Texto: Mikel Fernández (SurimiWorld).
Nuevo álbum, quinto ya, de los alemanes Obscura, una de las bandas que encabezan el renacimiento del death metal técnico/progresivo. Encabezados por Steffen Kummerer, único miembro de la banda, a base de giras y buenos álbumes se han ganado un nombre en la escena.
No obstante, pese al continuo crecimiento del grupo, otro de los factores que le ha caracterizado ha sido la movilidad de sus miembros. Quitando al señor Kummerer, fundador de la misma, el resto de miembros ha ido variando con los años, de tal manera que sólo en Cosmogenesis (2009) y Omnivium (2011) repitieron formación. Después, la marcha primero del bajista J.P. Thesseling (que volvió a Pestilence) y la ruptura con mal rollito con Hannes Grossmann y Christian Muenzner, que puso fin a la que seguramente fue la mejor alineación de que dispusieron.
No es que los recambios desmerezcan a los fugados, en absoluto: Sebastian Lanser es un batería extraordinario y Tom Geldschläger primero (que también abandonó el barco de malas formas) y Rafael Trujillo después han demostrado sobradas capacidades a la guitarra. Pero algo falta…
Con V. Santura (Dark Fortress) de nuevo a los mandos, y grabado en los Landshut Studios donde han dado vida a sus últimos trabajos, éste álbum representa una vuelta de tuerca al sonido habitual de Obscura. Con una gran presencia del bajo en la mezcla, a priori suena menos contundente que anteriores lanzamientos. Comparado con Omnivium, que para mí fue el culmen de su sonido, pierde fuerza pero gana en exhibiciones técnicas. Sin dejar de ser death metal, da la sensación de que en algunos momentos han “suavizado” el sonido.
En cuanto a los temas, para mí se nota la pérdida de dos grandes compositores como eran Hannes Grossmann y Christian Muenzner. Los temas son más largos, más densos y enrevesados, pero a la vez son menos “reconocibles”. No hay un Anticosmic Overload, un Velocity que funcionen como enganche. Todos los ingredientes de la música de Obscura siguen ahí, el nivel técnico es impresionante, pero en cierto modo han perdido capacidad de enganche. Aún así, en mi opinión merece la pena destacar Mortification of the Vulgar Sun, Convergence, Ekpyrosis o The Conjuration.
Es un disco bueno, del alto nivel al que nos tienen acostumbrados Obscura, pero le falta “algo”. Si antes Obscura conseguían diferenciarse del cúmulo de grupos de death metal técnico o progresivo que han proliferado en los últimos años, ahora da la sensación de que ya no sobresalen como antes, aunque su buen hacer les permite mantener su posición de privilegio dentro de la escena.