Judas Priest: «Firepower» (Epic Records)

Texto: Mikel Fernández (SurimiWorld).

Decimoctavo disco de estudio, que se dice pronto, de Judas Priest, una de las leyendas del heavy metal, prácticamente contemporáneos de la primera hornada de bandas del género e influencia principal de muchas de las bandas que hoy en día pueblan los escenarios del mundo metálico. En activo desde 1970, Judas Priest pertenecen por derecho propio a la nobleza del mundo del heavy metal y prácticamente del rock’n’roll en general.

Y sin embargo, por el motivo que sea, pese a esta dilatada trayectoria y su definitiva influencia en el mundo de la música, no han sido capaces nunca de alcanzar, o al menos de asentarse, en el primer escalón del mundo metálico junto a bandas que llegaron más tarde, como Iron Maiden. Se podría establecer el paralelismo con Metallica y Slayer: mientras unos agotan estadios, los otros se han visto limitados a girar por salas o pabellones medianos.

Sea lo que sea, tras dar marcha atrás a su decisión de despedirse de las giras en 2010, cuando anunciaron a bombo y platillo que el Epitaph World Tour iba a ser el último como tal, la banda ha seguido funcionando normalmente. Bueno, si por normalmente se puede entender la fuga en 2011 de uno de sus fundadores, el guitarrista K.K. Downing, por motivos jamás suficientemente aclarados (y que tienen toda la pinta de tener que ver con la pasta) y la baja más reciente, la del otro guitarrista (Glenn Tipton) por serle imposible tocar a raiz del Parkinson que sufre. La pérdida de uno de los dúos de guitarristas más icónicos de la historia del heavy metal, que en otra banda sería suficiente para plantearse la retirada, en Judas Priest no ha supuesto inconveniente alguno: se busca un recambio más o menos hábil y pista.

Producidos por Andy Sneap, que al final ha sido el recambio de Glenn Tipton en esta gira, el disco suena actual. Demasiado, diría yo. Se ha perdido el toque de metal clásico en lugar de una producción excesivamente moderna. Y no sé si será por la ausencia de Tipton o porque nos pasamos analizando cosas, pero los solos no son nada destacable. En cambio, destaca el buen estado de forma de Rob Halford, muy discutido en los últimos años pero que parece haber encontrado su tono.

En cuanto a los temas, el disco está bastante bien, lo que en un principio podría sorprender dadas las vicisitudes que han pasado. El principio del disco es acojonante. El trío FirepowerLightning Strikes y Evil Never Diesvale su peso en oro, al igual que Children of the Sun, tema más lento pero misteriosamente pegadizo, con un riff inicial que, por unos segundos, me recuerda a los Metallica del Load.

La segunda parte del disco, menos cañera a nivel general, se inicia con un interludio instrumental, Guardians, que conecta con Rising from Ruins, un medio tiempo que tira de riff épico y heroico y que marca cómo va a sonar está segunda parte del álbum. A partir de aquí se suceden Flame Thrower (con un punto de rock macarra), Spectre (más pesado y con otro estribillo pegadizo), Traitor’s Gate y No Surrender (sendas andanadas de puro heavy metal sin llegar a tirar de doble bombo como los primeros temas del disco) y Lone Wolf otro tema rockero y pegadizo que junto con Sea of Red le dan un buen aire al final del álbum.

En general todo el disco resulta bastante ameno, si bien es a partir de la instrumental Guardians cuando parece que ganan enteros, haciendo de esta segunda parte una delicia. Se puede afirmar sin miedo que estamos ante un buen disco de Judas Priest, que hace honor a su trayectoria y demuestra que, a pesar de los últimos acontecimientos, siguen en forma. En junio veremos si mantienen el tipo en directo.

Sé el primero en comentar en «Judas Priest: «Firepower» (Epic Records)»

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada.




A %d blogueros les gusta esto: