Tengo que reconocer que nunca he tenido en el verso una de mis lecturas favoritas pero, por diferentes motivos, cada año hago un hueco (o varios) para la poesía. Esto mismo ha ocurrido con «Leopoldo María Panero. Poesía Completa (2000 – 2010) en edición de Túa Blesa, el sexto del año.
No me lo he leído de tirón. Lo he ido ojeando y dejando que la curiosidad me guiara por los diferentes versos escritos por el poeta madrileño. Esos en los que reflejó su vida como si de un diario se tratara. Una vida en la que vivió al margen de las normas que le venían heredadas; luchador antifranquista, carcel, consumidor de drogas, hippismo, inquilino en un sanitario (varios en realidad),… En definitiva, un autor con leyenda de loco maldito que no le impidió convertirse en uno de los poetas contemporáneos españoles más importantes.
Hay mucho escrito sobre Leopoldo María Panero e incluso videos con entrevistas mientras vivía en el «Manicomio de Mondragón». Sus duras vivencias en la cárcel, el alcoholismo y la adicción a las drogas marcaron una obra que respira sensibilidad por los cuatro costados. Textos que deambulan entre el escritor lucido y el loco. Continuas evocaciones a la pérdida de la niñez y un mundo fantasioso más propio de la infancia. En ocasiones obsesionado con la muerte y el suicio (tuvo varios intentos) deja ver la angustia que le envuelve.
No está recogida toda su obra pero esta edición es suficiente para hacernos una idea de la obra de este interesante autor. Nunca está de más hacer un hueco y aparcar la prosa para sumergirnos en los imaginarios de poetas y poetisas que, como el de Leopoldo María Panero, nos remueve por dentro.