Texto: Mikel Fernández (SurimiWorld).
Colosal disco en directo con el que los suecos actualizan su discografía, ya que el anterior álbum directo era el Wrath of the Norsemen de 2004. Mucho han cambiado las cosas desde entonces para Amon Amarth, en lo que ha sido una progresiva ascensión hacia la cumbre del mundo metalero.
Y es que Amon Amarth a base de trabajo duro y buenos discos han ido creciendo, hasta que pegaron el salto con el Jomsviking de 2016. Fue el disco con el que pegaron el salto definitivo, a costa de sacrificar parte de su sonido death metálico.
Pero en directo es otra cosa. Es ahí donde Amon Amarth son una máquina perfectamente engrasada. Y este The Pursuit of Vikings es una muestra perfecta de ello. Dividido en dos sets grabados en sendas actuaciones en el festival SummerBreeze de 2017, es un lanzamiento hecho a lo grande.
El set-list está muy bien repartido entre ambas actuaciones, apenas dejando fuera ningún clásico de la banda (aunque a mí personalmente me faltan An Ancient Sign of Coming Storm y Ride For Vengeance). Clásicos como Death in Fire, la inicial The Pursuit of Vikings, Victorious March, Live for the Kill o la infaltable Twilight of the Thunder God (de la que siguen tocando un solo muy alejado de lo que grabó Roope Latvala) forman parte del set-list, pero consiguen también que luzca A Dream That Cannot Be de su más reciente Jomsviking y en el que luce la colaboración de Doro Pesch.
El sonido de ambos conciertos es contundente, mucho más sucio que en disco, y es de apreciar que no se han corregido algunos gambazos que hay sueltos por los temas, lo que sin duda alimenta la sensación de autenticidad en lo que estamos escuchando.
Una nueva muestra de que Amon Amarth, hoy por hoy, son unas de las bandas más fiables en directo. Vale que sean los Manowar del death metal pero, ¿a quién no le gusta Manowar?