A lo tonto Crisix llevan ya un montón de años en la pomada, siendo Full HD (Listenable Records) su última entrega. Siguen a lo suyo, thrash metal ochentero puesto al día gracias a la contundente producción: temas pegadizos con estribillos coreables tocados a toda velocidad, una receta que nunca falla.

El guitarrista Robert Rodrigo presenta su cuarto trabajo en solitario, Brainstorming (Demons Records). Es posible enmarcarlo dentro de los discos instrumentales de los guitar heroes al uso, pero además de las demostraciones de técnica y pirotecnia habituales en este género, encontramos pasajes hard rockeros y de puro blues que hacen más entretenido el disco y que demuestran la versatilidad del sr. Rodrigo.

Los ingleses Malevolence (¿cuántas bandas habrá con ese nombre?) llevan también unos añitos en esto. Malicious Intent (Nuclear Blast) es su tercer álbum completo, en el que hacen demostración de todos los ingredientes del metal moderno, con continuas referencias a Lamb of God, Chimaira o similares, con algún toque más clásico. Canciones pegadizas que alternan partes muy cañeras con otras muy accesibles, todo aderezado con una producción muy agresiva. A mí no es lo que más me gusta, pero hay que reconocer que está muy bien tocado.

Una de las grandes decepciones de la pandemia fue perdernos la gira de Dvne, cancelada en una de esas oleadas de contagios. Ahora presentan el EP Cycles of Asphodel (Autoeditado), que recoge 4 temas grabados en el concierto que dieron en su Edimburgo natal. Sonido muy pulido, quedando a deber la falta de público, pero aún así no hace sino dejarnos con más ganas de verles. A ver si en septiembre nos desquitamos…

Disco de la semana

Christian Death es una de esas bandas que andan por ahí desde el principio de los tiempos y que, salvo ocasionales periodos de fama, parecen llevar su carrera en un discreto segundo plano. Evil Becomes Rule (Season of Mist) es su último trabajo, donde las influencias góticas se mezclan con ocasionales pinceladas de metal o punk. Los temas son oscuros, donde la batería y el bajo llevan el protagonismo y entre los teclados y las guitarras (que huyen del sonido típicamente contundente del metal) se dedican a colorear los temas. Hay temas muy buenos, como Blood Moon o el pegadizo Beautiful, que destacan dentro de un disco muy completo de puro rock gótico y oscuro.