combinando la eléctrica y la pedal Steel guitar con un endiablado ritmo. No pueden faltar buenos banjos como el de ‘Ballad of Balad’ que lleva el ritmo, mientras la voz, arropada por violín y pedal Steel, la bonita melodía. Encima se despide con dos buenas muestras en directo como ‘Weed with Willie’ y ‘Get out ot my car’. ¡Yo me subo a su coche… y a su caballo country!

Ray Wylie Hubbard: “”Tell The Devil I’m Getting’ There As I Can

¡El viejo cabrón se ha marcado una nueva bofetada en toda la jeta de todos los seguidores del country más “light”! Comenzando por la espléndida y rabiosa portada y siguiendo por el desafiante y brutal título. ¿Las canciones? Hubbard en estado puro. Sabe que la vida le ha dado una segunda vida y por eso se acuerda de amigos e ídolos caídos como Townes Van Zandt, Lightin’ Hopkins, Guy Clark o Ernest Tubb. Por eso sigue viajando en vagones de trenes de cuarta categoría y contando sus bíblicas historias sobre pecado, dolor y redención. Sigue pasándose el country de Nashville por el forro de los huevos y haciendo casi más blues y folk que country convencional.

Su voz, con el duro paso de la vida, se hace cada vez más grave y se acerca a la de Johnny Cash y así comienza con la dura “God Look Around”. Se adentra en el blues más profundo en la confesional ”Dead Thumb King” y la armónica y las guitarras de “Spider, Snaker And Little Sun” y su aire pantanoso nos hacen acordarnos de Tony Joe White. Aunque este tema es una oda la trío de blues formado por Koerner, Ray & Glover. Se pone trotón y rock’n’roll a lo Steve Earle en la eléctrica “Lucifer and the Fallen Angels” cantando a Nashville y a Lucifer. Por cierto que con las guitarras le ayuda su hijo Lucas y lo hace de maravilla. El disco se lo dedica a su productor de siempre, recientemente fallecido, George Reiff y las canciones son historias recientes escritas sobre sus andanzas tras la publicación de su reciente y espectacular autobiografía, “A Life… Well, Lived”.

También están logrados los temas más desnudos y agrestes a lo Townes Van Zandt como “House of The White Rose Boquet”. El capítulo de colaboraciones también es brillante. La estrella del country más “convencional”, Eric Church y Lucinda Williams le secundan a la perfección en el sentido tema que titula el disco. En la rebelde y confesional “The Rebellious Sons” son  Bright Lights Social Hour la buena compañía. En el cierre es el turno para una Patty Griffin que da calor a una introspectiva y hermosa “In Times Of Cold”. ¡Al viejo tejano parece que todavía le quedan unas cuantas balas en la recámara!

Hard Working Americans: “We’re All In This Together”

Me gusta la idea y la esencia que motivó la creación de los Hard Working Americans. También me gustan, por separado, los músicos que componen este verdadero súper-grupo. Su idea era hacer un grupo de música americana de raíces y dirigido a la clase obrera, como ya indica su propio nombre.
Se juntaron por amistad en 2013 y con la mente puesta en un concierto benéfico para recaudar fondos para los damnificados en unas duras inundaciones en Colorado. Su inspiración musical mayor se encontraba en Grateful Ded o The Allman Brothers Band, pero también en toda la movida de jam bands. Al frente en cantante y compositor Todd Snider bien secundado por Dave Schools y Duane Trucks de los Widespread Panic. Además el gran Neal Casal, de la banda de Ryan Adams, pero también en Hazy Malaze o en Chris Robinson Brotherhood. También Jesse Aycock, con la steel guitar, de King Lincoln y los teclados de Chad Staehly, de los Great American Taxi. A estos músicos más o menos fijos hay que añadir las colaboraciones puntuales de John Popper, con su guapa armónica, de los Blues Traveller, Guy Clark, Jason Isbell, Dan Baird o Elizabeth Cook.

Su debut homónimo de 2014 fue uno de los discos más destacados de esa temporada. Y eso que estaba hecho a base de versiones. Eso sí de gente tan interesante como Randy Newman, The Bottle Rockets, Drivin N Cryin o Frankie Miller. En 2016 lo bordaron en “Rest In Chaos” (Thirty Tigers / Popstock!) y mayoría total de temas propios más la guapa “The High Price of Inspiration” de Guy Clark.

Pero los Hard Working Americans son una banda de directo y eso es lo que nos traen ahora en este caliente “We’re All In This Together”. Sin desperdicio de principio a fin comienzan pletóricos a medio camino entre los Grateful Dead y los Allman Brothers en una guitarrera “Mission Accomplished”. La lenta “Roman Candles” es una gozada puro Grateful Dead y la versión ya mencionada de Guy Clark, “The High Price Of Inspiration” les queda todavía mejor con la frescura del directo que la hace más ensoñadora aún. La lenta “Ascending Into Madness”, de la que salió el título de “Rest In Chaos” es una gozada aquí y los teclados y punteos expansivos de “Another Train” te vuelven a elevar por los aires como lo hacían los más inspirados Dead de Jerry Garcia. El fin de fiesta es un homenaje a Chuck Berry contagioso con “School Day (Ring! Ring! Goes The Bell)”. ¡Qué guapo sería ver a estos tipos en el próximo Azkena Rock Festival, por ejemplo, o en el Antzokia!

Colter Wall: “Colter Wall”

¡Qué estupenda bocanada de aire fresco para el country folk americano más tradicional! No me extraña en absoluto que se hablé de él como una de las más firmes promesas del género. Tampoco me extraña que Lucinda Williams haya escogido a este canadiense afincado en Kentucky de tan solo 21 años para abrir su última gira. Steve Earle es también uno de sus más rendidos admiradores.

En la producción del homónimo “Colter Wall” está el prestigioso David Cobb (Jason Isbell, Sturgill Simpson). La hace de manera espartana al estilo de Rick Rubin para las “American Recordings” de Johnny Cash. Un Cash al que admira, lógicamente, Colter, al igual que él hace con Waylon Jennings, Willie Nelson o Townes Van Zandt. De  hecho, a pesar de su juventud, su voz suena como si tuviera más de 50 años y es la base, junto a su guitarra de su sencillo sonido que a veces puede recordar al “Nebraska” de Bruce Springsteen o a los momentos más narrativos de Kris Kristofferson.

Pero es que además firma una mayoría de temas propios que cuentan magníficas historias de carácter muy humano que merece la pena conocer. Ya lo hizo en su debut con el EP, “Imaginary Appalachian” y lo ha aumentado en uno de los mejores debuts country de la presente década. Comienza rítmico y con sonido outlaw country en “Thirteen Silve Dollars”. Se muestra entrañable y delicado en una reposada (hasta en el título) “Codeine Dream”. Su voz transmite una gran emoción y los detalles con la steel guitar son una gozada total. Algo que también sucede en otra preciosa y relajada tonada como “Me and Big Dave”. Se marca una excitante murder ballad a lo Nick Cave en “Kate McCannon”. También añade un sobrio piano para insuflar aires blues a “You Look To Yours”. Una de las dos únicas versiones del disco es para una más que correcta “Snake Mountain Blues” de Townes Van Zandt. La otra es para el precioso dueto en el excelente tema tradicional “Fraulein”. ¡Si te gusta el mejor y más puro country ya puedes apuntar el nombre de Colter Wall!

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