Texto: Txema Mañeru.
¡Sigue la racha de Neo Sounds / Neo Person, con las excepcionales autobiografías o biografías musicales de grandes de la historia de la música! La de Tom Petty la llevó a cabo un fan y gran cronista musical como es Warren Zanes (The Del Fuegos). El “Testimony” de Robbie Robertson tampoco tiene desperdicio. Estamos hablando del hombre más importante de los esenciales The Band, sino de su líder. Todavía más recientes son las 672 páginas de “Otis Redding: La Biografía. Una Vida Inacabada”. El autor otro músico como Jonathan Gould. Pero si te pasas por www.alfaomega.es comprobarás que hay otros cuantos libros musicales interesantes más y ya te adelantamos que antes de fin de año habrá algún que otro título más que recomendable.
Ahora le llega el turno a un sincero Eric Clapton con “Clapton: Autobiografía”. 400 páginas que comienzan, con lógica, por su “Infancia” en la que ya nos cuenta cómo se sentía alguien especial desde sus 6 años de edad. Luego llegan 20 capítulos con los primeros de ellos con más interés musical. Sus títulos así lo dejan bien claro. Te hablamos de “The Yardbirds”, “John Mayall”, “Cream”, “Blind Faith”, Derek And The Dominos”, “Los Años Perdidos” y “461 Ocean Boulevard”. Si hubiera dejado en aquel momento su carrera seguiría siendo “Dios” como decían esas pintadas de los años 60 por Inglaterra. Me encantan las palabras de un gran escritor musical como Anthony DeCurtis, de quien te recomendamos sin dudar su biografía de Lou Reed. “Clapton nos descubre en estas páginas el viaje que lo ha llevado a la autoaceptación y la madurez. Cualquiera que admire a este artista y su música estará encantado de embarcarse en este viaje con él”. Más concretos pero igualmente explicativos son en USA Today. “Un autorretrato implacable”. Por supuesto que no faltan 16 buenas páginas de fotografías ordenadas cronológicamente que están sacadas de los archivos personales de Clapton por lo que la mayoría eran desconocidas hasta la fecha. Además de familiares pasan por ellas músicos clave en su trayectoria (también amigos), como The Yardbirds, Cream, Dealney y Bonnnie, Yvonne Elliman, George Harrison, Ron Wood o Muddy Waters.
Todavía más importantes para él son los músicos que pasan por el esencial “Epílogo” en el que comienza diciéndonos que los últimos diez años han sido los mejores de su vida y te lo crees. Claro que el original de esta obra fue publicado en 2007. Comienza hablando de los guitarras que le acompañaban por entonces, Doyle Bramhall y Derek Trucks. Luego nombra Robbie Robertson y su cita “Es una vida absurdamente imposible”. Luego comienza ya repaso a los que más admira o ha admirado. Buddy Guy, Stevie Ray Vaughan, Jimi Hendrix, Robert Cray, Bobby Bland, John Lee Hooker, Hubert Sumlin, B.B. King, Robert Johnson, Little Walter, Muddy Waters, Ray Charles y Leroy Carr. A todos ellos los engloba como “la familia del blues”. Dice que no se moja en temas políticos o sociales porque su misión es el blues… o la música. Sus últimas frases son de agradecimiento para Dios que le ha ayudado siempre a encontrarse a sí mismo salvando todos los muchos obstáculos que ha tenido que superar en su atribulada vida. ¡Esencial si alguna vez has sentido devoción por este grandísimo músico!