Tras ocho años sin editar disco, que no es lo mismo que parados, Astrobahn (foto: Sergio Albert) vuelve a la carga. Su vuelta lleva por nombre “Fuego”, y con él parecen haber conseguido los materiales perfectos para avivar la llama. Este tercer trabajo aúna estilos y elementos muy dispares, pero que consigue encajar todas sus piezas de forma muy natural; el resultado es una máquina delicada, fluida e implacable.
La alineación original parte de Jorge Martín (guitarra y voz) y Abel Guzmán (voz y guitarra) impulsores activos de la banda desde finales de 2008 hasta la fecha. El vocalista Abel, bajo esta declaración nos da alguna pista de su modus operandi: “estamos en la música no solo para tocar sino para crear, queremos tener un discurso personal”, en torno a esto yace la filosofía del grupo siendo estas unas de las razones por las que son acogidos de buen grado sus nuevos integrantes Miguel (batería) y Elena García (bajo). Junto a ellos, Astrobahn consigue evolucionar desde su último trabajo “El Mundo Se Para” en 2013 a un sonido más duro y compacto, mucho más rock, manteniendo las marcadas melodías de la casa. Con esto, deciden tomar el viaje inverso al de otras bandas sumándole intensidad con el paso de los años.
Bajo el sello Nooirax Producciones, estos cuatro madrileños se sienten cómodos dando rienda suelta a un estilo de difícil etiquetado, pero que bien podría alojarse bajo el paraguas del rock alternativo. La producción ha sido realizada por Astrobahn junto a Óscar Guzmán, que también se ha hecho cargo del grabado y mezclado en los estudios Sannoz Record. El masterizado ha corrido a cargo de Nano Cañamares en dBeauty Salón.
Como muchos otros, “Fuego” tenía una fecha de lanzamiento previa a la pandemia que tuvieron que posponer, ahora, un año después, parece que la visión sobre la situación social que querían trasladar no solo sigue vigente, sino que cobra más sentido que nunca. Un momento oportuno para disfrutar de estos ocho cortes:
Una animada intro da comienzo al disco con ‘Banderas’, donde se abre paso una frenética batería acompañada por un robusto pulso rítmico del bajo; una muy buena forma de presentar su nuevo sonido sumado al debut de sus miembros. ‘Todo Por Hacer’ fue su primer single, el mensaje potente que interpretan junto la infatigable guitarra de Jorge consigue crear una atmósfera tensa que deja alguna que otra pregunta en el aire (¿nos habremos liado a hacer muchas cosas desatendiendo, quizá, las verdaderamente importantes?). En ‘El Día Que Perdimos El Miedo’ se percibe un principio suave, no tanto en la segunda parte donde se vuelve pesada hasta transformarse en un tema realmente duro. Muy noventero.
‘Kreuzberg’ despliega todo el instrumental que llevan a cuestas a ritmo de shoegaze. Una estructura arriesgada en ‘Ciclón’, que posiblemente tenga la interpretación vocal más hipnótica que he escuchado en mucho tiempo; la palabra “flores” tiene la culpa y es aquí donde la influencia de Jeff Buckley parece haber dibujado la voz de Abel por momentos. ‘Agujero Negro’, junto a la anterior, expone una de las letras más melancólicas e introspectivas del disco donde combinan a la perfección potencia y melodía; la constante combinación y piedra angular de todos sus temas.
En el corte ‘Que No Paren De Bailar‘, parece que nos están zarandeando a medida que van repitiendo el título de forma persistente mientras aumenta una voz rabiosa. Un mensaje optimista que invita a batallar. Sin miedo a lo extenso finaliza con ‘Fuego’, siete minutos bien llevados que, con ayuda de las guitarras, envuelve el tema creando una atmósfera de tintes heroicos donde reviven el último discurso de Salvador Allende y finalizan dejando flotar la voz junto a los demás instrumentos.
Con “Fuego” creen haber encontrado el equilibrio perfecto y, definitivamente, parece que lo han conseguido.
Por el momento, Astrobahn propone para el próximo 17 de abril la presentación de su nuevo trabajo en la sala Moby Dick (Madrid) en sesión de vermut.
Lo dicho; ¡que no paren de bailar!