«Gloria» es el nuevo álbum de los catalanes Schizophrenic Spacers, el octavo de su carrera, con todos los temas en castellano. Aprovechamos la coyuntura y nos acercamos a los gustos y pasiones musicales de Sergio Martos, su vocalista.
¿Cuál fue la primera canción o disco que te enganchó?
Disfruté de la música desde la cuna, así que por lo que imagino, debió de ser (álbum) «Dynasty» de Kiss. Canciones primerizas: ‘Highway To Hell’ de AC/DC, ‘I Was Made For Loving You’ de Kiss, ‘Message in a Bottle’ de Police, ‘Qué hace una chica como tú en un sitio como este’ de Burning, etc.
¿Y las primeras bandas o artistas de quienes te hiciste ferviente seguidor?
Kiss, sin duda.
¿El primer álbum que te compraste?
Mis regalos tanto de cumpleaños como de Reyes eran discos, porque era lo único que me atraía. A veces, algún familiar prefería darle a mis padres el dinero pertinente del disco que yo había pedido antes que ponerse a buscarlo. No recuerdo con exactitud el primer disco que compré con mi dinero. Debió ser algo de Saxon, Kiss… Me lo han preguntado más de una vez y no logro recordarlo
¿Y el primer concierto al que acudiste? ¿Qué es lo que más recuerdas de él?
Kiss en el 83. Tenía cinco años y tuve de la suerte de poder conocerles. Ese quizás, es el recuerdo que conservo con mayor claridad.
Idem con el primer bolo que realizaste… ¿dónde fue y con qué edad?
Subía a cantar con la banda de mi padre desde muy temprana edad. Era la atracción, siendo un niñito dulce y gordete. Por mis propios medios y con mi primera banda, fue en el 91, en el Patricio de Castelldefels. Buena época esa; podías tocar en multitud de sitios, los vecinos aguantaban carros y carretes y los dueños de los bares te pagaban alegremente. A la gente le importaba la música en vivo. ¿Dónde fueron a parar los buenos tiempos?
Concierto más especial que has ofrecido hasta ahora…
La mayoría de bolos con los Spacers han sido «espaciales» por un motivo u otro, así que no sabría decirte uno en concreto. Sí puedo decir cuál fue el peor, que ocurrió en Casserres en el 2000. Nos reventó la furgoneta en la ida; al concierto solo acudieron dos motoras, un irlandés borracho, mi hermano y un amigo; después nos amenazaron con una «pipa»; el guitarrista y yo nos enzarzamos en una buena pelea; hubo un montón de desafortunados «malentendidos»; y la vuelta, al día siguiente, duró casi todo un día. Esa salida fue un «mal viaje».
Alguna anécdota que te venga ahora mismo a la cabeza vivida durante algún bolo…
La primera vez que vi a Alice Cooper, una chica me tiró los trastos. Esto sería algo normal si no fuera porque a mí nadie me tira los trastos, especialmente una como aquella. Rechacé la invitación, joder, que tenía a Alice enfrente.
Como espectador, ¿con qué concierto has disfrutado más?
Demasiados para destacar uno. Sí recuerdo los que han dejado en mi cabeza una sensación de bienestar durante las semanas siguientes a la celebración: Jehtro Tull en el 92, Rush en Frankfurt en el 2004, Fishbone en el antiguo zeleste, Pat Travers en La Boite…
¿Cuál o cuáles serían los discos que más has escuchado hasta el momento?
Imagino, y por lógica, que los de mis bandas favoritas: Destroyer, Billion Dollar Babies, Women And Children First, Axis Bold As Love, L.A Woman, Toys In The Attic, Montrose, Blues For Allah, All Shook Up, etc.Es una pregunta muy generalista.
Una canción para venirte arriba…
Valley Girl, de Zappa.
Una canción que siempre te lleve a la melancolía…
Muchas de Phil Lynott.
Fuera de discos y canciones, ¿qué lectura de temática musical recomendarías?
Imagino que muchas autobiografías o buenas biografías. Acabo de leer «Shakey» sobre Neil Young, que lo tenía pendiente de hace años. El libro tiene cosas buenísimas (son más de 900 páginas), pero el autor es imbécil. De remate, además. De autobiografías, la más reciente que he leído es la de Quincy Jones. Una joya.