Los catalanes se han convertido en la banda más importante del rock psicodélico estatal del nuevo milenio. 6 discos los contemplan ya y los definen como banda clave en el inagotable género. Casualmente sacan esta preciosidad cuando cumplen dos ricas décadas de vida. Su anterior trabajo tuvo proyección internacional pero ya han pasado 5 largos años desde ese celebrado “The Mean Solar Times” que fue producido por Owen Morris (Oasis, The Verve) y contó con la colaboración de Andy Beel (Ride, Oasis).
Se nota que han invertido mucho tiempo en la preparación de estas nuevas 10 jugosas canciones. Gran sonido que da más calidez y cuerpo a su siempre ricas melodías y arreglos. Es fáicl volver a acordarse de bandas míticas como Love, Lovin’ Spoonful, Jefferson Airplane entre otras de la Costa Oeste de finales de finales de los 60 y primeros 70, en general. Luego está la buena mezcla con sonido más actual de Pablo Román (Elastic Band) que les acerca a buenas bandas de brit-pop como Ride u Ocean Color Scene, otras coetáneas de la escena psicodélica de Manchester e incluso otras como Kula Shaker o The Chemistry Set o más recientes como The Horrors.
El disco comienza con un genial single como es ‘Get Going’ con un estribillo brillante, atrevidos coros y unas guitarras cercanas a los Jefferson Airplane. Otro single claro es ‘Hold On’, de nuevo con cuidados y trabajados coros y con un solo de guitarra realmente poderoso y evocador. La banda se ha beneficiado de las colaboraciones al bajo de Lander Besa (Delay Baby, Celestial Bums) y Enric Chalaux (Magma Malone, Aleppo Pine) con un sitar que no podía faltar en un disco de estas características y con buenas guitarras. Guitarras como las de otro claro single como ‘You Make Me Feel Alright’, un tema que encantará a Rubia o a seguidores de Carole King o incluso America, y que acaba con guitarras más desatadas aún y órgano claramente psicodélico. Con un título como ‘Love’ y habiendo un grupo de esa categoría y de su agrado con ese nombre este tenía que ser otro posible single. Siguen encendidos y locos con ‘The Fool’ y sus coros encantadores, otro buen estribillo, además de un genial sitar y espirales de guitarras con paramecios de colores. Sigue ‘No Way Out’, otra delicia sónica con un órgano fabuloso. ‘Snake Eyes’ sirve de excelente preámbulo a la sorpresa final. Otra joyita acústica con órgano excepcional y aromas Beatles. Claro que el extra final es una increíble y pastillera versión del ‘Tomorrow Never Knows’ de los Fab Four que queda de miedo para concluir un disco como este. ¡Qué guitarras, qué remate para semejante discazo y qué tema para hacer flipar a toda la gente en los posibles directos! ¡Ojalá se queden con nosotros los Stay al menos otros 20 años más!