Texto. Mikel Fernández (SurimiWorld)

Auri es el proyecto paralelo de Tuomas Holopainen, líder y principal compositor de los fineses Nightwish. Aprovechando el parón de su banda principal, ha lanzado este proyecto en el que participan Johanna Kurkela a la voz y violín y Troy Donockley (miembro también de Nightwish) a las orquestaciones, guitarras acústicas y gaitas.

¿Qué propuesta traen Auri? Es curioso, pero no sé si calificar esto como un proyecto arriesgado o como un proyecto con riesgo cero. Eso sí, esto no es metal, por mucho que Tuomas Holopainen lo llame “celestial metal”. Supongo que será para que cuele su lanzamiento a través de Nuclear Blast, pero esto no tiene nada que ver con el metal ni con el resto de lanzamientos de dicho sello.

Más bien parece que estemos escuchando una BSO o un disco de Enya. No hay ni rastro de guitarras distorsionadas, y la batería se oye en partes concretas de algunos temas. El resto, teclados, orquestaciones y violines.

Pero, por otro lado, con estos dos elementos presentes en la mezcla el resultado sería… ¡Un disco de Nightwish! Desde la voz de Kurkela a las orquestaciones, todo recuerda al grupo principal del Sr. Holopainen. Incluso la estructura de los temas es parecida.

No tiene nada que ver con Arkadea, por ejemplo, que en cuanto a instrumentación iba en la misma línea, pero musicalmente era una frikada absoluta, un constante experimento sonoro que se alejaba de los grupos principales de sus miembros. Auri en este aspecto resultan muy continuistas con la línea musical de Nightwish.

Ojo, que la música no está mal. Es un disco tranquilo, a medio camino entre el folk y una BSO, cuya escucha resulta agradable, aunque a mí se me hace un poco largo. Es difícil destacar un tema, ya que son todos bastante parecidos. Está muy bien para ponerlo de fondo mientras lees, pero este tipo de música no invita, al menos en mi caso, a dedicarle la escucha exclusiva.

En fin, curioso proyecto paralelo de medio Nightwish, pero para mí no deja de ser una mera anécdota.