Texto: Mikel Fernández (SurimiWorld).
Segundo álbum de esta prolífica joven banda bilbaina, que a pesar de llevar sólo cuatro años en activo se presenta ya con su segundo álbum. Su música es puro heavy/power metal, aunando influencias como Iron Maiden o Warcry, lo que ha llamado la atención del sello Fighter Records, que se ha animado a lanzar este Tierra Hostil.
Grabado en los Chromacity Studios y producido por Pedro J. Monge, guitarrista y alma mater de los también bizkainos Vhäldemar, la primera seña de identidad del disco es el buen sonido del que goza. Moderno pero a la vez con un importante aroma al heavy clásico. Musicalmente me recuerdan mucho a Avalanch, sobre todo por el vocalista, que tiene un timbre bastante parecido al de Víctor García.
Hay que destacar también el nivelazo instrumental. Sin caer en florituras ni demostraciones de pirotecnia musical, lo cierto es que la banda suena compacta y potente, pero a la vez permitiendo escuchar cada melodía, y aderezando los temas con solos efectivos.
El disco comienza con , primer single del disco y que presenta Las señas de identidad musicales de Valkyria están claras: riffs potentes, estribillos coreables, melodías siempre presentes y un doble bombo constante. Lo que viene siendo heavy metal de toda la vida. Así, desde el inicial Código de Honor, pasando por Abatido, o Tierra Hostil (¡menudo trío de temas para empezar el disco!), pronto se aprecian las buenas formas que manejan. Otros temas destacables serían Rencor, Selenelion (la infaltable balada, épica y emotiva a partes iguales), Ecos del mañana otro muy buen tema y Tuareg, que pone el broche de oro al disco.
La verdad es que Valkyria han conseguido juntar una buena colección de temas. No inventan nada, pero lo que sí hacen es dejar muestra de su saber hacer. Un disco que les sitúa como una de las más firmes promesas del heavy metal.