«Héroes» de Ray Loriga ha sido mi última lectura. Un libro diferente. Tan distinto que cuando lo acabé me surgió la pregunta; ¿Qué he leído? Es de esas lecturas que deja poso aunque en un primer momento no seas consciente de ello. Un texto en el que acabas descubriendo cierto orden en medio del sin sentido más absoluto. Es como esos vinos que bebes sin pena ni gloria pero que dejan un sabor en el paladar al que le vas encontrando el punto.

La sinopsis del libro dice lo siguiente: «Héroes cuenta la historia de un chico que se encierra en su habitación para vivir fuera de un mundo sin alicientes y dentro de las canciones. Una chica rubia, amigos, viajes que le llevan lejos de lo que no quiere ver… todo está en ese cuarto, ese territorio propio en el que él está siempre solo. En el exterior, las cosas ya no son como le gustarían, no le interesa la madurez. Es una estrella que únicamente saldrá convertido en un ángel». Pero el libro es algo más que eso. Un viaje por la mente de un perdedor que, encerrado en su habitación, genera una batalla entre tus demonios y sus sueños. Todo aderezado por sus libros y discos favoritos, algo que le evita reconocer su derrota.

No sabría decir si me ha gustado o no. Lo que tengo claro es que lanza auténticos dardos. Algunos pasan de largo y otros dan en el blanco. Frases que se estrellan contra uno y te remueven generándote las más diversas sensaciones. A pesar de haberlo leído y de poder recordar las sinopsis no puedo explicar de qué va.  Quizás por eso este libro me parece irrepetible. No sé si será su sucio realismo o qué pero tiene un magnetismo fatal. Quizás pueda convertirse en uno de mis libros favoritos. No cabe darle muchas vueltas. No importa. Con Loriga no debe importar. Si importase igual ni siquiera hubiera terminado el libro.