On the Record: Alfredo Piedrafita (Miss Octubre, Barricada)

Texto: Carlos Molina.

La historia del rock de nuestro país no sería la misma sin Barricada, banda navarra en la que se fogueó durante décadas el guitarrista Alfredo Piedrafita, actualmente en el combo Miss Octubre, del que hemos hablado varias veces en Orpheo y con dos discos en el mercado y gira interrumpida por el Covid-19. También se dedica a la fotografía de naturaleza y ha editado un par de libros y tiene ya cerca el tercero. Durante su confinamiento, el oscense pero navarro de adopción nos habla de pasiones musicales y anécdotas varias.

¿Cuál fue la primera canción o disco que te enganchó?

Tengo mis dudas entre «Coz I Luv You» de Slade o «Space oddity» de Bowie.

¿Y las primeras bandas o artistas de quienes te hiciste ferviente seguidor?

Todas aquellas bandas de rock a las que se aglutinó en un movimiento llamado glam rock: Slade, Bowie, Sweet, T. Rex, Suzi Quatro. Es curioso que cuando me piden la típica lista de los 10 discos que marcaron mi vida, siempre están estos grupos y siempre son discos de 1973. Claro, me pilló todo eso con 13 años que es la edad a la que este tipo de cosas remarcan y dejan la huella para toda la vida.

¿El primer álbum que te compraste?

El primer disco que compré fue un single de Slade «Mama weer all crazy now”. Todavía lo guardo en un lugar destacado de mi estudio, para no olvidar porqué me terminé dedicando al rock. Antes había llegado otro disco a mi casa con el recién comprado tocadiscos. Una tía mía con muy buena intención pero muy poco acierto nos regaló mi hermano y a mi «Gwendoline» de Julio Iglesias.

¿Y el primer concierto al que acudiste? ¿Qué es lo que más recuerdas de él?

Recuerdo con 10-11 años sentado en una acera de mi barrio, la Txantrea, junto a mi hermano, escuchando ensayar a un grupo de aquella época del barrio, los brujos. Todavía el rock tenía ciertos aires ye-yés, pero era lo que había y allí nos pasábamos horas. Y el primer concierto que vi a esa edad fue precisamente uno de ellos, “los Brujos”. Entonces eran medio orquesta, medio banda de rock. Aún así alucinamos un montón. Guitarras eléctricas, pelos largos, era algo nuevo.

Idem con el primer bolo que realizaste… ¿dónde fue y con qué edad?

Calculo que tendría unos 13-14 años en un concierto que hicimos en el salón de actos de los Escolapios donde yo estudiaba. A mi me tocó ser el bajista y tenía un bajo Hofner de aquellos tipo violín como el de los Beatles. Éramos malísimos, no sabíamos tocar ninguno pero aquello nos encantaba. Mi hermano era el cantante, el batería nunca antes había tocado una con tambores de verdad y uno de los guitarras tocaba con una bandurria enchufada a un amplificador. ¡Uff, tremendo!!!!!

Concierto más especial que has ofrecido hasta ahora…

Seguramente el del 23 de noviembre, concierto de despedida de Barricada. Había tal emoción en el ambiente que muchas veces me resultaba tremendamente difícil acercarme a cantar al micro con semejante nudo en la garganta.

Lo mismo con disco y/o canción, si es que puedes elegir…

Es muy difícil. Ahora mismo te diría como canción “Heroes” de Bowie, porque me sigue poniendo los pelos de punta cada vez que la escucho. Y eso que no soy un fan especialmente de él, hay cosas que me gustan y otras que no me gustan nada. Disco es aún más complicado. Podría ser el «Never Mind…» de los Pistols, o el «Dark Side of the moon» de Pink Floyd, pasando por «Neurotic outsider», hasta llegar a cualquier disco de Shinedown. Me gustan muchos y de muchos estilos diferentes dentro del rock.

 

Alguna anécdota que te venga ahora mismo a la cabeza vivida durante algún bolo…

Una vez en Cataluña con Barricada en mitad de un concierto dejó de sonar la guitarra de Boni y nos dimos cuenta de que era porque alguien se había acercado al borde del escenario y le había robado uno de sus pedales. Pues bien, al poco tiempo volvimos por la zona y en mitad del concierto vimos algo que volaba directo al escenario: era el pedal, que se lo devolvían. Todavía no sabemos si fue porque ya no les hacía falta o porque no les gustaba el cacharro (risas).

Como espectador, ¿con qué concierto has disfrutado más?

La he gozado muchísimo con muchos. Cualquiera de los que Bryan Adams dio en el Velódromo de Anoeta, fueron tremendos. En el 80 creo, uno de AC/DC en Anoeta también, cuando bajaba la campana del escenario poco a poco mientras sonaba el riff de ‘Back in Black’. Aerosmith también me hicieron gozarla mucho allí mismo. Aquellos conciertos del Velódromo a los que todos íbamos eran bestiales.

¿Cuál o cuáles serían los discos que más has escuchado hasta el momento?

Los discos de todos aquellos que te nombraba antes, del glam rock son los que mas he escuchado en mi vida, sin duda. Además entonces se pasaba mucho tiempo en las salas de juegos, billares y allí no paraban de sonar. Si ibas a una discoteca lo que te ponían para bailar era aquello. Qué tiempos. No quiero ni compararlo con ahora mismo porque me da un mal.

Una canción para venirte arriba…

‘Revolution’, de Neurotic outsiders, con el gran Duff McKagan a la voz y Steve Jones de los Pistols a la guitarra, John Taylor al bajo y Mat Sorum a la batera. Indispensable para salir de casa con las pilas puestas.

Una canción que siempre te lleve a la melancolía…

‘Heroes’ de Bowie es de las mejores canciones de la historia y te transporta a un estado entre relajación y melancolía increíble. La letra una vez que sabes de qué va, ayuda mucho. Ser un héroe superando cada día.

Fuera de discos y canciones, ¿qué lectura de temática musical recomendarías?

A mi me gusta la novela negra. Cuando leo no me gusta leer cosas relacionadas con la música. Muchísimo menos biografías de músicos porque no me creo mucho. Eso si , si las lees como quien lee una novela de ficción o un programa rosa, quizás a alguien le entretengan. Recomiendo más novela negra.

Sobre el Autor

Carlos Molina
Coordinador de las webs ORPHEO y RockinBilbo, fiel melómano, y amante del séptimo arte (y el noveno, esto es, el comiquero). Durante 12 años fue responsable del fanzine ORPHEO, antesala de esta web, del que editó medio centenar de números, junto a especiales varios dedicados a Héroes del Silencio, Bunbury y U2.
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