Texto: Carlos Molina.
Hablamos con la banda zaragozana Las Novias (fotos: facebook de Las Novias) tras su exitosa mini gira de celebración del 25 aniversario, ahí es nada, del disco «Sueños en Blanco y Negro» , recién finalizada, y a punto de acometer la elaboración de su nuevo trabajo. Grandes razones para conversar una vez más con este combo que tan buenos ratos ha hecho pasar a muchos de los que firmamos en Orpheo desde hace décadas. Charlamos con el majete de Oskar Díez, guitarrista.
25 años… no es nada, y es mucho. Antes de ir con cómo ha ido la gira en sí, me gustaría saber qué aspectos de «Sueños en Blanco y Negro» son con los que más satisfechos os sentís y cuáles os hubiera gustado desarrollar o elaborar más en su momento.
Consideramos que en ese primer disco hay un puñado de canciones que siguen conectando con nuestra idea de lo que es el grupo y con la idea que creemos que tiene la gente de lo que es el grupo. Después de más de 25 años, en los que ha cambiado tanto la música y lo que la rodea, resulta imposible identificarse al 100% pero nos hemos sentido muy a gusto tocando en directo el disco al completo.
Con el paso del tiempo vemos de otro modo sus virtudes y defectos… Cosa que ocurre con cualquier disco y cualquier grupo. Visto en la distancia, nos gustaría haber sabido atrapar mejor el sonido del grupo en directo entonces.
Igualmente, ¿qué recordáis de la elaboración y grabación de este disco, y qué consideráis que ha terminado por significar en vuestra carrera?
Los temas incluidos eran una especie de recopilación de lo que habíamos estado componiendo en los cuatro años anteriores-cuatro años que entonces nos parecían un siglo- y que habíamos grabado con medios muy precarios en diversas maquetas. Volvimos a grabar alguna de esas primeras canciones y otras nuevas en la maqueta previa al disco, ya con medios y con Enrique Bunbury en la producción. No todas salieron en el disco después, por ejemplo ‘Fábulas’, que ahora hemos «redescubierto» para el directo. Con ese rodaje completado nos fuimos a grabar a Madrid. La grabación se hizo en los estudios Kirios entre mayo y junio de 1991. Estábamos alojados en un apartahotel cerca de la plaza España y cenábamos de vez en cuando en un restaurante leonés donde reponíamos fuerzas con cocido leonés, vino tinto y mucho sentido del humor. En Kirios estaban grabando al mismo tiempo Presuntos Implicados. Recuerdo la gran ilusión que teníamos. No era nada fácil entonces sacar un disco, no es como ahora y lo veíamos como una gran oportunidad… ¿Qué ha significado el disco en nuestra carrera? Lo que pensábamos entonces que iba a ser: básicamente, el primer paso. Solo el primer disco de una larga y triunfal carrera. No ha sido triunfal pero está siendo larga, jajaja. Y muy gratificante.
No quiero poneros en el compromiso de quedaros con una, así que plantearé la pregunta desde el punto de vista del público: ¿qué canciones del álbum habéis notado que han sido las más coreadas y esperadas por los seguidores en estos bolos que habéis dando?
Si te refieres a qué canción de Sueños en Blanco y Negro, creo que siempre destacan ‘Imagínate el aire’, ‘Dejar Atrás’ y ‘La Verdad de los Locos’, pero igual es simplemente porque los estribillos son más «coreables».
Ahora sí, ¿cómo han ido los conciertos de esta gira especial? ¿Os esperabais la tan calurosa respuesta que están teniendo por parte de vuestros fans?
La respuesta siempre es buena. Nuestras seguidoras y seguidores siempre nos reciben con gran calidez aunque la verdad es que tocar en Zaragoza, Madrid o Barcelona es hacer trampas, es jugar en casa.
¿Visteis mucha gente joven en los conciertos, o estuvo mayoritariamente la asistencia compuesta por seguidores que os siguen desde hace décadas?
En nuestros conciertos, la mitad del aforo suelen ser cuarentañeros, gente de nuestra edad o de la de nuestros hermanos pequeños, una generación que nos vamos acompañando durante años en cuestiones estéticas y musicales, muy relacionadas con una forma de vivir el R´n´R, pero la otra mitad es gente màs joven, desde menores de edad a treintañeros.
¿Qué sensaciones tuvisteis en el primer directo, tras estar encima del escenario todos los componentes de la formación original del grupo?
Fue un momento feliz, porque la relación con Roberto ha sido siempre la de una estrecha amistad y nos alegramos mucho de haber encontrado una excusa para volver a tocar juntos otra vez. Roberto tiene, como todos los buenos baterías, una manera única de interpretar. El resto del grupo en el escenario, le da la espalda pero fácilmente lo reconoces, es una sensación fantástica.
Sé que hay gente de varios rincones de España que se han quedado con ganas de poder veros en sus ciudades. En vuestro caso, ¿también os habéis quedado con ganas de más, o estáis satisfechos con lo vivido pero con ganas de centraros ya en el nuevo disco?
Estamos abiertos a llevar el formato a alguna capital más pero, al mismo tiempo, consideramos necesario cerrar ya un ciclo, relacionado con el doble en directo XXX y con esta serie de conciertos. Nos apetece componer material nuevo, ponernos a prueba.
Respecto a ese futuro disco, ¿qué podéis ir adelantándonos del mismo? ¿Cuántos temas tenéis ya perfilados?
No podemos adelantar nada porque apenas hay nada. Tenemos un montón de ideas y fragmentos de ideas y tres o cuatro temas medio hilvanados, pero lo importante es que el proceso ha arrancado ya.