In Flames: «I, the Mask» (Nuclear Blast Records)

Texto: Mikel Fernández (SurimiWorld).

Largo, larguísimo viaje el de In Flames en estos casi 30 años de carrera. Del death metal de sus inicios fueron pasando a una versión más melódica, del que el pico fueron los geniales Whoracle y Colony. Desde entonces, y tras mucho girar por los EEUU, fueron abandonando el sonido más propiamente death metalero para abrazar un sonido muy comercial, sobre todo a partir de mediados de la década de 2000. Desde ese giro no les hice mucho caso. Mi última experiencia con ellos fue el A Sense of Purpose y he de decir que apenas pasé de la segunda canción.

No obstante la curiosidad me puede y he decidido ponerme a ello con este I, The Mask. Grabado y producido en California con el productor Howard Benson (que ha trabajado también con gente del mundillo del pop y rock), técnicamente el disco suena muy bien. Bastante balanceado, con unas guitarras que suenan cañeras (pero sin abusar), ocasionales ramalazos de death metal y estribillos y melodías pegadizas. Hay ligeras dosis de agresividad, pero llama la atención el protagonismo de la voz melódica (que igual viene de antes y llego tarde, ojo). También es cierto que cuando entra la voz gutural parece que el Sr. Friden ya no tenga fuerza, cosa que puede ser otro motivo del cambio generalizado de registro.

La estructura general de los temas es empezar con un riff metalero, meter alguna voz agresiva y ya en el puente y el estribillo cambiar de tercio a las voces limpias y riffs y coros “poperos”. Por destacar algo de este maremágnum me quedaría con el inicial Voices; I, the Mask, una de las más cañeras del disco, o la pegadiza (This Is Our) House. El resto de temas tienen algún riff o solo destacable, muestra de que no se les ha olvidado escriir música, pero poco más.

Este metalcore melódico es un estilo que no me convence en absoluto, y el disco de In Flames no corre mejor suerte. Hay momentos de brillantez (ya saben, el que tuvo…) pero las nuevas influencias reducen esos momentos a meras anécdotas. Han pasado unos cuantos años desde que dejé de seguir a In Flames y en todo este tiempo veo las cosas no han cambiado, ni para In Flames ni para mí. Pasando.

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