Archon Angel: «Fallen» (Frontiers Records)

Una de las bandas que el público metalero más echa de menos es, sin lugar a dudas, Savatage. Por las razones que fueran (que hay unas cuantas) la banda nunca llegó a tener el reconocimiento generalizado durante su carrera. Curiosamente, en los años más oscuros de la misma surgió la Trans-Siberian Orchestra como una especie de escisión/proyecto paralelo de sus miembros, con un sonido ligeramente más “comercial” y que sí logró ese éxito multitudinario.

Uno de los miembros de Savatage/Trans-Siberian Orchestra es Zak Stevens, quien ocupó el puesto de vocalista en 1993, cuando el cantante original Jon Oliva abandonó la banda. Permaneció en la misma hasta el año 2000, por lo que no tomó parte en el último álbum de estudio que grabaron (Poets and Madmen) pero sí estuvo en el multitudinario concierto de retorno de Savatage en el Wacken de 2014 (últimas noticias que se tiene de la banda, todo hay que decirlo).

Pues bien, durante su participación en el último trabajo de Timmo Tolkki (esto hoy va de viejas glorias, al parecer), trabó con contacto con el guitarrista Aldo Lonobile (Secret Sphere, Death SS), quien decidió montar estos Archon Angel, completando la formación con el batería Marco Lazzarini (Secret Spheres) y el bajista Yves Campion (Nightmare). a la vista del resultado queda patente que todos son músicos sobradamente solventes, cuyo trabajo queda coronado por la genial voz de Zak Stevens.

La propuesta de Archon Angel es un casi una réplica de los mejores años de Savatage. Se trata de un heavy metal a medio tiempo, que raras veces coge velocidad y muy melódico. Producido por el propio Aldo Lonobile, han logrado conjugar un sonido muy potente de guitarras con una muy buena ambientación de teclados (cortesía de Antonio Agate, teclista de Secret Spheres – banda a la que voy a tener que escuchar).

En cuanto a los temas, han logrado un equilibrio perfecto entre temas melódicos y cañeros. Todos tienen un estribillo pegadizo, bonitas melodías ya sean de guitarra o teclados y, en algunos casos, aires más hardrockeros (como Rise Who’s in the Mirror), pero donde de veras muestran su buen hacer es en el melódico Faces of Innocence y el final Return of the Storm, igualmente melódico pero donde se sueltan más el pelo, constando algunas de las partes más cañeras del disco.

Un más que digno proyecto de buen heavy metal. Se echa en falta algo más de caña, pero en general es un disco muy logrado, con un buen nivel instrumental y una voz que supone la guinda del pastel.

Sobre el Autor

Mikel Fernandez
Responsable del blog metalero Surimi World y colaborador en la web Made in Metal, al igual que, por supuesto, nuestro ORPHEO.
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