Bob Dylan: “Rough And Rowdy Ways” (Legacy Recordings / Sony Music)

¡Lo ha vuelto a lograr! Cuando ya nadie se esperaba que pudiera realizar un trabajo así, resurge el mejor Dylan para entregarnos su disco más poderoso e importante desde el genial “Time Out Of Mind” del milenio pasado. Y eso que hemos tenido discos más que destacados como “Modern Times”, “Tempest” o “Love And Theft”. Los últimos discos sobre Frank Sinatra y el cancionero tradicional standard americano fuero dignos pero algo anodinos, incluso insulsos para bastantes aunque yo no esté del todo de acuerdo.

El caso es que yo ya tengo disco del año y Dylan ha cumplido ya 79 años. Si este fuera su último disco con canciones propias sería un disco para pasar a la posteridad como ha ocurrido con los respectivos últimos discos de otros grandes como Bowie o Cohen. ¡Pero con el viejo cascarrabias Bob nunca se sabe! Lo mismo es capaz de salirse de madre el próximo año con otro soberbio disco como “Rough And Rowdy Ways” (Legacy Recordings / Columbia / Sony Music).

Aquí tenemos un repaso a toda su trayectoria en 70 minutos variados en los que priman y destacan los temas más relajados y narrativos. Así comienza el disco con uno de los sorprendentes y esperanzadores adelantos. ‘I Contain Multitudes’ contiene un título definitorio porque Bob sigue conteniendo multitudes. De historias, de música y de magia. Salta al rhythm and blues negro de Jimmy Reed o John Lee Hooker en la cruda y ruda ‘False Prophet’. Luego llega una de esas canciones torrente suyas con una delicadeza supina que fluye y en la que nos cuenta una de sus apasionantes historias. Se trata ‘My Own Version Of You’. Pero esto se lleva al máximo exponente en su canción más larga de todos los tiempos. Los más de 17 minutos de ‘Murder Most Foul’ con una letra que vuelve a demostrar que el Premio Nobel de Literatura fue algo totalmente merecido. En la primera brilla la steel guitar de Donnie Herron. En la segunda se sale Benmont Tench (Tom Petty) con el piano y ese violonchelo que parece recordarnos el hundimiento del Titanic.

En ‘I’ve Made Up My Mind’ le tenemos meciéndonos y acunándonos con delicados coros y a ritmo de vals fúnebre. ‘Goodbye Jimmy Reed’ es todo un homenaje a ese grande del rhythm and blues y cuenta con una armónica que cruje y un ritmo realmente “rough”. ‘Mother Of Muses’ es una ensoñadora nana que te transporta a la niñez y a un mundo mejor y más justo. Más buena negritud en ‘Crossing The Rubycon’. Quizás la cumbre sea una ‘Key West (Philosopher Pirate)’ con tintes autobiográficos. La habitual banda que le acompaña suena redonda con especial mención para el sensible acordeón de un Donnie Herron que convierte en oro todo lo que toca. Suma a esto la espléndida literatura que fluye por muchos temas y su osadía hasta para enfrentarse una vez más con el tema de la muerte y encontrarás un disco realmente grande. ¡Ya puedes descansar en paz, viejo y sabio Bob!

Sobre el Autor

Txema Mañeru
Periodista incombustible y melómano desaforado, como demuestra desde hace años en ORPHEO, así como en El Giradiscos o Ruta 66.
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