Susperia: «The Lyricist» (Agonia Records)

Texto: Mikel Fernández (SurimiWorld).

Nuevo álbum, después de unos cuantos años de silencio, de esta banda noruega fundada a finales de los 90 por Tjodalv, hasta entonces batería de Dimmu Borgir. Lo que empezó como banda de black/thrash metal fue evolucionando hacia derroteros menos extremos en su último We are the Ones, publicado en 2011.

Tras el mismo, y con unos cuantos años de silencio por medio, Susperia vuelven al ruedo con este The Lyricist. Su estilo ha derivado hacia un heavy/black metal. Curiosa mezcla, en su momento perfeccionada por Immortal cuando empezaron a bajar revoluciones y que Susperia adaptan a sus capacidades.

El hecho de que desde su formación sólo haya habido un cambio de músicos, y que éste fuera el cambio de vocalista tras 15 años de carrera, habla de la estabilidad de la que gozan como banda. Pocos grupos pueden presumir de esta estabilidad, si bien es cierto que Susperia no han estado nunca en la primera línea de la actualidad metálica y que no han girado intensamente (lo que seguro que ha aligerado el desgaste de las relaciones entre músicos).

El nuevo cantante, Bernt Fjellestad, ha encajado como un guante y no se nota en absoluto que sea “el nuevo”. Domina el rugido y la voz melódica, y eso ayuda a que Susperia puedan ser agresivos y melódicos en un mismo tema, pasando de una faceta a otra sin brusquedad y de una forma muy natural. Eso sí, la cabra tira al monte y por el sonido de la guitarra se puede identificar a la banda como noruega en breves segundos. Es algo que deben poner en los amplificadores de la zona, porque absolutamente todas las bandas tienen un punto similar.

De los temas del disco merece la pena destacar I Entered, que abre el disco con un riff 100% thrash metal y a lo largo del cual el vocalista va alternando sus registros; Heretic en cambio es más intenso, el más cercano al metal extremo. En cambio, My Darkest Moment alterna entre riffs y melodías totalmente rockeras y partes de metal cañero, mientras que en Void tenemos una buena dosis de metal épico y black/thrash metal igualmente potente.

Es un buen disco, lo suficientemente variado para no resultar repetitivo, suena intenso y potente sin descuidar la melodía, y muestra bastante personalidad, sobre todo con el juego de voces y las partes rockeras.

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