«Patronizing Self-Help» es el disco de debut de Tears To Go, que ha visto la luz el 15 de octubre en vinilo y en formato digital (I Need Some Company Records). Para su nuevo proyecto en solitario, la gallega Elena Sestelo ha compuesto las diez canciones que integran el álbum inspirándose en sonidos clásicos de folk psicodélico de los sesenta y setenta, añadiendo destellos de synthpop también presentes en artistas actuales como Beach House, Weyes Blood, Cate le Bon o MGMT. Hablamos con Elena de sus recuerdos y pasiones musicales en esta nueva entrega de On the Record.
¿Cuál fue la primera canción o disco que te enganchó?
Recuerdo ir a todas partes con mi walkman cuando era una cría y escuchar compulsivamente un recopilatorio de los Beach Boys del año 91. Me parecían unas melodías tan perfectas y redondas que conseguir hacer algo así, para mí era como magia, estaba realmente enganchada a esas cintas.
¿Y las primeras bandas o artistas de quienes te hiciste ferviente seguidora?
Después de los Beach Boys (que evidentemente me hice fan pero mis compañeros en el colegio no lo entendían porque decían que eran unos viejos y no tenían nada que ver con los New Kids on the Block) tuve mi etapa de Bon Jovi y ya en plena adolescencia cualquier grupo de britpop pero, sobre todo, Blur, que fue el grupo que hizo que quisiera aprender a tocar la guitarra y hacer mis propias canciones.
¿El primer álbum que te compraste?
El primero que tuve, que no fue un regalo y que fui a comprarlo yo, creo que fue «Dookie» de Green Day en cassette.
¿Y el primer concierto al que acudiste? ¿Qué es lo que más recuerdas de él?
El primero al que fui sin mis padres, con mis compañeros de clase, fue el de Héroes del Silencio en Vigo, no recuerdo muy bien, debió ser en el 95 o 96 con el álbum Avalancha. Tengo que reconocer que no era muy fan y aún así me lo pasé en grande dejándome llevar por la euforia general del público.
Idem con el primer bolo que realizaste… ¿dónde fue y con qué edad?
Fue bastante tarde porque ya tenía 31, tocar en directo era una cosa que me daba bastante pánico. Fue en Vigo en la sala Radar con When Nalda became punk presentando nuestro primer single. Estábamos muy nerviosos, metimos muchas pifias pero al final acabó convirtiéndose en una noche muy divertida en la que salieron a cantar amigos con nosotros y nos sentimos muy arropados, había un ambiente muy festivo y familiar.
Concierto más especial que has ofrecido hasta ahora…
Guardo muy buen recuerdo de casi todos los conciertos que hicimos pero le tengo un cariño especial al que dimos en París en 2014 con The Brilliant Corners. Recuerdo aquella noche como un momento de felicidad plena. La sala estaba llena, el público animadísimo, y después nos acabamos yendo de fiesta por París con los organizadores y The Brilliant Corners, fue una noche muy bonita.
Lo mismo con disco y/o canción, si es que puedes elegir…
Le tengo mucho cariño al primer single de When Nalda por ser lo primero que se publicó pero de lo que he hecho hasta ahora, creo que me quedaría con Electronics del nuevo disco de Tears To Go, sobre todo por como surgió. Antes tenía una concepción del proceso compositivo muy idealizado, como que una buena canción, si tenía una buena melodía debería de salir del tirón, de una forma natural, y si le tenía que dar muchas vueltas es que no era la suficientemente buena y la descartaba. Electronics sirvió para darme cuenta de que hay que darle varias oportunidades a las canciones y que a base de trabajo e insistir al final todo acaba saliendo. La hice por partes y la retomé varias veces en diferentes períodos de tiempo. Poco a poco fue cogiendo forma y me quedé bastante satisfecha con el resultado.
Alguna anécdota que te venga ahora mismo a la cabeza vivida durante algún bolo…
Recuerdo un concierto que hicimos en el que la organización fue bastante desastrosa, viajamos en vuelo low cost y como era complicado llevar los instrumentos, llevamos solo el teclado y los organizadores nos prestarían las guitarras y el bajo. Llegamos a la sala, el tiempo pasaba y faltaban las guitarras. Al final aparecieron un par, pero no tenían todas las cuerdas, así que ahí nos ves cinco minutos antes del concierto tratando de quitarle cuerdas a una para ponérselas a otra y al final no sé muy bien cómo pero apañamos. Además no había técnico de sonido, la mesa estaba al lado del escenario y era la propia gente del público la que se acercaba de vez en cuando a tocarla según el criterio de cada uno.
Como espectadora, ¿con qué concierto has disfrutado más?
Uno de ellos fue sin duda el que dieron The Cure en Monte do Gozo en Santiago en 2004, tocaron todos los hits y deseaba que nunca acabara, y efectivamente debió ser el concierto más largo al que asistí. Más reciente disfruté muchísimo con Father John Misty y Weyes Blood en el 2017 en la Razzmatazz en Barcelona, son dos de mis artistas favoritos y poder verlos la misma noche y justo en aquel momento en el que presentaban esos discos que me gustaban tanto fue increíble.
¿Cuál o cuáles serían los discos que más has escuchado hasta el momento?
Supongo que los primeros de Belle and Sebastian, nunca he dejado de escucharlos.
Una canción para venirte arriba…
‘I wanna get better’ de Bleachers nunca falla.
Una canción que siempre te lleve a la melancolía…
‘Two slow dancers’ de Mitski, cuando la vi en directo y la tocó casi me pongo a llorar.
Fuera de discos y canciones, ¿qué lectura de temática musical recomendarías?
Sigo varias páginas y blogs de música, me gusta estar al tanto de las novedades, pero no soy mucho de leer libros sobre música, ni biografías ni esas cosas, me tiene que interesar mucho el artista en cuestión o la temática sino casi siempre prefiero leer ficción. Pero uno que me interesa que lo tengo pendiente para leer es Crying in H Mart, que es la autobiografía de Michelle Zauner del grupo Japanese Breakfast, por lo que he leído por ahí parece muy interesante.