Jorge Ben: “A Tábua De Esmeralda” (Elemental Music / Distrijazz)

Texto: Txema Mañeru.

Estoy flipando con las “Collector’s Reissues” del sello Elemental Music que distribuye aquí la gente de Distrijazz. Además de estar muy bien remasterizados digitalmente tienen el bonito detalle de respetar las ediciones originales en vinilo. Con textos interiores, fundas y letras incluidas. El material soul, funk y R&B de los años 70 es realmente prodigioso. ¡Y es que con el material de sellos clásicos como Philadelphia International Records, Buddah o Columbia Records la calidad está garantizada. Si encima los discos elegidos son los más significativos de Smokey Robinson, Four Tops, Eddie Kendricks, Bill Withers, Rare Earth, O’Jays, Ramsey Lewis, The Intruders, Ohio Players, James Brown, Teddy Pendergrass, The Temptations y otros de semejante calibre pues ya es la hostia.

Pero es que ahora acaban de llevar a cabo otra operación similar con más de 20 títulos de la mejor música brasileña de los años 70. Tenemos pues las mejores figuras del Tropicalismo con Caetano Veloso, Jorge Ben, Transa, Gal Costa o Marcos Valle. De algunos de ellos con varios discos como es el caso de Jorge Ben, aunque nos centramos en “A Tábua De Esmeralda” porque es nuestro favorito y también de la Rolling Stone que lo considera como el sexto álbum brasileño más importante de todos los tiempos. Salió en el 74 y junto al “Africa Brasil” del 76 significan la culminación del trabajo de Jorge Ben en esta década.

No hay que olvidar que “A Tábua De Esmeralda” fue ya el disco número 11 de estudio de Jorge Ben. También lo hemos escogido por su preciosa portada con explicativo subtítulo incluido, “É Verdade Sem Mentira Certo Muito Verdadeiro”. Y es que estamos hablando de un auténtico y muy logrado disco conceptual. A la cálida voz y la buena guitarra de Jorge se le suma el acompañamiento del Trío Mocotó, con algunas flautas y violines realmente conseguidos. Por ejemplo el violín y los coros de la melódica y alegre ‘Zumbi’. Antes comienza con otra melodía mágica y alegre como la de ‘Os Alquimistas Estäo Chegando Os Alquimistas’. El estribillo es realmente mágico como si lo hubiera creado un alquimista…de la música. Los coros femeninos son una preciosidad. En ‘Errare Humanum Est’ brilla la melodía, pero también las cuerdas y las percusiones. Cierra la cara A otra joya como ‘Magnólia’ con buenas guitarras acústicas y esas exquisitas flautas. En la cara B, además de ‘Zumbi’ brilla el rock psicodélico en inglés de un ‘Brother’ también con destacada guitarra eléctrica. ‘O Namorado Da Viúva’ es puro y cadencioso Brasil optimista y el final con ‘Cinco Minutos (5 Minutos)’ también te empuja a cantarlo.

Pero si te pasas por www.elemental-music.com o por www.distrijazz.com descubrirás muchos más discos históricos más. No queremos dejar pasar esta oportunidad para comentarte un poco por encima algunos realmente recomendables. Es el caso del histórico “Back Stabbers” de los O’Jays que parece casi un grandes éxitos. Al igual que muchos de los discos del sello Philadelphia International cuenta con la experta producción y muchísimas composiciones del gran equipo formado por Kenny Gamble y Leon Huff. Ellos están también detrás de los trabajos de Intruders, Lou Rawls y bastantes más que descubrirás si buceas en esta magnífica “Collector’s Reissues”. Este disco es la obra maestra de los O’Jays y, por ende, de todo “El Sonido Philadelphia”. Una bomba para el baile de principio a fin que comienza ya quemando la pista de baile con ‘When The World’s At Peace’. Ya hacen diabluras esas tres voces mágicas al servicio de las efectivas composiciones y producción de los titanes Gamble y Huff. Es imposible, prácticamente, escuchar singles como ‘Back Stabbers’ o el contagioso ‘Love Train’ y no entrarte las ganas de bailar aunque seas un torpe como yo. Pero es que además bordan también algunas baladas como son los casos de ‘Who Am I’ o ‘Sunshine’. El equipo de músicos es una pasada y hasta cuatro guitarristas demuestran su pericia con las 6 cuerdas. Por ejemplo las de la melodiosa ‘Listen To The Clock On The Wall’ están realmente logradas. ¡Uno de esos discos a los que el paso del tiempo no les afecta en absoluto.

Dos años después, en 1974 más concretamente, el gran Bill Withers firmó una de sus más absolutas obras maestras en LP. Se trata de “+’Justments” y aunque no tenga singles tan rotundos como algunos de discos igual de buenos y anteriores como “Just As I Am” o “Still Bill”, tiene un conjunto de esos que van calando muy hondo. También cuenta con un equipo de músicos a la altura entre los que queremos destacar la maravillosa guitarra de José Feliciano y la delicada arpa de Dorothy Ashby. No son los únicos. El piano eléctrico de Ray Jackson en la elegante y sedosa ‘You’ es impecable y el muy presente bajo de ‘Ruby Lee’ es toda una lección con las 4 cuerdas. Withers fue considerado el rey del smooth soul y también se le hizo digno heredero del más sensual Marvin Gaye, pero temas como el extenso final de ‘Railroad Man’ se acercan también a los momentos más psicodélicos de otros grandes como Curtis Mayfield o Isaac Hayes. ¡Una indudable y más que recomendable obra maestra!

En la segunda mitad de los 70 este sensual smooth soul tuvo otros representantes más que atractivos. Uno de los más grandes fue un Teddy Pendergrass que antes se había hecho famoso como vocalista de Harold Melvin & The Blue Notes. Debutó en solitario en 1977 y al año siguiente firmó este “Life Is A Song Worth Singing” que es, para muchos, su mejor disco. Alcanzó el número 1 en las listas de ventas de R&B, pero también alcanzó un muy meritorio 11 puesto en las listas generalistas. Además tenemos aquí varios equipos productores. Uno de ellos y el más destacado vuelve a ser el formado por Gamble y Huff, también gerentes del sello Philadelphia International. Es normal que con discos como este y canciones como ‘Only You’, ‘When Someone Loves You’ tomará el relevo a Marvin Gaye, Al Green o al propio Withers en esta segunda mitad de los 70. El single que tituló el disco y que fue popularizado por Johnny Mathis, es otra joyita. Otro tanto se puede decir de baladas rompecorazones como ‘Close The Door’ que, paradójicamente, abrieron las puertas de millones de dormitorios americanos. ¡Todos estos discos de soul, funk y rhythm & blues de los años 70 son realmente inmortales y es una gozada volver a escucharlos con esta calidad de sonido y buena presentación!

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