Nos gusta hacer repasos a menudo de las cuidadas Collector’s Digipack Series de Distrijazz porque recuperan clásicos de hace más de medio siglo, pero con una calidad de sonido y presentaciones dignas de admiración. Además, a unos precios más que competentes y, a menudo uniendo 2 discos en 1 y sumando buenos bonus tracks de la época. En el último año nos han traído discos muy recomendables de grandes como Ray Charles, Nina Simone, Frank Sinatra, Louisiana Red o Shirley Horn, pero también de estos otros no tan “grandes” históricamente, pero que merece la pena conocer y que son ideales para adentrarse en sus respectivas trayectorias. Comenzamos por el artefacto doble del genial guitarrista Freddy King.
Freddy King: “Texas Oil: The Complete Federal & El-Bee Sides, 1956-1962”
Los tres “King” del blues son B.B., Albert y Freddy. Suponen una de las más indudables cumbres guitarrísticas de toda la historia del género. Este artefacto doble con 42 temas y más de 2 horas de duración es ideal para conocer el material más básico y esencial del gran Freddy. Comenzando por todos esos históricos singles, con caras A y B de los legendarios sellos Federal y El-Bee. Temas básicos que subieron muy alto en las listas bastantes de ellos. Además, están grabados en compañía de grandes músicos como el guitarrista Fred Jordan, el pianista Sonny Thompson o el gran saxo tenor de Clifford Scott.
Es notorio y sobradamente conocido que el mismísimo Eric Clapton lo cite como una de sus principales influencias en su manera de tocar la guitarra. No falta el cuidado libreto de 16 páginas repletas de fotos raras, buena memorabilia vintage y la más completa información sobre la trayectoria de tan básico y esencial guitarrista. Desde ‘See See Baby’ hasta ‘That’s What You Think’, poca broma.
Johnny Mathis: “Johnny’s Greatest Hits”
La gran cantidad de excelentes vocalistas que coparon las listas de los años 50 incluyen a muchos grandes que graban en Distrijazz y presentes en este mismo repaso. Ahora se suma con otro impecable, elegante y esencial recopilatorio el nombre de Johnny Mathis. Un Mathis que sigue vivo y que ganó un merecido Grammy premiando toda su extensa trayectoria a lo largo de 7 décadas. 24 temas y 77 minutos de los años 50 y primeros 60 con muchos de sus más básicos éxitos y composiciones. No faltan celebradas interpretaciones de clásicos ajenos como el ‘Maria’ de Bernstein, el ‘Wild Is The Wind’ de Tiomkin (con destacadas versiones también de Nina Simone o David Bowie) o el grandísimo y elegante final con el ‘Misty’ de Erroll Garner.
Antes abren deliciosas y tiernas baladas con destacado piano y su excepcional voz como ‘Chances Are’ o ‘It’s Not For Me To Say’. Joyas como ‘The Best Of Everything’, o algunas otras, nos traen ecos al mejor Roy Orbison. Deliciosa el ‘The Shadow Of Your Smile’. ¡Mereció más repercusión comercial aún!
Andy Williams: “Andy’s Best”
Título claro con 26 temas y 73 minutos de uno de los cantantes más exitosos de los Estados Unidos entre mediados de los 50 y de los 60. Música popular americana con momentos también cercanos a crooners como Sinatra o Bennett. Los 50 fueron su década dorada y obtuvo hasta 17 discos de oro y 2 de platino. Colaboró con Henry Mancini y aquí tenemos pruebas tan brillantes como la siempre encantadora ‘Moon River’, ‘Days Of Wine And Roses’, ‘Dreamsville’ o ‘Charade’. Otras perlas incluyen la inicial ‘Can’t Get Used To Losing You’, de Pomus y Shuman, con una fantástica guitarra, las cuerdas de la orquesta y esa delicadeza vocal. Sorprende el ‘The Bilbao Song’ de Weill y enamora con las románticas ‘More’ y sus cuerdas o ‘The Way You Look Tonight’. Me encanta el rock’n’roll suave de ‘Butterfly’ y l maravilla total con destacado piano de ese inolvidable standard que es ‘As Time Goes By’. ¡El tiempo parece no discurrir y vuelves al pasado con su aterciopelada voz!
Connie Francis: “Sings Award Winning Motion Picture Hits” + “Around The World With Connie”
Otra voz prodigiosa que mandó en las listas y los oídos americanos a finales de los 50 y comienzos de los 60’s. Además, aquí con dos discos básicos que aparecen en cuidado compacto (y con gran sonido) por primera vez. El segundo además salió únicamente en Japón y ha sido siempre pieza de coleccionismo para los amantes de esa preciosa voz de Connie Francis. El título del primer disco ya habla por sí mismo. 3 temas centrales de películas como ‘Days Of Wine And Roses’, ‘Moon River’ o ‘The Way You Look Tonight’ que suenan en todo su esplendor y que puedes comparar con las logradas versiones de los mismos que hace también Andy Williams en el disco anterior. El primero de estos temas abre el disco y es pura ternura con la voz de Connie, los cuidados coros y esos arreglos de cuerda. Dulce y encantador ‘Whatever Will Be, Will Be’ y tierno ‘Over The Rainbow’. En el segundo disco viaja por el mundo y por sus idiomas con buenas interpretaciones en castellano o italiano de ‘Bésame Mucho, ‘Quizás, Quizás, Quizás’, ‘Arrivederci Roma o un ‘Tennessee Waltz’ con sonido casi góspel. También coincide con el disco de Andy Williams en un himno más épico en su voz como ‘Danny Boy’ que mejora, para mí, la versión de Connie. Se acerca al country con banjo en ‘(Oh My Darling) Clementine’. A los dos LPs se suman tres más que interesantes extras (28 temas en total) entre los que me quedo con las guitarras de ‘Who’s Sorry Now?’, y con el ritmo entre rock’n’roll y doo wop de ‘Stupid Cupid’. De nuevo buena guitarra eléctrica y un guapo solo de saxo. Me encanta esa balada fronteriza hermosa y nostálgica en castellano que es ‘Vaya Con Dios’. ¡Qué Dios la tenga en su gloria!
Mickey Baker: “But Wild” + “Bossa Nova”
Otra joya con 2 discos en 1 compacto. Además, con uno de los mejores y más versátiles guitarristas de mediados del siglo pasado y con menos nombre, injustamente, que otros como Chet Atkins, Link Wray o Wes Montgomery. Y citamos estos tan distintos porque Baker dominaba todos esos estilos y muchos más. Por algo puso sus 6 cuerdas al servicio de grandes como Ray Charles, Ike & Tina Turner o The Coasters, entre muchos más. En su música mucho rhythm and blues primigenio, combinado con blues, jazz, mambo, surf, calypso o la bossa nova de ese segundo disco. Ambos discos son del año 62 y con sonidos mayormente instrumentales. 30 temas y más de 70 minutos una vez más. Acompañado por una banda muy amplia y de calidad con especial mención para el piano y el órgano de Georges Arvanitas, que le roba algo de protagonismo en bastantes temas y por otros guitarristas como Sivuca o Pierre Cullaz. Discos grabados en París y 6 temas extra que concluyen con la genial exhibición de ‘Esperanza’. Además, surf trepidante en ‘Steam Roller’ y clásicos de la bossa como ‘Desafinado’ o ‘Chega De Saudade’. No entiendo cómo no obtuvo más reconocimiento en solitario.
Curtis Fuller’s Quintet: “Blues-Ette”
Acabamos repaso con toda una obra maestra del jazz que por algo aparece en la Colección “The Best Jazz Albums Ever”. También merece un mayor conocimiento general porque reconocimiento crítico lo tiene sobrado. “Blues-Ette” es un histórico disco del 59 con un quinteto de lujo dirigido por el trombón y las composiciones de Curtis Fuller. Junto a él dos estrellas en perfecto estado de forma como Benny Golson, con su saxo tenor y Tommy Flanagan, con su inconfundible piano. En la sección de ritmo Jimmy Garrison y Al Harewood. Dos vientos y el piano, por tanto, al frente y con una sabia y abundante utilización de acordes menores que dieron como resultado un disco realmente especial que transita por varias modalidades dentro del jazz como el swing o el be bop. Golson, además, aportó dos de las mejores composiciones del disco. Es el caso del arranque con ‘Five Spot After Dark’. Un sonido equivalente al Miles Davis de la época, pero sustituyendo su trompeta por el trombón de Fuller. Buenos solos encadenados de trombón, saxo y piano. Golson aportó también el ritmo trepidante de ‘Minor Vamp’ con guapas peleas de los mismos instrumentos a los que se sumó el contrabajo, pero que también regresaban con acierto al tema central sobre el que se explayaban. El tema titular de Fuller es momento álgido con ese ritmo marcado por piano y trombón en un juego lleno de diversión. Los ricos extras traen 3 tomas alternativas y muy distintas de 3 de los más destacados temas del disco incluyendo el titular con nuevos matices y variaciones. Además, suma otras 3 composiciones de Fuller de su disco del 57, “Jazz… It’s Magic” con especial mención para sus clásicos ‘Soul Station’ o ‘Club Car’ con un saxo de Sonny Redd brutal. Porque en ese otro disco repite Flanagan al piano, pero entran otros cracks de sus instrumentos como George Tucker, Louis Hayes o el citado Sonny Redd. En ‘Two Ton’ combinan a la perfección ambos instrumentos de viento con un genial swing y aromas be bop. Cuidado libreto de 12 páginas con textos de la época y otros actuales haciendo justicia a este destacado disco dentro de la historia del jazz con mayúsculas.