La verdad es que ya teníamos ganas de escuchar nuevo material de Gatoperro, pues han tardado un total de 4 años para la aparición de este quinto disco de estudio. Un disco que supone un cambio bastante drástico en su sonido con ecos que van de los Bad Seeds de Nick Cave hasta a David Bowie, pasando por Los Rodríguez o su líder, Andrés Calamaro. Hace unos meses nos sorprendió Jairo Martín con el divertido vídeo de su single, ‘Todos Los Payasos Somos Tristes’, un homenaje al duro mundo de los artistas.
Jairo ha colaborado con grandes como el ya desaparecido Rafael Berrio, pero también con Jaime Urrutia, Ariel Rot, Rubén Pozo o La Unión. De su “Instrucciones Para Cortarse Un Brazo” (Calvario Música / Lengua Armada) nos adelantó como single ‘P.A.K.O.’, un tema de corte oscuro y triste, pero muy hermoso y de esos que nos puede recordar al mejor Nick Cave. Buen videoclip e inspiración en las novelas de Sam Shepard y en los forajidos que andan y anduvieron por los USA.
Antes abre el disco con la original ‘Mi Trueno’, un tema experimental y también muy pausado con un estribillo y unos punteos que pueden recordar al Bowie de su ‘Five Years’. Más textos a tumba abierta y buena producción del propio David Llosa (con ayuda de Pablo Fugitivo) en los estudios asturianos Acme. Las buenas mezclas las ha llevado a cabo Paco Loco en su estudio del Puerto de Santa María. Un Llosa, compositor de todos los temas en esta ocasión. Me encanta el estribillo final de ‘Noches Olímpicas’. Guitarras y ritmos más desenfrenados en la alcohólica ‘Volver a Volver (A Beber)’ con riffs y coros de Carlos Vudú. El disco oficial finaliza con ‘La Milagrosa’, un gran lento de aires country-folk oscuros con los buenos coros de Patricia Lázaro y con aires a Smog, Will Oldham o Sparklehorse.
Pero es que tenemos dos jugosos bonus tracks. El primero es ‘Music Free’ y tiene algo de Lou Reed en su ritmo pero con un sonido más actualizado y un estribillo casi bailable. El segundo es ‘La Nueva Subnormalidad’ y es una buena historia con un sonido nada normal en Gatoperro. Riffs casi reggae, buen Hammond de Miguel Herrero y aires entre Tequila y Los Rodríguez. Buenos coros del propio David y logrado estribillo con un punto a Adnrés Calamaro hasta en la voz. ¡No me cortaré el brazo, pero ha sido una delicia volver a escuchar maullar y ladrar a nuestro Gatoperro!