Duke Robillard: “Duke & His Dames of Rhythm” (M.C. Records / Karonte)

Texto: Txema Mañeru.

¡Siempre es una delicia reencontrarse con Duke Robillard! Somos muchos los que le consideramos uno de los mejores guitarristas de todos los tiempos. Y también de los más finos. Entre los que le veneran está hasta el mismísimo Bob Dylan. De hecho recurrió a él para algunos trabajos. Algo que también han hecho otros genios como Tom Waits o Muddy Waters.

Además de esto también fundó Roomful Of Blues hace más de 50 años. En 1990 reemplazó a Jimmie Vaughan en los esenciales The Fabulous Thunderbirds. También puedes sumar producciones y colaboraciones con Ruth Brown, Eddie Clearwater, Billy Boy Arnold y Jimmy Whiterspoon. También ha ganado el Grammy como mejor guitarrista de blues hasta en 4 ocasiones. Eso sí, además del blues, también le ha encantado siempre el jump blues y hasta el jazz y swing de los años 20 y 30 del pasado siglo.

Puedes conocerle mucho mejor en fascinantes trabajos hechos para el sello DixieFrog, distribuido por Karonte, uno de los mejores sellos del blues europeo. De hecho te recomendamos su “Duke’s Box” un recopilatorio triple de casi 4 horas sin desperdicio. Todo lo mejor de su extensa trayectoria, unos cuantos inéditos, buenas versiones y algunas joyas en directo. Además con excelente presentación y sonido, claro.

El caso es que ahora le ofreció grabar para su sello, M.C. Records, su capo Mark Carpentieri y a Duke se le ocurrió que pudiera ser así pero para ello quería hacer un disco muy especial. Y “Duke & His Dames Of Rhythm” (M.C. Records / Karonte) realmente lo es. Duke eligió algunos de sus temas favoritos del jazz y del swing de los años 20 y los años 30 y se rodeó de una gigante y excepcional banda y media docena de excelentes cantantes para conseguir unos buenos frutos. Aquellos que amen a Louis Jordan, Duke Ellington,Benny Goodman, Count Basie, Dinah Washington, Sarah Vaughan y sonidos por el estilo lo gozarán de lo lindo.

Por cierto que si entras en www.mc-records.com comprobarás otra reciente joya del estilo, pero esta vez mucho más cercana al góspel. Se trata de “The Gospel Truth Live”, un estupendo directo de la estupenda voz de contra-alto de Marie Knight. Lo grabó en 2007 poco antes de su muerte y se sale con el piano Dave Keyes. Ella se hizo fundamentalmente famosa por cantar junto a Sister Rosetta Tharpe y la mayoría de los 20 temas del disco llevan su firma y la del Reverend Gary Davis. Tampoco faltan guapos tradicionales al final como ‘Closer walk with thee’, con la voz de Keyes, y una estremecedora ‘For thine is the kingdom’ con inicio a capella.

Pero queremos y debemos hablar un poco más del nuevo trabajo de Duke Robillard. Entre las cantantes que le acompañan destacan las voces de Madeleine Peyroux y de Maria Muldaur. Ninguna de ambas necesita presentación. También brilla la más joven, Kelley Hunt y la única voz negra de la joven también, Catherine Russell. Duke se sale con la acoustic arched top guitar y cumple también con algunas voces. Entre sus acompañantes destacan los dos pianistas, Bruce Bears y una Kelley Hunt que también destaca con las teclas blancas y negras en 3 temas. Jon Erik Kellso está genial con la trompeta y como invitado especial brilla Andy Stein con el violín, pero también está genial con la Simon Nelson electric archtop guitar en ‘Me, myself and I’.

Comienza cantando Sunny Crownover junto a Duke en una hermosa ‘From Monday on’. Maria Muldaur recuerda a Bessie Smith o Dinah Washington en ‘Got the south in my soul’. Madeleine se sale en una ‘Squeeze me’ con un maravilloso clarinete, pero también con destacado piano y la finísima guitarra de Duke. Robillard brilla cantando, sobre todo, en ‘Walking stick’, tema con especial brillo también para violín y trompeta. No faltan clásicos como ese ‘My hearts belong to daddy’ de Cole Porter, otra vez con la voz de Sunny. Duke también está perfecto con la voz en una alegre ‘What’s the reason’ de fantásticos arreglos con excepcional contrabajo y trompeta y su guitarra dando las notas justas. Otra buena prueba de esos grandes arreglos y amplia banda con calidad lo tenemos en el instrumental final. Un ‘Call of the Freaks’ juguetón que te hace mover los pies sin darte cuenta. ¡Joyita diferente, atemporal y muy especial!

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