Back to the Beginning (Fighter Records) es el premonitorio título del debut de Sons of Cult, banda en la que milita Vicente Payá de Golgotha (entre otras bandas). Es una vuelta a los orígenes en toda regla ya que aquí se sale del metal extremo habitual y presenta un heavy metal ochentero con fuertes pinceladas de hard rock setentero a lo Black Sabbath. El disco es un poco irregular, alterna momentos geniales con otros algo menos inspirados, pero al final la impresión es que pueden dar más de sí. A ver si le dan continuidad al proyecto y les vemos crecer.
Seguimos en tierras baleares para hablar de Hate Within (Kvlt und Kaos Productions), segundo álbum de Death Path, un disco de death metal cañero de la vieja escuela, con fuertes reminiscencias a Asphyx y similares. La producción mezcla acertadamente la nitidez de los tiempos actuales con el tono de guitarra propio de los años 90. Musicalmente no se andan con grandes complicaciones, creando temas que aúnan potencia y melodía que no están mal, pero acaban sonando demasiado lineales.
Los fineses …And Oceans han vuelto con ganas de su letargo, siendo As in Gardens, So in Tombs (Season of Mist) el segundo álbum tras su reformación en 2017. Black metal rápido y melódico, con una producción muy potente y afilada que les hace sonar contundentes y agresivos, en el que los teclados gozan de gran protagonismo e incluso llegan a colarse ecos de su época electrónica. No está mal, aunque se acaba haciendo pelín largo.
A Horrifying Death (Adirondack Black Mass) es el nuevo EP de los chilenos Skullpture. Seis temas de un death metal rápido y oscuro, con riffs pesados y machacones sin demasiado espacio para la melodía. Aún así, suenan pegadizos y con la dosis justa de pesadez para no aplastar al oyente, por lo que al final la escucha se hace bastante entretenida.
Supraliminal (Everlasting Spew Records) es el segundo trabajo de los death metaleros americanos Nothingness. No se andan con chiquitas y lo que tenemos aquí es death metal contundente, a lo que ayuda el espeso sonido que han logrado gracias a la producción. Las guitarras suenan sucias incluso en las pocas partes melódicas que hay repartidas por el disco. Temple of Broken Swords es lo más rescatable de un disco que a mí se me ha hecho bastante largo.
Está chulo Beyond the Black (Nuclear Blast), la última entrega de los alemanes Beyond the Black (no, no se han roto la cabeza con el título). Es un buen disco de heavy metal melódico, con ese toque hard rockero que le da la voz de Jennifer Haben y ramalazos más cañeros que le acercan al power metal. Tiene buenos riffs, estribillos muy pegadizos hechos para el directo y solos pirotécnicos que permiten lucirse a los músicos, todo ello sobre una potente base rítmica. Lo único malo es que el disco empieza fortísimo, con dos temazos como Is There Anybody Out There? y Reincarnation que dejan el listón muy alto para lo que viene por detrás, con lo que al final queda la sensación de ir de más a menos. Si hubieran repartido mejor la carnaza, estoy seguro de que la sensación final sería mucho mejor.