Diez años atrás, la cantautora catalana Maria Rodés sorprendía a propios y extraños con Maria Canta Copla, un disco en el que versionaba a las composiciones clásicas de un género que por procedencia y edad le quedaba lejísimos.
La temeridad podría haber terminado en una catástrofe, pero, curiosamente, esas magníficas canciones escritas, entre otros, por el tándem Quintero, León y Quiroga, cogían otro camino que las llevó a una nueva vida. La ausencia de tremendismo y amaneramiento facilitó que la esencia de unas composiciones brillantísimas aflorase sin artificiosidad en paisajes sonoros que surgían de la magistral conjugación de una sencilla instrumentación, delicadísimas y sugerentes interpretaciones vocales y profusión de sutiles arreglos hábilmente conjugados. Las melodías intactas de El día que nací yo, Tatuaje o Tengo miedo adquirieron una identidad que iba más allá del tiempo y la estética y nos impidió hablar de lo clásico o lo moderno, lo onírico o lo decadente sin ruborizarnos un poco.
Este sábado 8 de junio a las 20 h, Rodés va a volver a interpretar este maravilloso disco en Madrid, en el Teatro Fernán Gómez.
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