Roberto Moso: » Puto Boomer» (Liburuak)

No sé si es el primer escritor euskaldun en publicar en Liburuak, pero, al menos, sí uno de los primeros. Bien pudiera y hubiera merecido ser el inaugurador pues su calidad y su repercusión histórica en la música de Euskadi es palpable en variados ámbitos. Primero por ser el cantante de los inolvidables Zarama que fue el primer o de los primeros grupos de punk-rock cantando en euskera. Pero no podemos olvidar su lado periodístico, sobre todo, en EITB, aunque también metió sus siempre sembrados textos en El Tubo, Muskaria o Gara. No es este el primero de sus libros, pero sí uno de los más interesantes y divertidos y también tiene un blog muy visitado por la parroquia, sobre todo de Euskadi, pero también desde fuera de aquí.

Lleno de humor y buenos recuerdos que le llevan hasta su adolescencia y a su juventud. Recordando algunos mitos y jugando con el hecho de que otros no lo fueran tanto. La portada y el título del libro son también muy claros. Al título de “Puto Boomer” se suma una pequeña radio portátil que rondará el medio siglo de vida. Luego está el cuidado prólogo de su amigo, Gotzon Bastida y los explícitos títulos de los breves, variados y muy numerosos y entretenidos capítulos. Es el caso de los “Anarkia En Televisión”, “Fútbol”, “Beatles”, Trotski”, “La Noche de Los Pistols”, “Zona Especial Norte” (en el que nos habla también de la trascendental visita de The Clash en 1981), “Vulpes”, “Leño”, “Ramones”, “Rolling Stones”, “Entre Bares” o ese divertido “Consejos Vendo” en el que nos reconoce que no debiera darlos. También hay otro para el cascarrabias “Lou Reed” en el que vacila ante la posibilidad de quererle resucitar virtualmente, aunque no sea un deseo de él. Pasan pues, por tanto, por estas 204 páginas muchos músicos vitales en su vida, pero también otras personas importantes y acontecimientos más o menos históricos. ¡Estaría muy bien que algunos boomers o algunos millennials se pasarán también por estas vivas páginas!

Sobre el Autor

Txema Mañeru
Periodista incombustible y melómano desaforado, como demuestra desde hace años en ORPHEO, así como en El Giradiscos o Ruta 66.
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