Texto: Txema Mañeru.
Ya sabemos que han pasado unos cuantos meses desde la aparición de este gran disco de Kiko Veneno. Pero como le hemos hincado el diente a tope recientemente y como nos parece uno de los mejores discos del pasado año, hemos querido darle un merecido repaso. No en vano estamos hablando del mejor disco del año 2019 para RockDeLux y además ocupa también el puesto número 19 entre los mejores discos de la última década.
Se lo tomó con calma Kiko, pues su anterior disc, “Sensación Térmica” apareció en 2013. Bueno, al año siguiente se marcó “El Pimiento Indomable” con Martin Buscaglia con muchas dosis de diversión y bastantes arreglos electrónicos.
De hecho comenzó el trabajo para este “Sombrero Roto” (Elemúsica / Altafonte) con el uruguayo Buscaglia. Él le ayudó para seleccionar las 10 canciones para el nuevo disco desde un total de 22 maquetadas. Quería hacer algo más electrónico que nunca porque últimamente estaba emocionado con los sonidos de Kendrick Lamar o con el disco electrónico de los Lambchop de Kurt Wagner. También algo en la estela de su admirado y amigo David Byrne (Talking Heads). Cuando estaba todo en marcha decidió reiniciar el trabajo y ponerse en las manos del joven jerezano de electro-punk, Santi Bronquio.
También llama poderosamente la atención en esta maravillosa obra que tenga un formato de libro-disco de tapas duras y 74 páginas que son también una gozada visual. Al mando su hijo, Adán. Estupenda la obra pictórica y plástica de Marta Lafuente y Carmela Alvarado. Otro importantísimo punto a favor de este trabajo artístico completo.
Pero nosotros queremos centrarnos más en la parte estrictamente musical. Kiko tiene más vidas que un gato y ha sabido reinventarse en toda su dilatada y destacada trayectoria. Lo bordó con ese legendario “Veneno” del 77 y fue clave en “La Leyenda del Tiempo” de Camarón. Abrazó el blues flamenco con el “Blues de la Frontera” y Pata Negra y tocó techo ya en los 90 con dos obras maestras como “Échate Un Cantecito” o “Está Muy Bien Eso del Cariño”. Ahora casi un cuarto de siglo después ha vuelto a firmar una joya en todos los sentidos.
Abría con el sonido marciano y actual de ‘La Higuera’ que casi pudieran haber firmado los Pony Bravo y que fue el primer single. Sigue con su socarrón sentido del humor en un ‘Autorretrato’ con melodía vocal marca de la casa envuelta en arreglos de hoy. Preciosa historia y magistral voz con ritmos actuales también y su gran voz en ‘Vidas Paralelas’. Ironía total en la historia de ‘Yo Quería Ser Español’. Para coger el libro-disco y aprenderse la letra y la historia que cuenta de memoria. Casi suenan hasta ritmos afrobeat.
La cara B se abre con un tema ‘Obvio’ y hacemos el juego de palabras porque es una de esas estremecedoras baladas marca de la casa. ¡Entrañable, tierna y romántica a mí me ha hecho viajar hasta la también estremecedora ‘La Casa Cuartel’. Tonos funk en el tema titular y buena melodía vocal también la de ‘Ojalá’. Alegría a raudales en los coros rumberos de ‘Tíriri Tíriri’ con fantásticas guitarras. La flamenca de “Ratón” y la eléctrica del propio Kiko. Se despide en inglés con un chulo ‘Miss You’ de nuevo con buenas guitarras flamencas y con los llamativos teclados de Buscaglia. En la emotiva y descriptiva casi autobiografía que viene manuscrita en el libro sigue reconociendo su predilección por Dylan aunque tampoco quiere dejar de cantar a lo que viene. Y finaliza: “Una cosa tengo clara: con el arte mucho es posible. Las canciones pueden hacer la vida mejor”. ¡Las de Kiko Veneno realmente lo hacen!