Tras la salida del guitarrista británico K.K. Downing de Judas Priest, con algo de polémica que no voy a volver a profundizar ya que se trata de una reseña, llega su debut bajo el apodo de KK’s Priest. Y tal como era de esperar el resultado final del mismo es un trabajo de auténtico heavy metal al más puro estilo de los propios Judas Priest. ‘Sermons Of The Sinner’, que es como se titula su puesta de largo, es un álbum destinado para todos los seguidores de las leyendas británicas capitaneadas por Mr. Rob Halford con mente abierta y sin rencillas de por medio. Por supuesto, que también va destinado para satisfacer las ansias metaleras que tienen los metalheads más clásicos del heavy metal. Consiguiendo facturar un verdadero disco de metal. Es de esos que una vez escuchado un par de veces no te vas a poder desprender de él muy fácilmente. Ya que engancha sobre todo la parte inicial y la central. Pero que tiene un leve defecto debido a que el tramo final del álbum es bastante menos impactante y mucho más progresivo.
Los culpables, y muy bien guiados y seleccionados por el guitarrista, son el portentoso vocalista Tim «Ripper» Owens que ya sabe como funciona la maquinaria sonora de los Priest al haber formado parte de ellos. El batería de Cage, Sean Elg, que sustituye a un viejo conocido de los británicos, Lee Binks. El solvente guitarrista de Hostile, A.J. Mills y el bajista de los Voodoo Six, Tony Newton. Formando entre todos una perfecta máquina de metal. Y es lo que precisamente vamos a poder escuchar en las seis primeras canciones de ‘Sermons Of The Sinner’ que son las que más me han impactado en mi corazón de metal. Las cuatro restantes, y ojo que no son malas composiciones, son las menos atrevidas pero también son las más trabajadas a nivel musicalmente sobre todo las dos que más minutos tienen.
Tras una leve introducción con voz de ultratumba llega el primer puñetazo sonoro en toda la cara. “Hellfire Thunderbolt” es lo primero que escuchamos del debut de KK’s Priest y realmente suena a Priest por los cuatro costados. No nos vamos a engañar. Un sonido que recorrerá por todos los surcos del redondo. Capitaneada con los clásicos agudos de ‘Ripper’ bajo un endiablado ritmo marcado por unas afiladas guitarras junto con una contundente sección rítmica. Lo mismo sucede con “Sermons Of The Sinner” donde las guitarras de Downing y Mills son las verdaderas protagonistas que se reparten grandes solos en un corte que recorre varios cambios de ritmo destacando la voz del gran vocalista que es ‘Ripper’ y la tremenda pegada que atesora Sean Elg. La densa pero a la vez galopante “Sacerdote Diablo” es la siguiente en sonar. Un corte algo menos impactante donde destaca por encima de todo el enorme trabajo de guitarra que hay detrás donde ambos maestros de las seis cuerdas nos dan una verdadera lección de cómo tocar la guitarra en una banda de heavy metal con sonido clásico. Al igual que los tres restantes miembros que no se quedan atrás. Y aquí precisamente con “Raise Your Fists” llega el momento cumbre de todo el álbum y para mí, la mejor canción de todo el disco. Se trata de un himno del metal que en los próximos años se alzará como un clásico dentro de la historia del heavy metal (al igual que el “All We Are” de Doro por poner un ejemplo). Ya que contiene todo lo que un seguidor necesita. Garra, melodía, coros y estribillos adictivos. Una canción que sirve para alzar los cuernos mientras la disfrutas a tope. Y no me quiero imaginar la impresión que será escucharla en directo. ¡Una locura y a la vez una gozada! Tras el subidón obtenido aparece “Brothers Of The Road“ con ese ritmo endiablado pero a la vez semi pausado que te eriza el vello cuando llega el estribillo totalmente adictivo y que sirve para romperte las cervicales a través de ese magnetismo sonoro que posee dicho corte. Donde también hay hueco, faltaría más, para los respectivos momentos de gloria por parte de ambos guitarristas. Con otra nueva demostración del portentoso vocalista quién vuelve a jugar un papel importante durante todo el debut de KK’s Priest.
Y es aquí precisamente, en este tramo del disco, donde se sale nuevamente el vocalista a lo largo de la extensa composición “Metal Through And Through”. Ya que en la misma podemos apreciar las diferentes formas de cantar en un tema muy extenso, ronda los nueve minutos, donde todos los músicos ponen todo de su parte para facturar una de las sorpresas del álbum. Que consta de grandes desarrollos que no llegan a enganchar lo que se espera. Que con esta afirmación no quiero que quede como mala canción, todo lo contrario, es un extenso corte con grandes dosis progresivas que en algunos tramos me recuerdan mogollón a los Manowar. Facturando de esta manera un terreno sonoro diferente a lo escuchado. Para después regresar al terreno sonoro más pesado y contundente con la veloz “Wild And Free”. Con unos músicos que pisan el acelerador para ofrecernos otro clásico corte de heavy metal, y que a pesar de tener algunos pasajes menos rápidos, lo culminan con un soberbio cruce de guitarras que les queda de lujo. Sin respiro alguno llega otra de las sorpresas del debut de KK’s Priest. Con “Hail For The Priest” consiguen regresar al estilo que mejor se desenvuelven con otra demostración de cómo facturar un denso y contundente tema de puro heavy metal muy al estilo Priest con un vocalista pletórico. Al igual que ambos guitarristas que nos vuelven a demostrar toda su destreza a las seis cuerdas. Tampoco se quedan atrás Sean Elg y Tony Newton que también realizan una descomunal interpretación durante todo el redondo. Finalizando con la más que extensa “Return Of The Sentinel”. Que a pesar de no tener esa pegada directa a la yugular posee enormes pasajes sonoros repartidos en varios cambios de ritmo. Dotándola de un diferente magnetismo a lo escuchado anteriormente y que a estas alturas del guion tampoco viene mal escuchar algo más pausado y quizás más progresivo que me recuerda de algún modo a algunos cortes insertados en el nuevo álbum de la ‘doncella de hierro’.
En resumidas cuentas, me ha gustado enormemente este debut de KK’s Priest. Y quitando las ‘malditas rencillas y las odiosas comparaciones’, han logrado conseguir tanto K.K. Downing como el resto de sus compañeros, facturar uno de los mejores lanzamientos discográficos de heavy metal clásico del año.