Muchos aficionados, entre los que me incluyo, consideran, hace años ya, a Nick Cave como uno de los músicos y compositores más grandes de todos los tiempos. Pero, también bastantes, entre los que me vuelvo a incluir, creen que no hubiera llegado tan alto sin haberse sabido rodear de otros grandes músicos dentro de The Bad Seeds. Eso es un hecho claro en las dos últimas décadas con el barbudo Warren Ellins, como mano derecha, pero también lo fue antes junto a otros grandes como Rowland S. Howard, Blixa Bargeld, Mick Harvey o nuestro querido Barry Adamson.
Un Barry Adamson que ya tenía un merecido prestigio previo tras haber formado parte vital de Magazine, una de las formaciones más importantes del post-punk y la new wave británicas. De hecho, el libro lleva como subtítulo “De Magazine y los Bad Seeds al Submundo y Más Allá”. Luego también ha sido compositor para el gran David Lynch, Oliver Stone o Derek Jarman y ha compuesto algunas otras destacadas bandas sonoras más. Aquí nos cuenta sus potentes memorias con un estilo muy de cine negro. Además, nos regala un montón de buenas fotografías de su archivo personal. 8 páginas completas y luego bastantes más diseminadas a lo largo de todas las 440 páginas. Entre ellas, las de 2 de sus discos favoritos de Alice Cooper. Por su vida, y por las páginas de este ameno libro, pasan momentos angustiosos, trágicos, divertidos, pero también re-afirmantes. Se desnuda y se remonta hasta la muerte de sus padres y su hermana a los veinte años. No tiene pelos en la lengua a la hora de hablarnos de sus múltiples relaciones fracasadas. Narra su duro crecimiento como mestizo (de hecho, tituló uno de sus mejores discos en solitario como “The Negro Inside Me”) en el Manchester de finales de la década de 1950 o sus variadas reclusiones en hospitales psiquiátricos y centros de desintoxicación. Pero como artista en solitario también ha estado nominado al premio Mercury. En su rica música caben jazz, góspel, bandas sonoras, cabaret, disco music, acid jazz, funk, psicodelia trip-hop y hasta algo de pop-rock. Buena idea la de la aparición de bastantes fragmentos de sus cuidadas e interesantes letras. Nos gusta y llama la atención como renunció a conocer a David Bowie para no estropear un recuerdo anterior de cuando le vio con 14 años. Y eso que estaba tocando en dicho momento con Iggy Pop. Muy buena la anécdota del bis que iban a dar y que Iggy le respondió que sería con ‘I Wanna Be Your Dog’, ‘No Fun’ y ‘TV Eye’. Al respecto Barry comenta: “Cualquiera que ame la música rock os dirá que esas tres palabras (Dog, Fun, Eye) vienen a resumir todo lo que más mola, no ya de Iggy Pop y los Stooges, sino del rock en sí mismo. Salir al escenario delante de miles de personas y tocar esas tres canciones es algo inigualable”. ¡Como lo es sumergirse en la apasionante y excitante vida de Barry Adamson!