Sepultura: «Quadra» (Nuclear Blast)

Hablar de Sepultura es hablar de una banda que supone uno de los cimientos de mi pasión por el metal. Pocas bandas pueden presumir de una discografía en la que figuran tres discos como AriseBeneath the Remains y Chaos AD. Todo esto supuso que la marcha de Max Cavalera supuso un punto de inflexión del que ni los restantes miembros de Sepultura ni el propio Max llegaron a levantarse nunca.

Si ya con el Roots el cambio estilístico fue evidente, pese a no perder la esencia de su sonido, a partir de ahí dieron bastantes bandazos, tocando fondo con una cosa como Nation. Pareció que iban a remontar el vuelo con Dante XXI, pero nunca llegaron a alcanzar cotas siquiera similares a sus primeros trabajos.

Este Quadra supone ya el decimoquinto trabajo de su carrera. Para el mismo se fueron a grabar a Suecia con el afamado productor Jens Bogren en sus Fascination Street Studios, una de las mecas del metal ahora mismo. El resultado es increíble, han logrado un sonido muy agresivo, con un aire muy thrasher sin perder ese filo hardcore que se hizo presente a partir del Chaos AD. Hay un brutal trabajo de guitarra y batería. Parece que Andreas Kisser se ha puesto las pilas y que la aportación del joven prodigio Eloy Casagrande a la batería y composición ha rejuvenencido la banda.

Con doce temas en algo más de 50 minutos de duración, el disco es uno de los más intensos de Sepultura en mucho tiempo. Sorprende la cantidad de buenos riffs que hay repartidos por el álbum, siendo los temas bastante variados: hay temas rápidos y agresivos como Isolation o Capital Enslavement, pegadizos como el buen Means to an End, el más rítmico Guardians of Earth o el oscuro y pesado Fear·Pain·Chaos·Suffering, en el que colabora la vocalista Emmily Barreto. Lo peor quizá sea la insistencia en las influencias numetaleras (Ali, Raging Void), que para mí nunca han terminado de cuajar en Sepultura.

El disco deja un buen sabor de boca. Creo que es un más que digno heredero de la época clásica de la banda, combinando el filo y agresividad de Arise con los ritmos pegadizos de Roots. Y pese al buen nivel general, sigue faltando “magia”, esa magia que les llevó a ser una de las bandas más grandes del metal.

Sobre el Autor

Mikel Fernandez
Responsable del blog metalero Surimi World y colaborador en la web Made in Metal, al igual que, por supuesto, nuestro ORPHEO.
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