Texto: Mikel Fernández (SurimiWorld).
Curiosa historia la de esta banda bizkaina formada en 2004. Este The Last Beating Heart es un remake de su primer disco Electrocardiogram (2006). Este remake se editó en 2014 y lo han remasterizado en 2019, momento en el que han aprovechado para incorporar la voz de la nueva vocalista y sacar una Sense Edition que no deja de ser la versión instrumental del disco, dejando sólo los coros y eliminando las voces principales.
De hecho, a pesar de tener otros trabajos publicados (el álbum Seven, en 2010 y el EP The Last Sunrise en 2008), debido a los continuos cambios de formación de la banda optaron por borrar todos los vídeos y trabajos anteriores, empezando de cero. Tanta regrabación, junto con esta retirada de trabajos anteriores da que pensar…
No obstante, y ciñéndonos a la música, he de decir que me han sorprendido muy positivamente. Yo me esperaba algo gótico y azucarado y su propuesta es más bien un death melódico de corte clásico con algunos (bastantes) toques góticos, pero sin llegar a perder la contundencia en ningún momento. Se caracterizan por un sonido de guitarra seco, de aire añejo, que también está presente en la batería (sobre todo en la caja) y también en la mezcla. Como punto fuerte tienen además la alternancia de la voz gutural con la voz limpia femenina, creando un juego de voces que enriquece los temas.
En cuanto a los temas, los mismos aúnan partes rápidas con otras más pegadizas o incluso medios tiempos de carácter más atmosférico. Destacan así el inicial My Sweet Torment (apesar de que se acaba volvindo un poco repetitivo), Oblivion (en el que un oscuro piano da entrada a un riff rápido y cañero, con buena melodía), Entering the Darkness (que empieza sólo con batería, teclado y un chelo para dar pie a una potente entrada de guitarra y batería sin perder la melancolía del chelo) o Tears of Blood For A Goddess (que empieza lento y sin distorsión, para pasar a un riff animado con el doble bombo acompañando, quedando un resultado pegadizo).
El disco está entretenido, los temas currados y bien tocados pero es algo que hemos oído muchas veces. La influencia de los viejos Dark Tranquillity es tan fuerte que en cualquier momento parece que Mikael Stanne vaya a coger el micrófono. Espero sinceramente que con esta edición cierren definitivamente el capítulo de este álbum y se lancen a la composición de nuevos temas, porque han demostrado que son capaces de crear cosas interesantes.