Texto: Txema Mañeru.
A hombres como Femi Kuti hay que admirarlos musicalmente. Pero, quizás, más aún haya que hacerlo por sus enormes valores como persona. Ha llevado la música afrobeat y el mensaje de su padre, el legendario Fela Kuti, a más lugares del mundo de lo que lo había hecho Fela.
Ha creado gran música que sobrepasa los registros africanos más amplios para adentrarse en el reggae, el soul, el highlife, el R&B, el hip-hop y otras músicas del Caribe, África o afroamericanas. Además lo ha hecho siendo un luchador por los derechos de los niños en UNICEF. También promoviendo la investigación, la educación y la prevención para luchar contra la lacra del SIDA. También es un adalid de la cultura en su país y en toda África. Ha creado e impulsado un espacio cultural como The Shrine en el que ofrecer su música a precios asequibles para la gente menos pudiente y para dar a conocer otras propuestas artísticas de Nigeria. Lo creó en honor a su padre y estaría orgulloso de lo que ha llevado a cabo allí.
Sus actuaciones por todo el mundo con The Positive Force, con 14 o más músicos en sus filas, son memorables y han llevado sus palabras y sus ritmos a infinidad de lugares. Porque su música es también realmente importante. Y ahora llevaba ya 5 años desde su anterior “No Place For My Dream”. Y creemos sinceramente que este décimo álbum, “One People One World” (Knitting Factory Records / PIAS) supera con creces lo ofrecido en el anterior y supone uno de sus más completos discos hasta la fecha. La mayor parte del álbum está grabada en Lagos y con sus músicos de Positive Force. Además está su hijo, Omorinmade Anikulapo-Kuti. Comienza con el espíritu orgulloso de ‘Africa will be great again’ con vientos a todo trapo, teclados y percusiones muy rítmicas y luego su voz y los coros femeninos que desprenden felicidad. Puro afro-beat deudor de lo que hizo su padre, pero con magia personal. Siguen por ahí en la potente y afrofunk ‘Best to live on the good side’ con otro de sus mensajes destinados a potenciar la paz entre los países y sus gentes. Luego llega el genial single con el tema titular y ese mensaje de unidad global. Coros contagiosos, la guitarra solista de su gran guitarrista, Awomolo Opeyemi y el bajo de aromas reggae de Aghedo. Luego están esas letras que lo convierten en el equivalente actual a Bob Marley. Aquí sus palabras al respecto. “Verdaderamente espero que esta música y video nos inspire a todos a entender que todos somos uno en el mismo planeta y que es nuestro deber defender la paz, el amor y la justicia y mantener nuestro planeta sano”. Más coros con magia en ‘Na their way be that’, ‘How many’ o ‘Equal Opportunity’. Aires soul, mezclados con ritmos nigerianos y maravillosa melodía vocal en otro gran mensaje como ‘Corruption na Stealing’. Aires de samba a lo Santana en ‘Evil People’ o ciertos momentos de ‘Dem don come again’ o emocionante góspel en una preciosa balada de rhythm & blues como ‘The way our lives go (Rise and Shine)’ con el que cierra un magnífico y extenso disco cargado de mensajes positivos y de música contagiosa y totalmente viva.