Texto: Txema Mañeru.
Su habitual productor, Marc Parrot, les dijo que ahora el momento de arriesgar si querían hacer algo diferente a lo habitual que tanto éxito les ha dado y les ha llevado a dar más de 1000 conciertos en casi 30 países. Querían encontrar un sonido diferente sin perder sus esencias festivas, eclécticas y reivindicativas. Para ello necesitaban un productor no habituado a este tipo de sonidos y se pusieron en manos del argentino Rafa Arcaute, famoso por trabajar con Calle 13, Residente o el gran Andrés Calamaro.
Los resultados han estado a la altura. Se pudiera pensar que estamos ante un disco de compromiso porque “sólo” tiene 10 temas (lo habitual en los tiempos de los LPs clásicos de pop) y poco más de media hora. Lo cierto es que tenían más de 30 temas compuestos y fueron a grabarlos sin mucho rodaje previo como les aconsejo Arcaute. Así han elaborado lo que les ha ido en gana y lo que iba surgiendo con la frescura de sus comienzos y sin ningún tipo de complejos. Y así han logrado un nuevo pelotazo que ha llegado fulminante al Nº 1 de las Listas de Ventas y que lleva muchas semanas en los puestos más altos. Así están colgando el “No Hay Entradas-Sold Out” en todos sus conciertos y se disponen a pegarse un verano en los mejores festivales y en las fiestas populares de las ciudades más importantes.
El disco se abre con el single y videoclip titular y los aires zíngaros combinados con los de un Macaco que canta de maravilla. Y “Zas, en toda la boca”. Junto a los skatalíticos argentinos Los Caligaris combinan reggae, ska y ritmos latinos en ‘Y Volar’ con otro vídeo para volar desde tu asiento o desde tu lugar de baile. Más ska junto a la cantautora Rozalén en ‘Algo Está Pasando’ y luego una sorpresa total para cerrar la cara A del disco. Junto a los británicos Will And The People se marcan un ‘Stand & Fight’ que es puro folk-punk irlandés combativo al estilo de The Pogues.
La cara B se abre con la calma que aporta Eva Amaral a la preciosa ‘La Tempestad’. Otro toque original es la utilización en varios temas de la mandolina, Brilla, por ejemplo, en ‘Solo Yo’ y logran un tema que pudiera gustar a los fans de Glenn Hansard o Mumford & Sons. Regresa la fiesta latina con ‘Mama’ y tampoco faltan los estribillos pegadizos habituales. Es el caso de ‘Dale!’ y su euforia total final, aunque antes nos canten eso de “Dame veneno que quiero morir”. El acordeón de Romain también protagoniza el cierre del disco, ‘Eh, Madame’, que es el único tema en catalán y también tiene un latido ska. Como siempre también libreto y art-work preciosos y ojo a las letras. Adriá estuvo leyendo el “Siddhartha” de Herman Hesse y bueno, ahí lo dejo, pero hace poco nos dejó un rotundo titular. “Si cambiamos individualmente, podremos cambiar la sociedad”.