Texto: Mikel Fernández (SurimiWorld).
Álbum debut de esta nueva banda de metal, fuertemente promocionada por su discográfica, la todopoderosa Nuclear Blast. Practican una especie de power metal gótico, con grandes dosis de melodía y elementos electrónicos. Formados en 2014, su primer lanzamiento es precisamente su debut homónimo, sin que consten demos o EPs previos.
Aquí detrás hay un trabajo tremendo. Dos tíos encargados de la mezcla y masterización según los temas de que se trate, colaboraciones de numerosos músicos (cuatro guitarristas distintos colaborando hasta en seis temas diferentes; seis cantantes invitados, bajistas, coros)… Huele a producto prefabricado para el éxito desde todas las esquinas.
Indagando un poco veo que su líder, principal compositor y guitarrista ha sido colaborador de Sabaton, ayudándoles a componer muchos de sus temas más conocidos. Así que las piezas ya empiezan a ir encajando…
El sonido es espectacular, con todos los ingredientes de las producciones modernas: baterías contundentes pero nítidas, guitarras cortantes (pero no demasiado) y unos teclados/samplers que llevan el peso de la melodía. Todo ello coronado por la voz de Linda Toni Grahn, tan versátil que puede pasar del registro más a las tesituras más delicadas casi de una frase a otra.
En resumen, un producto perfecto. DEMASIADO. Tiene un aire descaradamente “comercial”, con estribillos accesibles y pegadizos en exceso. Es un poco una nueva versión de Sabaton pero con chica y un punto gótico/electrónico.
Para mí es un disco que pasa sin pena ni gloria. No logro conectar con él en ningún momento, a pesar de que está todo medido para lograr el efecto contrario. No logro quitarme de encima la sensación de que todo está totalmente prefabricado.
¡Pasando a otra cosa!