‘No me gusta el Rock and Roll’ es el primer trabajo de los valencianos Johnny B. Zero (foto: Alexandra Tesh) en castellano, publicado con el sello Actúa Music Entertainment (Santero y los Muchachos). Es un compendio de 9 canciones con mucha energía y espíritu ‘indie rock’ que hablan desde las emociones y la sinceridad. Es un disco lleno de sonidos frescos y originales, un concepto marcado por la idea de lo que significan el rock y el pop para la banda: pasión. Cuando se escucha de manera completa, resalta la actitud de la banda que canción tras canción canta sin dar lecciones, sin explicar como es la vida, y habla directamente de sentimientos como el miedo y el amor.
‘Fotógrafo’ es un tema con un aire de hip hop y cierto carácter de samba en la batería pero con una melodía melancólica que habla del miedo a perder en el amor cuando una mala situación económica lo estropea todo.
‘Abstracto’ es un medio tiempo indie rock, que apoyándose en guitarras pesadas en los estribillos habla de la necesidad de recibir afecto porque es lo que nos hace sentir valiosos. En la canción el fetiche sentimental del abandono y la inseguridad llevan a preguntar a una persona amada: «¿cuanto valgo para ti?». El aire pop de las estrofas tiene un carácter ligero típico de las conversaciones cotidianas que combina perfectamente con la ironía de la idea de «valor» del estribillo que parece referirse a una transacción económica más que amorosa.
‘Ordenador’ es una canción con ritmo funk y esencia Indie rock. También, contiene cierta lógica del hip hop, donde las estrofas son habladas (con falsete en la voz) y los estribillos cantados. Consiste en una conversación con uno mismo en la cual se habla de lo que te gustaría decirle a una persona que quieres pero no te atreves a hacerlo por timidez. El «Ordenador central» es tu propio cerebro que en el momento en que le empiezas a hablar se confunde con la persona a la que te diriges y hablas con ésta imaginariamente.
‘Entierro’ es un tema con cierto refinamiento rítmico de balada 70s con un aire sonoro a lo Steely Dan o Jeff Beck. Ese refinamiento suena a ironía porque el tema habla de lugares decadentes en los que hay mucha gente porque destilan elitismo pero para la voz cantante son terribles, como un entierro. La persona que le gusta siempre está allí y eso le desespera y atrae a partes iguales.
‘No me gusta el Rock And Roll’ es una balada que da nombre al disco y que se encuentra a mitad camino entre el pop y la electrónica. El tema habla acerca del acoso y de cómo se idolatra a las personas que ejercen poder sobre ti cuando eres inexperto. Esas personas pueden hacerte llegar a odiar lo que más amas e incluso a ti mismo.
‘Narices’ es un tema punk rock que tras una introducción épico-absurda, habla de lo difícil que puede llegar a ser hablar con tus colegas. Al final, los grupos de amistades tienen unos códigos tan cerrados y tan frikis que acaba siendo imposible hablar con sinceridad de cualquier cosa. Por eso lo del «mundo entrecomillado», al final cualquier conversación acaba siendo un intercambio de citas sin sentido.
‘Afecto’ es un tema que se encuentra entre el power pop y el grunge y habla acerca de la atracción por el afecto y el hecho de admitir que eso sucede. Parece que cuando buscas el afecto eres inferior, pero eso no es cierto. Aunque a veces da vergüenza admitirlo, porque parece un síntoma de debilidad.
‘Pañuelo’ es una canción sensual, en la que el fetiche y el sexo son el eje central. Para ir a ese lugar, el riff de guitarra sucio y las baterías libres y sin ataduras son los perfectos acompañantes de una voz suave pero directa que habla con sensualidad del placer sexual.
‘Flaqueza’ es una canción pop luminosa que habla del amor que nos invade en una relación sentimental. El principio de estas relaciones suele ser excesivo, cuando el amor se basa en la embriaguez y la ceguera, hasta que algunas veces sobrevive y se convierte en algo más exclusivo y sereno, algo más auténtico.
Desde el primer momento en que se pensó en este álbum, se le dio vueltas a la idea de no repetir fórmulas y el cambio de idioma se produjo de una manera lógica y orgánica, pensando en hacer algo completamente nuevo. En castellano el «yo» poético de Johnny B. Zero funciona a la perfección completamente desprovisto de empoderamiento y se expresa por medio de sus sentimientos sin tener miedo a ser honesto consigo mismo. La música expresiva, con un vocabulario rock y pop desprejuiciado, se entrelaza a la perfección con las palabras. Así pues resulta un disco original y con una energía tremendamente comprensible.
A nivel de producción, se ha grabado en La Azotea de Karl Sound y ha sido producido por Carlos Ortigosa y Juanma Pastor. Además, las guitarras fueron grabadas por Juanma en el estudio de Ferrán Gisbert, con él mismo como ingeniero. Ferrán es el guitarrista de Alizzz y con su experiencia y estilo ha aportado texturas muy interesantes a un disco en el que las guitarras siguen siendo un elemento fundamental.