Steve Von Till: novedades por triplicado en Neurot Recordings / Popstock!

Steve Von

Si sólo recuerdas a Steve Von Till por ser el guitarrista de Neurosis te pedimos precaución antes de acercarte a sus discos a título individual y más aún al último como Harvestman con poemas revestidos de mínima instrumentación. A mí los dos últimos a su nombre me han cautivado y tienes más información sobre su obra en www.neurotrecordings.com o en www.rarelyunable.com. ¡Repasamos los tres últimos trabajos de un músico realmente especial y personal!

Steve Von Till “A Deep Voiceless Wilderness”

Comenzamos por el más reciente, aunque han salido los 3 en menos de 6 meses. Profundiza en este más reciente disco en los hallazgos presentados en  “No Wilderness Deep Enough”. Volvemos a tener aquí electrónica ambient, pasajes clásicos, sonidos para bandas sonoras y elegancia y parsimonia en general que entronca con la música de Gavin Bryars, Brian Eno o Jóhann Jóhannsson. Es similar al “No Wilderness” pero sin voces y, por primera vez, sin guitarras. A cambio piano, cello, mellotrón y un montón de viejos sintetizadores analógicos para crear una música que te da paz y te transporta a un mejor lugar. Al estilo del “The Sinking Of The Titanic” de Gavin Bryars, Robert Fripp y sus “Frippertronics”, Vangelis y su “Blade Runner” o los más clásicos Tangerine Dream de la primera mitad de los 70. Inicio realmente hermoso y contemplativo con piano, electrónica y cuerdas muy del gusto de Gavin Bryars en ‘Called From The Wind’. Sigue igual de hermoso y enigmático en un ‘He’ll Always Hate The Sun’ que me recuerda mucho a la banda sonora de “Blade Runner” de Vangelis. Se sumerge en el Titanic de Bryars aunque con toques algo más noise en ‘The Emptyness Shallows Us All’. Aires planeadores a lo Tangerine Dream en ‘Shelter In Surrender’ y aromas “Frippertronics” en la repetitiva ‘The Spiraling Away’. Evocador final con ‘Nightsade High Country’, una preciosidad que deja con ganas de más.

Harvestman “23 Untitled Poems”

¡Ojo con este disco! Hay que ser muy fan de Von Till y conviene dominar bastante el inglés para disfrutarlo. Es casi un disco de spoken word compuesto por los recitados del último libro de poemas de Von Till. Algunos de ellos acompañados de ecos tratamientos y texturas musicales sacados de “A Deep Voiceless Wilderness”. Los poemas ‘I-V’ nos los ofrece solo con su magnética voz. En ‘VI-XII’ ya le mete cierto eco a su profunda voz y atractiva narración. En ‘XIII-XVIII’ tenemos también leves vientos ululando de fondo. Por último la parte más asequible es ‘XIX-XXIII’ en la que ya recupera los sonidos burbujeantes del citado disco, “A Deep Voiceless Widerness”. A mí me ha recordado algo y para bien a la B.S.O. de “Dead Man” de Neil Young. Un lujo para muy fans y completistas de Von Till pues, además no llega ni a los 20 minutos.

Steve Von Till “No Wilderness Deep Enough”

Este fue su quinto disco en solitario y cumple el dicho de “No hay quinto malo”. Como ya te hemos dicho en estas obras en solitario deja de lado el post-metal para sumergirse en su mundo aislado en la naturaleza cargado de existencialismo y filosofía. El poder de la naturaleza está muy presente en  estos emocionales temas que transmiten pura belleza y paz. Buena producción de Randall Dunn (Boris, Sunn O))), Wolves In The Throne Room, Marissa Nadler, Jesse Sykes). Arreglos cuidados al máximo con instrumentos tan peculiares como el corno francés o el violonchelo que contrastan con sus habituales y muy variadas guitarras que adquieren registros muy diferentes a los que pone en sus bandas. Sorprende ya su arranque parsimonioso en ‘Dreams Of Trees’. Chelo y piano que me recuerdan a The Dirty Three o al ya citado “The Sinking Of The Titanic” de Gavin Bryars. Los sintetizadores y el moog de ‘The Old Straight Track’ casi nos recuerdan a los más clásicos Tangerine Dream, también sacados a colación anteriormente. Otros momentos nos trasladan a las últimas obras de Nick Cave, aunque en su sello hablan también de Brian Eno, Coil o Jóhann Jóhannssonn. Letras que nos hablan de pérdidas personales, amor, inseguridades o meditaciones profundas sobre la humanidad. La despedida con la etérea ‘Wild Iron’ s una gozada absoluta. En todos los discos muy chulas portadas y presentaciones en general, mucho más guapas aún en las respectivas versiones vinílicas.

Sobre el Autor

Txema Mañeru
Periodista incombustible y melómano desaforado, como demuestra desde hace años en ORPHEO, así como en El Giradiscos o Ruta 66.
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