Texto: Carlos Molina.
La actriz y cantante donostiarra Lur Usubiaga forma parte de uno de los combos más interesantes del momento en Euskadi, el dúo Olimpia. Con ella hablamos en estos días de confinamiento sobre primeros recuerdos musicales y pasiones melómanas en esta nueva entrega de la sección On the Record.
¿Cuál fue la primera canción o disco que te enganchó?
Mi padre tenía una colección de discos que me fascinaba cuando era pequeña, de entre ellos recuerdo que siempre le decía que me pusiera la de la familia, luego ya supe que era The Watson Family. Yo le solía decir: ponme a la amoña (abuela). Era la canción ‘The House Carpenter’. Yo siempre soñaba con que mi amoña grabara un disco como aquella mujer. Las canciones ‘The Lost Soul’ y ‘I´m Trobled’ de ese disco eran seguramente mis preferidas. Tantas voces juntas… ¡me encantaba!
¿Y las primeras bandas o artistas de quienes te hiciste ferviente seguidora?
Yo solía ver la bola de cristal y de ahí me enganché a todo, a la música de la movida, la estética, la actitud… pero descubrir a Mecano, a Cristina Rosenvinge y a Tino Casal fue tocar el cielo. Eso fue ya con 8 años, a partir de ahí me aprendí todas las canciones de Mecano, todas. Sabían hacer canciones y tenían a la cantante con la voz más hipnótica que había escuchado nunca. Eso sí, su estética no me gustaba nada. Yo era una niña con una personalidad muy marcada y vestía a mi manera, odiaba que me copiaran y las marcas de ropa y zapatillas que todos en mi clase llevaban en modo uniforme. Y ver en la TV a jóvenes que vestían tan cool me flipaba, por eso no entendía por quÉ Mecano componiendo mucho mejor que otros fueran tan sosos al vestir.
De Cristina me fascinaba lo sexy que era su voz, y aquel pop tan bien hecho de entonces que no encuentro ahora.
Pero el dios del escenario era Tino. Su vestuario, su puesta en escena, sus canciones. Tino siempre estará a otro nivel. No importa los años que pasen, él iba por delante de todos. Luego supe que además era como un hombre del renacimiento, que se hacía su vestuario, que pintaba cuadros… El día que me dijeron que había muerto lloré como una magdalena. No podía creérmelo. Con él se fueron los directos que amo, los de música y teatro, todo en uno. A él le debo el respeto y la absoluta admiración que tengo por el escenario.
¿El primer álbum que te compraste?
Mis primeros discos se los pedía al Olentzero y creo que «Descanso Dominical» fue el primero que me compraron. Ya te digo que era muy pequeña, yo no usaba dinero entonces , pero mi madre veía mi obsesión por aquellas cantantes y le gustaba comprarme casettes y discos.
¿Y el primer concierto al que acudiste? ¿Qué es lo que más recuerdas de él?
El primer concierto que vi fue el de la Orquesta Mondragón. También me flipaba. Me llevó mi madre, tendría 9 años o así, fue en la playa de Ondarreta en verano durante la Aste Nagusia de Donostia. Yo no había ido nunca a un concierto porque para las 22h caía dormida como un bebé, pero le insistí un montón a mi madre , quería oír la de ‘Gordas, Gordas’ en directo. Total que empezó a las 23h el bolo, dejaron esa canción para los bises y yo estaba totalmente dormida en la arena cuando la tocaron. Sé que a los pocos días me quiso llevar a ver a Mikel Laboa y yo le dije que no, sabía que iba a dormirme otra vez.
Idem con el primer bolo que realizaste… ¿dónde fue y con qué edad?
Mi primer concierto fue dentro de la Diputación Foral de Guipúzcoa. Había ganado el concurso de Gaztemaniak con mi primer grupo y allí presentamos nuestras canciones tan solo para prensa. Recuerdo que yo me puse una corbata y pantalones cortos y nos sacaron de contraportada del Diario Vasco con el título: Un trono para el rock. Así que tan mal no lo haríamos. Casi no nos dejaron entrar los de seguridad porque era el primer concierto que se daba allí dentro con una batería de verdad. La verdad es que fue una suerte ganar aquel concurso y un reto muy grande, solo habíamos hecho 3 canciones para la demo y casualidad lo ganamos. Después nos tocaba dar el concierto de verdad en Jareño y tuvimos que preparar todo un repertorio a la velocidad del rayo.
Concierto más especial que has ofrecido hasta ahora…
El más especial ha sido el último, el que hemos dado junto a Igor Paskual en Barcelona. Ver al público tan entregado , disfrutando tanto y riéndose y entendiendo mi humor de directo… fue un shock para mí. Pensé: ¡¡Por fin! ¡Aquí me entienden!’.
El público estaba pegado al escenario. Acostumbrada a lo fríos que son los conciertos en Euskadi, que parece que hay un foso lleno de cocodrilos en los primeros 2 metros. Fue la primera vez que al salir al escenario tuve que decirles: ‘Por favor echaros un poco para atrás, que soy vasca y no estoy acostumbrada a tanto contacto físico’.
Lo mismo con disco y/o canción, si es que puedes elegir…
Mi primer disco, Olimpia para mi siempre será el más especial, porque es un punto de inflexión para mí, ahí empecé a crear canciones. Por primera vez alguien confiaba en mis ideas, Iñaki siempre me ha dejado hacer, siempre ha confiado en mi creatividad. Y aunque las canciones las hacemos entre los dos, y luego ya con Vidaur, a Iñaki le gustan esas ideas , esas melodías vocales que le mando y desde las que nacen muchas de nuestras canciones. Como canción, ‘Confeti y Dinamita’ es la que puedo escuchar yendo en coche una y otra vez porque es muy alegre y divertida.
Alguna anécdota que te venga ahora mismo a la cabeza vivida durante algún bolo…
Un directo en Zarautz donde tocaba con mi primer grupo, Aerosol, fue el más surrealista. Eran fiestas del pueblo, entre el público había una cuadrilla que estaba super borracha. Era el aniversario de la muerte de Elvis y yo le dediqué la primera canción. No lo entendieron, y empezaron a gritarme que cantara en euskera, yo seguía a lo mío pero a la cuarta canción nos empezaron a tirar latas llenas de cerveza. Me gritaban cosas absurdas como: ¡eres de madrid! Como si ser de Madrid te hiciera facha. Yo estaba hablando en euskera pero digamos que no les daban las neuronas. Fue muy complicado porque salieron como 100 tíos borrachos corriendo a por nosotros por el pueblo, y delante una furgón de la poli que nos quería proteger . No estamos acostumbrados a correr hacia la policía, más bien al revés, así que fue muy surrealista. Un secreta nos decía : ¿qué les habéis hecho? yo respondía: ¡Esto es punk tío!
Como espectadora, ¿con qué concierto has disfrutado más?
Para pasármelo bien de verdad, no hay como ir a un concierto de Loquillo. Canciones que son himnos, actitud, y esa capacidad que tiene de ganarte desde el minuto uno que te quedas mirándole. También soy muy fan de los directos de Doctor Deseo y de Lagartija Nick. No te puedo hablar de artistas que van a grandes festivales porque no soporto las aglomeraciones de gente, por el único que aguanto un poco de apachurre es por Loquillo. Una vez vi en Inglaterra a The Kills en Margate, fue la primera vez que el guitarrista me cautivó más que la cantante, aquel si que es un festival con encanto. Aunque a mí me gusta ver a los artistas en salas pequeñas y en primera fila, sino no le veo sentido. Quiero verlos y olerlos, sino es como no ir, prefiero escuchar el cd en casa.
¿Cuál o cuáles serían los discos que más has escuchado hasta el momento?
No tengo discos preferidos, ni un estilo definido, me gustan artistas y estilos muy variados, escucho un montón de rockabilly, country, música francesa e italiana antigua, punk euskaldun,… todo depende del día y de como me sienta. Me flipa el pop bueno, eso sí.
Escucho desde Serge Gainsbourg,Bonnie Tyler, Eurythmics, The police, No doubt, Kortatu, Mcd,Johnny Cash, Los Tigres del Norte, Corazón del Sapo, Etsaiak, Baldin Bada, Nacha Pop, Raffaela Carrá, María Calas a Chavela vargas. Ya ves, ¿para que cerrarte? Eso sí el reggaeton y trap etc… sacan mi lado psicokiller.
¿Cuál o cuáles serían los discos que más has escuchado hasta el momento?
‘Shake, shake señora’ de Harry Belafonte. Es imposible no ponerse a bailar con eso.
Una canción que siempre te lleve a la melancolía…
«Hero «de Regina Spector. Esa voz es de hada. Deseando verla algún día en directo. A ella y a Jane Birkin, otra mujer que amo, hasta mi gata se llama Birkin por ella.
Fuera de discos y canciones, ¿qué lectura de temática musical recomendarías?