¡No cabe duda de que Wayne Shorter es uno de los músicos de jazz más importantes y trascendentales de la historia! No en vano, en poco tiempo han aparecido dos discos muy dispares, pero ambos recomendables, con su gran música. Desde Francia nos llegó el pasado año la voz de Manu Le Prince haciendo “Children Of The Night: Tribute To Wayne Shorter”. Ahora desde aquí nos llega este proyecto colectivo liderado por Ramón Olivares que ha llamado Oleándole. En él se han reunido más de 35 de nuestros más destacados músicos de jazz y flamenco para crear “Wayne Shorter Goes Flamenco” (Karonte). Olivares ha dirigido la nave con mano y rumbo firme y se ha encargado de la producción artística y de las trabajadas letras. En la adaptación a compás flamenco ha contado con la inestimable ayuda del gran guitarrista Jordi Bonell. Buenos arreglos compartidos por Olivares junto a Narçis Vidal (encargándose este último de los arreglos de cuerda) en joyas como ‘For Wayne’, con el gran cante flamenco de Luis De La Fefa, o las hasta 3 partes en que dividen ‘Ana Maria’. En ‘For Wayne’ destaca también la sublime flauta de Jorge Pardo y la narración hablándonos de Shorter, Davis, Camarón, Hendrix, De Lucía o del “A Love Supreme” de Coltrane. La guitarra eléctrica de Bonell a lo Wes Montgomery es otro puntazo. En ‘Infant Eyes’ o ‘The Three Marias’ es Joan Albert Amargós el encargado de dichos arreglos de cuerda. En la segunda de estas son geniales los solos de Carles Benavent, otro de esos grandes que no podían faltar a esta fiesta. En ‘The Three Marias’ es el piano de Albert Bover y el saxo soprano de Gabriel Amargan los que brillan sobremanera. Genial arreglo también a cargo de Josep Mª Durán para las 3 partes del ‘Dance Cadaverous (El Día Que Te Llevo Flores)’ con una parte flamenca cantada genial y cálidos solos de los saxos de Gorka Benítez y Marcel-Lí Bayer, de la trompeta de Calliero y de la guitarra flamenca de Vannini.
Siempre ha tenido una buena conexión el jazz y el flamenco. De hecho nuestro maestro Paco de Lucía se inspiró mucho para partes de su obra en John McLaughlin o Al Di Meola. El fantástico saxofonista y mejor compositor, aún, Wayne Shorter, trabajó ya antes de formar Weather Report en el 70, junto a Joe Zawinul, con Cannonball Adderley e incluso lo hizo en el mítico “Bitches Brew” de Miles Davis. Es más, Shorter es el compositor de hitos como ‘In A Silent Way’ o ‘Mercy, Mercy, Mercy’. En el 67 se hizo con un Grammy y en su currículo también figura uno de los mejores bateristas de todos los tiempos como es Art Blakey. Por poner solo algunos apuntes básicos de su grandeza.
Pues bien, en este disco tenemos los temas de este gran compositor sonando por soleá o seguiriya. Los músicos de jazz que tocan lo hacen creando el jazz moderno que les gusta. Los flamencos aportan el sonido que han mamado y crean así un gran disco de jazz y un gran disco de flamenco que tiene la buscada virtud de que puede gustar por igual a los seguidores de ambos géneros. Por supuesto que no podían faltar algunos temas emblemáticos de Shorter como ese ‘Speak No Evil’ que tan bien le quedó también a la citada Manu Le Prince. Me gustan mucho los solos de trompeta de Benet Palet. Despedida también destacada con el ‘Elegant People’ y arreglo del bajista eléctrico Robin Reyes que mete buenos solos en pugna con el saxo tenor y alto de Jimmy Jenks y la batería de Frank Durán. Un excelente colofón más cercano al jazz para un disco lleno de calidez y buenos sentimientos. No queremos dejar pasar tampoco la oportunidad de destacar como merece el gran diseño gráfico que ha hecho Carmina Brandariz, así como las fotografías y el making off de Anastasia Erdleeva. ¡Satisfacción garantizada para públicos jazz y flamenco y también para los seguidores de Shorter, claro!