Texto: Carlos Molina.
No se puede entender la escena local vizcaína de las últimas dos décadas sin la participación en ella, bien en solitario, bien en proyectos varios, de Daniel Merino, protagonista hoy de esta nueva entrega de la sección On the Record. La foto es de nuestro compi Iñigo Pas Bas, colaborador de nuestra web hermana RockinBilbo.
¿Cuál fue la primera canción o disco que te enganchó?
Yo creo que el primer disco de rock que escuché fue un recopilatorio de los Beatles que tenía mi padre.
¿Y las primeras bandas o artistas de quienes te hiciste ferviente seguidor?
¡De los Rolling Stones me hice fanático! Me gustaban mucho Queen, Los Beatles, Tequila y Burning también.
¿El primer álbum que te compraste?
Los primeros discos que compré fueron el «Live killers» de Queen y el «Love you live» de los Rolling Stones. Este último cambió mi vida.
¿Y el primer concierto al que acudiste? ¿Qué es lo que más recuerdas de él?
No estoy muy seguro, creo que fue el de Van Morrison en el pabellón de La Casilla. Recuerdo cuando tocó «Gloria» que todo el mundo estaba en pie dando palmas y coreando el estribillo. Yo era fan de Them y esperaba más ese rollo…
Idem con el primer bolo que realizaste… ¿dónde fue y con qué edad?
Tenía 15 años, eso seguro, y pero no recuerdo si fue en el Bar Irudi de Getxo o en el antiguo Desvío de Las Arenas. En el del Irudi me pasé con las birras, acostumbrado a no tener un duro fue un shock tener barra libre y ocurrió lo inevitable. Me llevaron mis amigos borracho a casa y mi padre se pilló tal cabreo que me obligó a confesarme al día siguiente. Cuento toda está historia en la canción «Malos tragos» de mi disco homónimo.
Concierto más especial que has ofrecido hasta ahora…
Quizás fue el que hicimos hará unos 6 años en el conservatorio Andrés Isasi de Las Arenas. Fue el último concierto con los Jeremías Johnson (la banda que me acompañaba), hubo invitados ilustres, estábamos en nuestro mejor momento e iba a ser el final de una época… por eso se iba a grabar en audio y vídeo para posteriormente publicar un disco y DVD del evento. Al final no pudo ser, debido a la incompetencia que demostraron los encargados de grabarlo. Sin embargo, los músicos e invitados lo hicimos muy bien. Me queda un buen recuerdo, aunque la clásica sensación agridulce del proyecto inacabado.
Lo mismo con disco y/o canción, si es que puedes elegir…
El disco que más me gusta de los cuatro que grabé es «Otra vida», creo que es el más variado, mejor grabado y cantado de todos.
Como canción me es más difícil, diré por decir una «Volveremos a encontrarnos» de «Otra vida» también. Creo que en su sencillez y sinceridad está lo que me gusta de ella, también me convence bastante como quedó registrada.
Alguna anécdota que te venga ahora mismo a la cabeza vivida durante algún bolo…
Eso es más difícil, han sido muchos años y algunas no se pueden contar aquí. Una vez toqué en un sitio muy chulo de Toledo y parte del público era anglosajón, como yo doy mucha importancia a las historias que cuento, me daba apuro que no me entendieran, así que iba presentando las canciones y uno de ellos que hablaba perfecto castellano tomaba después la palabra e iba traduciendo todo lo que yo decía con mucha flema británica… lo tengo todo grabado por ahí.
Como espectador, ¿con qué concierto has disfrutado más?
Quizás el de Springsteen en el Molinón en 2003. Acababa de grabar «The Rising» con la E-Street band, era la vuelta de su mítica banda , la primera vez que yo le veía y el repertorio fue brutal.
¿Cuál o cuáles serían los discos que más has escuchado hasta el momento?
Podría ser el ‘Sticky fingers» de los Rolling. Nunca me canso de él, es perfecto.
Una canción para venirte arriba…
«Rambling man» de los Allman Brothers. Destacaría el primer sólo de guitarra, ¡me da un subidón!
Una canción que siempre te lleve a la melancolía…
«Late for the sky» de Jackson Browne.
Fuera de discos y canciones, ¿qué lectura de temática musical recomendarías?
No suelo leer mucha biografía de artistas la verdad, pero recomendaría «Con buena letra» de Joaquín Sabina para que todos sus detractores se aislaran de sus prejuicios y vieran su obra de otra manera, aunque sólo sea como letrista.