Texto: Mikel Fernández (SurimiWorld).
Creo que jamás me hubiera cruzado en el camino de los islandeses Skálmöld si no hubiera sido precisamente por unas vacaciones que pasamos en aquella tierra. La radio islandesa no es precisamente una fiesta, y tras un par de días en nuestro coche alquilado sin conseguir aprender islandés nos compramos una Classic Rock y este disco en una gasolinera en mitad de la nada.
Al final Skálmöld resultaron ser todo un descubrimiento (del CD de la Classic Rock saqué un par de ideas, por cierto). Una mezcla entre folk y viking metal muy melódico, muy fácil de escuchar y que amenizó nuestras aventuras por la R-1 islandesa. La comparación obvia serían los faroeses Týr, con quienes comparten sonido e inspiración.
Siete años después de aquel descubrimiento, me encuentro que aquellos muchachotes islandeses que de los que tenía un disco de una pequeña discográfica de Islas Feroe van ya por el quinto álbum, lanzado a través de Napalm Records, una institución del metal europeo.
Lo primero que me llama la atención es el sonido de las guitarras, máa agresivo y por momentos muy cercano al thrash metal, así como algún riff más propio del death metal melódico que del folk metal en el que les encuadraba. A esta mezcla ellos le llaman battle metal y la verdad es que el resultado es bastante entretenido.
Hay temas rápidos como el inicio con Ljósid, en el que pronto entran los coros para darle un aire más épico, o Gangári, de los temas más cañeros del disco, sacando la vena más death metalera sin renuncia a lo melódico. Otros con quizá menos revoluciones pero manteniendo el dinamismo como Brúnin, de clara inspiración thrasher, o Skotta que va cogiendo velocidad y acaba siendo uno de los mejores temas del disco, junto a Höndin Sem Veggina Klórar, que es el bonus track y también es de lo mejor.
Un disco lo suficientemente variado para mantener unas claras señas de identidad y, al mismo tiempo, resultar entretenido.