Quien fuera miembro de los míticos Suffering Down y ahora en Numen, el vocalista y teclista Eöl, presente una nueva entrega de su proyecto personal. Activo desde 1995, en este largo periodo de tiempo su producción asciende a 12 álbumes completos (encima con versiones alternativas de los cuatro primeros), más un compartido con los alemanes Murgrind.
Oscilando siempre entre el ambient, el dungeon synth y el black metal, la música de Elffor siempre ha sido sinónimo de oscuridad, y este Unholy Throne of Doom no iba a ser menos. Para este álbum la formación la completan Jabo (Numen) a las guitarras, Lander (Numen) se encarga de alboka, flauta, pandereta, Kaos Absoluto al bajo y Fran (Strappado) a la batería. Gente de reconocida trayectoria y bagaje cuya aportación no hace sino enriquecer el resultado final.
El disco se compone sólo de cuatro temas que, sin embargo, alcanzan una duración de más de 40 minutos, en los que los estilos anteriormente reseñados se funden magníficamente. Las guitarras suenan crudísimas, frías y descarnadas como en los primeros discos de black metal, completada por una voz totalmente desgarrada. Por contra los teclados, verdaderos protagonistas del álbum, van cambiando según el ambiente que transmite el tema, oscilando entre el sonido frío o el majestuoso. Por hacer una idea, la comparación que me viene a la cabeza es un cruce entre los Emperor iniciales y los Negura Bunget del Om en sus partes más atmosféricas.
Todos los temas rayan a muy buen nivel, desde la épica intro con orquestaciones de March of the Dead Souls, donde se alternan tempos rápidos y otros más pesados, coronados por buenas melodías de teclados y guitarras; en Basoaren Marmarrak se mantiene dicho juego de tempos caracterizándose por una mayor presencia de la guitarra en la mezcla; en Old Wizards Cavern destaca el rápido riff de guitarra acompañado de los teclados replicando melodía, cambio ritmo más pesado en batería, mejorando (aún más) en la segunda parte del tema; el cierre del álbum es Kaosaren Profezia, rápido y dinámico, con un muy buen riff y añ que la presencia de la alboka en la sección intermedia enriquece un montón.
Un genial disco de oscuro y frío black metal, esta última entrega de Elffor resulta ser una pequeña joyita.