Texto: Carlos Molina.
Libro: Rafa Cervera: ‘Lejos de todo’ (Jekyll & Jill)
Lo que me pasa con los libros es curioso, realmente la velocidad con la que los compro es infinitamente mayor a la que luego los voy leyendo. El caso es que tengo sobre la mesa un buen montón de títulos a los que todavía no les ha llegado el momento. Así que voy a barrer para casa, y voy con un autor valenciano y su debut. Lo leí durante el verano pasado, y fue un libro que me atrapó desde el primer momento. A priori tenía todos los ingredientes para que lo hiciera. La playa de El Saler, David Bowie, Iggy Pop, unos jóvenes que no se adaptan a su entorno en plena fase de descubrimiento, la ciudad de Valencia, y bueno, Rafa Cervera. Es la primera novela del periodista y acierta de pleno en su debut, haciendo participe al lector de una historia que tiene como protagonismo un supuesto viaje a la ciudad del Turia de David Bowie mientras se encuentra con Iggy Pop en Berlín. Tras una crisis profunda decide esconderse junto a Pop y su asistente, Coco, en la ciudad de Valencia, donde intentarán pasar desapercibidos. Todo ello transcurre mientras un adolescente conoce a una pareja de hermanos, sintiendo cierta atracción por ella en un verano y un entorno, que en mi caso, no me resultaba nada ajeno, ya qué durante mi adolescencia veraneé en El Perellonet (a día de hoy lo sigo haciendo) a pocos kilómetros de la playa donde transcurren los hechos mientras que allí también me sentía lejos de todo, descubriendo por cuenta propia a los Ramones, The Cramps o al propio Iggy Pop, mientras algunos compañeros de urbanización hablaban de Afrika Bambaataa o Technotronic. Vidas entrecruzadas donde predominan los sueños, algunos de ellos nada descabellados. En 2018 “Lejos de todo” recibió el Premio de la Crítica Literaria Valenciana, ahí la razón para sacarlo de la estantería.
Comic: ‘Richard Corben (Obras completas, Vol. 4)’ (Toutain Editor)
Me lo recomendó Molongui, guitarrista de Wau y los Arrrghs entre otros, en su stand de Futurama en la última Feria del libro de Valencia. Vi en la portada el nombre de Edgar Allan Poe y me paré en seco para escudriñarlo. Le pregunté e inmediatamente me puso al corriente y me contó de qué trataba el comic. Todo aquello donde aparezca el nombre de Poe me hace saltar una alarma de inmediato, y si además detrás estaba Richard Corben, quien me sonaba de Creepy, pues la combinación a todas luces era ganadora. Se trata de cuatro historias de Edgar Allan Poe: El retrato ovalado, El cuervo, Sombra y La caída de la casa Usher, ésta la más larga de todas. Corben da vida a través de sus dibujos a las escalofriantes historias de Poe, acentuando los planos repletos de detalles, y creando la tensión del terror opresivo y tan característico del autor. Se hace corto, sin duda, ya que tan solo son cuatro historias, pero te hace pasar un muy buen rato. Originalmente se publicaron entre diciembre de 1974 y abril de 1975 en Creepy y están adaptadas por Richard Margopoulos.
The Clash: ‘Give ´Em Enough rope’ (CBS 1978)
En estos casos siempre me pasa lo mismo. Más que recomendar alguna novedad discográfica, me gusta bucear para recuperar algún disco de esos que me marcaron y que por alguna razón creo que no se han reivindicado lo suficiente con el paso del tiempo. También es cierto que en los últimos tiempos sufro una involución temporal voluntaria y estoy más pendiente de discos que se publicaron en algún tiempo pasado que en las novedades propiamente dichas. También es cierto que todavía hay mucho que rascar desde los inicios del rock´n´roll hasta la actualidad. Hace poco leía que se va a publicar una edición especial con material Joe Strummer con temas inéditos fuera de The Clash, de 101ers y The Mescaleros, bandas sonoras, etc. Y aproveché para recuperar los discos de los Clash y con Los Mescaleros. En cualquier caso nunca están muy lejos. Me voy a detener en el segundo álbum de los británicos: “Give ´Em Enough rope”, por varias razones. Nunca ha sido considerado una de sus obras capitales teniendo canciones tan brillantes como: “Safe European Home”, “English Civil War”, “Tommy Gun” o “Stay Free”, y en parte es normal, eclipsado por “London Calling”, “Sandinista” o incluso el primer disco, “The Clash”. Pero la actitud y el sonido depurado respecto al primer álbum es para considerar a The Clash uno de los grupos más importantes del punk de finales de los setenta y por ende del rock. Con unas letras a día de hoy tan vigentes como necesarias, reivindicativas y con un mensaje claro y contundente marcado por el inconformismo social y la lucha callejera. Marcando una importante línea divisoria entre ellos y sus compañeros generacionales. Canciones como “Julie´s Been Working for the drug squad” o “All the young punks (new boots and contracts)” marcan una notable diferencia. La copia que tengo actualmente la compré en una tienda de discos de Londres. No podía ser de otra forma ya que estás por allí. Y una de las cosas que me congratula como fan, es que se han hecho muchos homenajes a The Clash y de distinto pelaje, obvio. Pero su legado sigue intacto, ya que apenas hay grupos tributo como sí los hay a Rolling Stones, Doors o Ramones. Siempre marcando las distancias.
‘Amanece, que no es poco’, de José Luis Cuerda
Siempre he sido admirador del humor satírico, acido, mordaz y negro de La Codorniz, Mihura, Chumy Chumez, Tip y Coll, Enrique Jardiel Poncela… y José Luis Cuerda se unió a tan magno elenco con esta película y una forma de entender el surrealismo en la gran pantalla. Antes hizo un mediometraje para TVE llamado “Total”, con el mismo planteamiento, y abriendo una trilogía que se cierra con “Así en el cielo como en la tierra”. Mi favorita de las tres es “Amanece, que no es poco”, al menos la que más me impactó cuando la vi por primera vez. Con esta película, Cuerda, consiguió que multitud de seguidores, fans y simpatizantes embrutecidos con cada una de las secuencias del film, se aprendiesen los diálogos e hicieran quedadas esporádicas en el entorno donde se rodó la película. Es cierto que un servidor también quedó atrapado con las diferentes situaciones que confluyen en la cinta, y también tengo memorizados distintos pasajes que salen a relucir en algunos momentos de encuentro con algunas amistades, si bien es cierto que algunos de ellos no acaban de comulgar con el disparate que nos ofrece Cuerda, pocos se escapan a la carcajada cuando se narran algunos de los momentos más surrealistas, y tiene muchos, y de gran altura. Podría pasarme horas y horas hablando de la película. Los que me conocen saben que no es un farol. Todo ello rodado en un entorno rural, tan característico de nuestro país. Además con un plantel de lo más granado. Ahí están: José Sazatornil, Luis Ciges, Cassen, Chus Lampreave, María Isbert, Miguel Rellán, Ovidi Montllor, Manuel Aleixandre… Todos somos contingentes, pero “Amanece, que no es poco” es necesaria.
Raúl Tamarit es cantante y compositor en Los Radiadores, y antes se fogueó en Una Sonrisa Terrible